México creará la empresa estatal Gas Bienestar, que estará dedicada a vender cilindros de gas doméstico L.P. a precios más bajos que el mercado, con la intención de ayudar a la población y al mismo tiempo cumplir la promesa de evitar que los combustibles suban de precio más allá que la inflación.

El anuncio lo hizo en conferencia de prensa el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien adelantó que la empresa será subsidiaria de Pemex y operará en un inicio en Ciudad de México, donde el gobierno halló evidencias de comportamientos monopólicos.

El presidente dijo que ya se están ultimando los detalles y adelantó que Pemex pedirá solicitud a la Comisión Reguladora de Energía para la entrada en operación de la subsidiaria Gas Bienestar, aunque no especificó datos de inversión.
 

Los mercados en Nueva York finalizaron la jornada con ganancia, ya que el lenguaje de las minutas de política monetaria de la Reserva Federal (Fed) fue menos duro al comunicado de junio.

Los integrantes de la Fed dijeron que el avance de las vacunas ha ayudado a que la recuperación económica y elevado las expectativas, pero al mismo tiempo se siguen vislumbrando incertidumbre dado la nueva cepa del virus y por las presiones inflacionarias, que siguen siendo evaluadas como transitorias.

Lo anterior lanzó al índice S&P 500 y al Nasdaq a su mayor nivel en la historia, pues el descenso de las tasas de los bonos del Tesoro ha favorecido el apetito de los inversionistas por acciones de altas valuaciones, como las Big Tech.

Hacia adelante, los inversionistas seguirán pendientes de las pistas que den los funcionarios sobre la trayectoria de las tasas y de la potencial reducción de las compras de bonos.
 

Una de las prioridades del presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido la de devolver a Pemex la preeminencia que gozó hasta antes de la reforma energética y la medida más reciente con ese objetivo es la designación de la petrolera del Estado como operadora del yacimiento conocido como Zama.

Pero más allá del intento de fortalecer a la petrolera mexicana frente a sus pares privados con la entrega del yacimiento, para algunos los beneficios son nulos, e incluso, la medida podría ser contraproducente.

"Es probable que tanto Pemex como el Estado mexicano pierdan con una decisión como esta”, consideró Luis Miguel Labardini, experto en el sector energético. “Realmente, tanto al gobierno federal como a Pemex les convenía que Talos fuera el operador”.
 

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Fernanda Celis
Directora Editorial Newsletter AXIS
Especialista en Negocios y Finanzas.