Facebook anunció que será conocida a partir de ahora como Meta. Esto para supuestamente distanciarse de su concepción actual de red social y poder así sumergirse en la nueva tendencia de la creación de mundos virtuales paralelos mejor conocidos como metaverse.

El fundador de ahora --Meta Platforms Inc.--, Mark Zuckerberg, dijo en el evento anual de desarrollo de Facebook, que por cierto controla también las aplicaciones de Instagram y WhatsApp, que “espera que la compañía sea vista ahora como una empresa metaverse”.

El pomposo anuncio de que ahora Facebook trascenderá las redes sociales para convertirse en una plataforma en la que sus usuarios, principalmente jóvenes, podrán crear universos digitales secundarios no llega en una de sus mejores épocas.

Facebook, ubicada en Menlo Park, California, ha estado en el ojo del huracán en semanas recientes luego que una exejecutiva de la compañía entregó al periódico estadounidense, The Wall Street Journal, diversos documentos en los que era evidente que Facebook o Meta, como se le quiera llamar, sabía que sus redes sociales causaban daños a jóvenes y mujeres en su autoestima, al tiempo que también incitaba a la violencia y al odio. Todo esto sin que la empresa, preocupada sólo por sus ganancias, decidiera hacer algo para remediar estas y otras problemáticas.

Recientemente quedó además claro, también por diversos documentos internos, que la empresa no sabe a ciencia cierta cuántos usuarios realmente usan su red social. La apertura de miles o cientos de miles de cuentas de usuarios ya suscritos a la red social ha dejado un muy mal sabor de boca en anunciantes y publicistas.

Si bien Facebook está trabajando para detectar y lidiar con este problema, la precepción de que la empresa ha sobrevendido su alcance, hace que muchos duden que su nueva visión de convertirse en una creadora de universos virtuales y paralelos para atraer a usuarios jóvenes, vaya a resultar exitosa, al menos en el corto plazo. Sobre todo por su aparente pérdida de popularidad ante lo que muchos atribuyen como malas y dañinas prácticas para evitar la “limpia” o “depuración” de su servicio.

Para algunos si Facebook no sabe contar, o no sabe frenar conductas dañinas, menos podrá controlar el uso apropiado de las nuevas tecnologías meta para la creación de esas realidades virtuales y divertidas.
 

Desde su envío al Congreso de la Unión, la iniciativa de reforma constitucional en materia eléctrica, propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha sido fuertemente cuestionada.

Si bien las principales críticas provienen de las empresas --nacionales y extranjeras-- del sector energético, otras industrias no están exentas de resentir el impacto que su aprobación y aplicación podría tener en sus operaciones.

Un ejemplo de ello es La Comer, una de las principales minoristas del país, que alertó que la aprobación de los cambios constitucionales implicaría un incremento de hasta 20% en sus gastos totales.

 Y es que, con los cambios contemplados para el sector en la llamada contrarreforma energética, dos de los contratos de energía limpia que tiene la cadena de supermercados, estarían prohibidos, por lo que tendrían que cancelarse.

Dichos contratos están relacionados a energía generada mediante paneles solares, con los que La Comer esperaba alcanzar su meta de que 87% de su consumo eléctrico proviniera de fuentes renovables y que, por ahora, está en pausa.

Un escenario similar se replica con otras grandes minoristas del país, como Walmart de México y Centroamérica, Grupo Chedraui y Organización Soriana, ya que el tercer mayor costo para estas cadenas es el de energía, de acuerdo con datos de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales.

Para paliar dichos costos, desde hace algunos años las empresas han apostado por reemplazar parte de su consumo con energías renovables.

Ahora, los cambios representan una amenaza a sus esfuerzos en materia de energías limpias, que en los últimos años son parte de los criterios que grandes y pequeños inversionistas evalúan a la hora de tomar decisiones de inversión.
 

Contrario a los pronósticos, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles sumó un nuevo respaldo, esta vez de Viva Aerobus, la otra gran aerolínea de ultra bajo costo en el país.

Todo indica que es cuestión de tiempo para que la compañía, que centra gran parte de sus operaciones en la ciudad norteña de Monterrey, dé a conocer las rutas que ofrecerá desde la terminal aérea que, de acuerdo al gobierno, arrancará operaciones en escasos cinco meses.

La compañía de aviación ha realizado un seguimiento cercano de la construcción de la terminal área y de todos los cambios que implican su entrada en operación, como el rediseño del espacio aéreo, que al igual que todo lo que rodea al proyecto del gobierno mexicano, no está exento de polémica y cuestionamientos no solo por parte de grupos vecinales, sino también de controladores aéreos.

Más aún, la aerolínea low cost --recordó su director general, Juan Carlos Zuazua-- fue la primera línea aérea comercial en aterrizar en la terminal aérea, en el nada lejano mes de febrero y para conmemorar los 106 años de la Fuerza Armada Aérea de México, una ceremonia encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Si bien aún no están definidas las rutas que la empresa ofrecerá desde el nuevo puerto aéreo de la capital del país, lo que sí queda patente es el interés que despierta para algunas empresas del sector el proyecto con el que el gobierno decidió reemplazar la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).

La primera aerolínea en respaldar la nueva terminal aérea fue Volaris. Su anuncio el miércoles generó opiniones encontradas, especialmente en redes sociales, aunque también entre especialistas del sector.

No obstante, la firma que hoy por hoy domina el mercado doméstico, explicó que, más allá de filias o fobias políticas, Santa Lucía representa una oportunidad de negocio hasta ahora poco explotada.

¿Sumará Santa Lucía más aerolíneas para el arranque de sus operaciones? Es una pregunta que está aún en el aire.
 

Muy probablemente a nadie le gusta ir al dentista, pero también muy probablemente todos tienen que visitarlo, al menos de vez en cuando.

Esto último quedó comprobado hoy cuando Dentalia, una cadena de clínicas dentales mexicana, apoyada en su éxito, anunció que, pese a las dificultades que ha representado la pandemia para las consultas médicas, seguirá ampliando su red de “sucursales” en el país.

Para ello, la compañía, con sede en la capital, planea seguir invirtiendo para abrir nuevas clínicas dentales en el primer trimestre del próximo año. En total este año, Dentalia terminará habiendo invertido cerca de 6.2 millones de dólares para abrir, remodelar y reubicar 14 clínicas a fin de contar con al menos 70 en el país.

De ese monto de inversión total, 35% terminará desembolsado en la remodelación de las algunas de sus clínicas que ya operan, 35% adicional se irá a la inauguración de nuevas clínicas y 30% para las labores iniciales de edificar nuevas sucursales que terminarán abriendo a inicios del año que entra.

El monto de inversión que terminará ejercitando Dentalia será así dos y media veces superior a la cifra original con la que inició 2021 y que era de alrededor de 2.4 millones de dólares.
 

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Fernanda Celis
Directora Editorial Newsletter AXIS
Especialista en Negocios y Finanzas.