El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, volvió a utilizar su palestra matutina para señalar que no le parecen las condiciones de un contrato firmado por Pemex, para proveer de etano al complejo petroquímico Etileno XXI, controlado por la mexicana Idesa y la brasileña Braskem, una compañía vinculada a la controvertida Odebrecht.

El acuerdo, firmado durante la administración de Felipe Calderón, fue calificado como un “robo a la nación” por el mandatario, por lo que Pemex, que ha tenido problemas para cumplir con la provisión de etileno pactado, inició el proceso para cancelarlo.

Para Braskem-Idesa, que ya ha comenzado a importar etano desde Estados Unidos ante la baja de Pemex , el contrato aún continúa vigente y válido.
 

Alfa es uno de los más diversificados y grandes conglomerados empresariales de México, pero en los últimos tiempos no la ha pasado de lo mejor y se acerca a su cuarta caída de flujo operativo en cinco años.

La compañía ha emprendido diversas acciones para mejorar su situación y su valuación en el mercado, lo que ha incluido la optimización de activos de algunos de sus negocios.

Su última idea fue separar Nemak, su división de autopartes, como una empresa totalmente independiente, lo que al parecer resultará excelente, pues tanto analistas como inversionistas aplaudieron la propuesta, que se tratará en asamblea extraordinaria.

El gobierno de México firmó un convenio con las Naciones Unidas para la adquisición de equipo médico, vacunas y medicinas en el extranjero, pese a que algunos grupos al interior no ven con buenos ojos la compra de estos bienes en otros países.

No importando eso, el presidente López Obrador celebró con bombo y platillo la firma del convenio, y además, dijo que pretende crear una distribuidora estatal para que se distribuyan los medicamentos, porque ¡No es posible que los refrescos y las papitas sí lleguen a todo el país pero los medicamentos no! 

Aunque México tendrá que pagar un costo a la ONU por la adquisición de sus servicios, el gobierno no especificó de cuánto sería.

Por supuesto que algunos empresarios salieron a defender sus intereses diciendo que la calidad de los medicamentos del extranjero no será tan buena como la de los de aquí, sin embargo, la ONU y la OMS tienen otros datos.

La recuperación de los precios del crudo se ha desacelerado ante las amenazas de que un aumento de casos de covid-19 en el mundo motive a nuevas medidas de aislamiento generalizado entorpeciendo la demanda de hidrocarburos.

Para Petróleos Mexicanos, la emisora de deuda que estuvo en la gloria del grado de inversión y ahora se encuentra en grado especulativo –un ángel caído--, los bajos precios de su crudo son una soga que le ha propiciado grandes pérdidas a las que se suman su baja producción.

Y tras la debacle de los precios en abril pasado y de recuperaciones en mayo y junio de tres y dos dígitos, respectivamente, en julio apenas recuperó 7.76% contra el mes previo, y se encuentra 33% abajo del cierre del año pasado.

De hecho, ante el menor flujo y pérdidas en el primer semestre de ocho veces las registradas en el mismo periodo del año pasado, es que la petrolera estatal busca contratos de trueque para poder importar las gasolinas que aquí no logran producirse para atender la demanda.

La crisis sanitaria ha abierto una mar de oportunidades para los inversionistas, en medio del panorama de temor, el precio del oro ha sido la estrella en las carteas de inversión.

El metal amarillo subió más de 9% en julio, su mejor ganancia mensual desde enero de 2012, y en el intradía, los contratos a futuro de diciembre han coqueteado con el psicológico de los dos mil dólares por onza.

Una suma de factores ha sostenido la supremacía del oro: el miedo de mayores daños económicos generado por la pandemia de coronavirus, la alta liquidez en los mercados, como consecuencia de las medidas monetarias y fiscales ultra laxas, y las cada vez más débiles expectativas económicas globales.

De ahí que el impulso del oro se da a la par del descenso del dólar, que suele ser visto por los inversionistas como un refugio seguro rival del metal amarillo.

El índice DXY, que rastrea el desempeño del dólar frente a una canasta de seis monedas, se depreció más de 4% en julio, su mayor caída mensual en casi una década.
 

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Fernanda Celis
Directora Editorial Newsletter AXIS
Especialista en Negocios y Finanzas.