La empresa eléctrica estatal, Comisión Federal de Electricidad (CFE), que busca volver a ser la mandamás de la industria eléctrica del país, está al menos reconociendo las presiones externas para que reduzca sus emisiones de bióxido de carbono a la atmósfera.

Ejecutivos de la compañía, que está bajo fuego por su afán de dar marcha atrás a los cambios que abrieron el sector eléctrico nacional a los capitales privados, descartaron que CFE esté considerando edificar nuevas centrales carboeléctricas, como la han acusado quienes no quieren que se aprueben los cambios constitucionales que propuso el presidente Andrés Manuel López Obrador y que, en lugar de buscar un mejor diseño para una mejor competencia entre CFE y los productores de electricidad privados, quiere someter a éstos a los designios de la empresa estatal.

Actualmente, CFE solo produce 7% de la totalidad de la electricidad que genera de tres pantas eléctricas de carbón. La compañía, con sede en Ciudad de México, no tiene contemplado construir más; aun cuando se aprueben los cambios constitucionales y ella retome el control del sector.

Si bien muchos expertos reconocen que el sistema regulatorio actual no presenta un piso parejo para CFE, también consideran contraproducente la propuesta presidencial porque dinamita las ventajas que ha traído la apertura del sector a los capitales privados, en lugar de solo modificar la regulación para que la empresa estatal pueda competir mejor contra los privados y que ambos tipos de compañías estén bien reguladas por el gobierno con entes regulatorios autónomos..

El asegurar que no producirá más electricidad con carbón es el menos malo de los cambios que traerá la reforma constitucional si se aprueba y que muchos ven como perjudiciales para el futuro económico del país al volver a depender de una sola empresa, que no es necesariamente las mejor manejada del mundo ni la más eficiente, para la generación de la energía que requiere el país para su desarrollo futuro.
 

Los nubarrones que durante semanas cubrieron el cielo de Grupo AeroMéxico, parecen disiparse.

La aerolínea recibió una nueva propuesta de financiamiento para concluir su reestructura bajo la Ley de Quiebras de Estados Unidos, que incluye al administrador de fondos Apollo Global Management y que ya decidió otorgar un financiamiento preferencial de mil millones de dólares.

La nueva propuesta también contempla la participación de otros acreedores de la compañía y un grupo de accionistas mexicanos, y sustituye a la presentada previamente y que dejaba fuera a los fondos de Apollo, que tienen posibilidad de convertir en acciones de la empresa reestructurada, parte del financiamiento preferencial que le otorgó.

Si bien los detalles del acuerdo se desconocen, como el monto total y la tenencia accionaria final, con él parece ponerse punto final a la confrontación que la aerolínea mantenía con los fondos de Apollo, que fueron excluidos de una primera propuesta y que será desechada de manera formal en la próxima audiencia en la corte de Nueva York encargada del caso, cuya fecha aún no se define.

La empresa mexicana recurrió al Capítulo 11 de la ley estadounidenses al estar agobiada por la pandemia de covid-19. El recurso lo presentó la compañía de aviación a mediados de 2020. Al estar en la recta final del proceso, ha aplazado las fechas límite de etapas clave, como la del lapso que tiene para conseguir el respaldo de sus principales acreedores a su plan de reorganización.

Aún está por verse así si AeroMéxico logrará el objetivo de finalizar su reestructura antes de concluir el año, una demanda externada por sus tripulaciones, a las que les gustaría tener mayor claridad sobre su futuro, tanto en tierra como en el aire.

 
 

Claro Shop tiene un buen regalo de Navidad a quienes usen su plataforma electrónica para sus compras.

A partir de ahora y gracias a su asociación con la compañía australiana Zip, quienes usen su servicio con una tarjeta de débito --no crédito-- podrán ya realizar sus compras con pagos quincenales y sin intereses, algo que hasta ahora no ha ocurrido con ese tipo de plásticos.

Nadie hasta ahora en México había ofrecido la modalidad de “compara ahora, paga después” con plazos quincenales y tarjetas de débito. La mayoría de esta tipo de fórmulas para pagar se ha concentrado en desembolsos mensual y con tarjetas de crédito, o lo que popularmente se conoce como ‘meses sin intereses’.

Pero ahora el plazo se ha acortado y se ofrece, por primera vez, a los usuarios de tarjetas de débito. Claro, esto solo ocurrirá por ahora en Claro Shop, la plataforma de e-commerce del gigante de las telecomunicaciones latinoamericano, América Móvil.

De acuerdo al socio australiano de Claro Shop para ofrecer esta nueva modalidad de pago con tarjeta de débito, alrededor de 30 mil usuarios serán favorablemente impactados con la posibilidad de postergar los pagos que hagan por sus compras con sus tarjetas de débito en esa plataforma digital electrónica.

Algo nada despreciable para comprar ahora y pagar después (buy today, pay later) que Zip maneja y que ofrece ya a más de ocho millones de usuarios en 13 países del mundo, a través de 55 mil comercios.
 

El atractivo de las inversiones de capital de riesgo en América Latina continúa y, entre ellas, las llamadas proptech, o firmas que recurren al uso de tecnología para la administración de servicios inmobiliarios, tienen cada vez más fuerza.

La chilena Houm es la nueva apuesta dentro de las proptech latinoamericanas, luego de obtener 35 millones de dólares en su primera ronda de financiamiento, en la que participar algunos de los principales fondos de capital de riesgo de Silicon Valley.

Los planes de la chilena son claros, y con los recursos buscará expandir su presencia en la región, incluido México, donde otras proptech encontraron ya una oportunidad de negocio.

Cuente entre ellas a la también chilena Neivor, que permite la administración de condominios; las colombianas Habi y Aptuno, la primera un intermediario para la compra de vivienda usada y la segunda para vivienda en renta.

También está La Haus, que recientemente anunció que admitirá el bitcoin como forma de pago para inmuebles en el país.

Todo ello en el marco del crecimiento de las inversiones de capital de riesgo en América Latina, que en lo que va del año suman ya 11 mil 500 millones de dólares, cinco mil de ellos en el tercer trimestre del año.

 
 

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Fernanda Celis
Directora Editorial Newsletter AXIS
Especialista en Negocios y Finanzas.