La Procuraduría Federal del Consumidor comienza, al parecer, a tomarse en serio su papel de protector de los compradores de bienes y servicios.

Al menos esa es la impresión que está dejando por la cantidad de recursos que está comenzando a recabar al imponer multas a comercios o empresas de servicios por. . . “pasarse de roscas”, como le gusta decir al procurador general del consumidro, Ricardo Sheffield.

Tan solo este año esa Procuraduría, mejor conocida como Profeco, ha impuesto múltiples multas por un valor acumulado de 120 millones de pesos (5.8 millones de dólares).

Los motivos de las multas no los ha revelado ni la institución ni el procurador Sheffield, aunque sí ha dejado él claro que está dispuesto a todo para que esas multas las paguen los infractores.

Hoy, por ejemplo, dijo que Walmart de México y Centroamérica, la mayor cadena de supermercados de distintos formatos en el país y filial de la compañía estadounidense Walmart, aceptó desembolsar 30 millones de pesos (1.5 millones de dólares) luego que agentes de Profeco llegaron a una de sus Bodegas Aurrerá y la embargaron por falta de pago de las multas impuestas a su empresa matriz.

Ante la importancia de ese establecimiento, del que se surten muchas tiendas de la zona, los ejecutivos de Walmart salieron a las pocas horas a pagar sus adeudos, relató Sheffield en un evento para inaugurar el programa de descuentos El Buen Fin 2021.

Los 30 millones que pagó Walmart eran por multas acumuladas entre 2018 y 2020, de acuerdo con el titular de Profeco.

Otras empresas que ha sancionado esa dependencia recientemente por incumplir, supuestamente, ciertos reglas o lineamientos, han sido la agencia funeraria Gayosso, las aerolíneas de ultra-bajo costo, Volaris y Viva Aerobus. Estas dos sufrieron hoy la puesta de sellos en sus instalaciones de Puerto Vallarta y San Luis por querer cobrar una tarifa extra a quienes llevaban equipaje de mano.

Algo que efectivamente las hace parecer que se están “pasando de roscas”.
 

Un par de días bastaron para que Grupo AeroMéxico, la línea aérea insignia del país, cediera a la advertencia de la Procuraduría Federal del Consumidor, de posibles acciones legales por el cobro extra de equipaje de mano a sus viajeros, que también aplicó a las aerolíneas de ultrabajo costo, Volaris y Viva Aerobus.

Ricardo Sheffield, titular de la dependencia, fue el encargado de anunciar que la compañía de aviación acordó incluir equipaje de hasta 10 kilogramos de peso en el costo de su tarifa básica o de menor costo.

Para Profeco, la decisión es un triunfo casi inmediato tras advertir que el cobro extra de equipaje de mano era abusivo, debido a que es un elemento inherente al servicio de transporte aéreo.

Caso contrario al de AeroMéxico es el de las dos low cost mexicanas, que hicieron mutis a la advertencia de Profeco, que a su vez colocó sellos de suspensión de actividades en los mostradores de ambas aerolíneas en dos aeropuertos del país.

Es cierto que, a raíz de la pandemia de covid-19 y su impacto en la industria aérea, Volaris y Viva Aerobus ganaron terreno en el mercado doméstico de pasajeros y, a diferencia de AeroMéxico, ambas ya recuperaron sus niveles de tráfico previos a la pandemia.

Pero también lo es que, a diferencia del modelo de negocio de AeroMéxico, gran parte de los ingresos de ambas compañías provienen de la venta de servicios complementarios, como selección de asientos y transporte de equipaje. Quizá ahí radique el silencio ante los llamados de las autoridades de ambos aerolíneas.
 

Poco es el tiempo que el desarrollador digital de viviendas multifuncionales para renta principalmente a jóvenes Hi:Hab, tiene en el mercado inmobiliario nacional, pero sus planes son los de crecer de manera acelerada en los próximos meses.

A corto plazo, la plataforma busca aumentar el número de habitaciones con inquilinos, para pasar de las 100 que posee actualmente a 900 para la primera mitad de 2022 y crecer esa cifra a dos mil 500 antes de finalizar el próximo año.

En el largo plazo, de acuerdo a las palabras de su director general, Hi:Hab busca posicionarse como una empresa referente en el mercado de vivienda de alquiler y, quizá, cotizar en el mercado de valores.

Claro que para ello requiere de recursos que ya busca a través de la plataforma de crowfunding, Play Business --que recientemente obtuvo su licencia para operar como empresa tecnológica o fintech. Con el uso del "fondeo colectivo", la empresa inmobiliaria busca recabar cinco y 10 millones de pesos (240 y 480 mil dólares).

Este paso es una antesala para una nueva ronda de financiamiento que prepara para el próximo año y a la que espera que acudan empresas de capital de riesgo como Global Founders Capital y Mountain Nazca, que ya le han brindado respaldo financiero. 

Para los inversionistas, el modelo de negocio de Hi:Hab puede resultar atractivo, pues su apuesta es la de reconversión de edificios subutilizados en zonas de muy buena ubicación dentro de las ciudades, a la par de desarrollar su primer coliving, en el Poniente de Ciudad de México, su principal mercado.
 

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Fernanda Celis
Directora Editorial Newsletter AXIS
Especialista en Negocios y Finanzas.