Tras la finalización de la reestructura, el administrador de fondos de inversión estadounidense Apollo Glboal Management y la aerolínea Delta Airlines serán los principales accionistas de AeroMéxico. Foto archivo
Tras la finalización de la reestructura, el administrador de fondos de inversión estadounidense Apollo Glboal Management y la aerolínea Delta Airlines serán los principales accionistas de AeroMéxico. Foto archivo

17 de mar. (Axis Negocios) -- Grupo AeroMéxico, la aerolínea más longeva de México y la única que tiene aviones para realizar vuelos trasatlánticos, concretó su salida del proceso de restructura que inició a mediados de 2020 cuando, como todas las aerolíneas del mundo frenó sus operaciones de forma dramática a causa de la peor pandemia en un siglo. Ahora, con una estructura renovada, incluso ya anunció sus primeras inversiones.

     El proceso que llevó bajo el amparo de las leyes mercantiles de Estados Unidos le permitió hacer frente a deudas por más de tres mil millones de dólares, la deja con mil 500 millones en la mano para impulsar sus operaciones y cambió por completo su estructura de capital.

     “En Aeroméxico estamos listos para volar con un nuevo aire”, escribió en un comunicado Andrés Conesa, director general de la aerolínea fundada en 1934. “Hoy es un día muy emocionante para Aeroméxico y estamos listos para alcanzar nuevas alturas mientras emergemos del Capítulo 11”.

     La compañía, cuyas proyecciones la plantean como un negocio más grande y rentable que en 2019 para 2023, incluso anunció planes para invertir cinco mil millones de dólares los próximos cinco años, recursos que entre otras cosas le permitirán mejorar su flota, en tiempos en los que el combustible es el gasto más oneroso para este tipo de compañías.

     Si bien AeroMéxico paulatinamente redujo su flota los últimos años desde que enfrentó contratiempos operativos producto de las fallas que el constructor Boeing debía revertir en aviones de pasillo único 737 MAX, y en la pandemia redujo dicha flota aún más, a partir de 2021 volvió a incrementar el número de aviones en servicio y sumará 22 más en 2022 para cerrar el año en 147 aviones.

     La conclusión del plan implicó la emisión de nuevas acciones para hacer frente a las inyecciones de capital social de los acreedores e inversionistas que formaron parte de su plan de reestructura, lo que también significó la dilución prácticamente total de los papeles cotizados en el menguante mercado de capitales mexicano.

     El cierre de los procesos fue realizado un día después de la fecha original prevista por la aerolínea del “caballero águila”.

     La aerolínea emitió 682.1 billones de acciones adicionales a las 682.1 millones de títulos que representaban su capital, y posteriormente realizó un split inverso que implicó que cinco millones de acciones pasaran a convertirse en una de la nueva serie, para finalizar con 136.4 millones de papeles en total.

     Por esa razón, los 682 millones de instrumentos previos a la emisión terminaron por convertirse en 136 instrumentos de la nueva compañía, o 0.0001% del total en circulación.

     Quienes no tenían cinco millones de acciones para recibir una nueva, fueron reembolsados por sus instrumentos con una valuación que daba al paquete de cinco millones de papeles un precio de 18.7 dólares, unos 380 pesos.

     Esa valuación se basa en el valor que ahora ostenta AeroMéxico como parte de los cálculos de su reestructura, que es de dos mil 560 millones de dólares, una cantidad 35% superior que la más alta capitalización de mercado que la empresa tuvo en bolsa, de mil 891 millones de dólares.

     Con ello, el administrador de fondos de inversión estadounidense Apollo Glboal Management y la aerolínea Delta Airlines son ahora los principales accionistas de AeroMéxico, que también incluirá a nuevos inversionistas y acreedores reconocidos --como los fondos The Baupost Group, Silver Point Capital, Oaktree Capital Management--.

     Los inversionistas aportaron 720 millones de dólares a la empres (adicionales al financiamiento preferencial que terminó por dar a Apollo una participación en el capital), que junto con un nuevo plan de emisión de deuda por 760 millones dejan a la compañía con casi mil 500 millones en su nueva etapa de crecimiento.

     Ello demuestra “el reconocimiento al valor de largo plazo que la compañía puede crear en su servicio a los clientes como aerolínea de bandera de México”, escribió la empresa en el comunicado.

     AeroMéxico se acogió al capítulo 11 del Código de Quiebras estadounidense en 2020, año que le representó un recorte de 58.5% de ingresos, la generación de un flujo de operación negativo y la multiplicación por más de 15 veces de sus pérdidas netas.

     La pandemia, que provocó caídas de tráfico mensuales de más de 90%, vino a dar el tiro de gracia a las finanzas de la aerolínea, que vivía otras dificultades como el desuso temporal de las aeronaves 737 MAX del fabricante Boeing, por lo que todo 2019 ya había sido un año de caídas de usuarios.

     Mediante la bancarrota, proceso al que recurrieron empresas alrededor del mundo como Latam y One Airlines, de Chile y Avianca, de Colombia, la mexicana consiguió de Apollo un financiamiento preferencial de mil millones de dólares.

     El cierre fue concretado tres días después de finalizada la oferta mediante la que Sociedad Alinfra, un vehículo formado por directivos del fideicomiso inmobiliario Fibra Orión, adquiriera 19.5% de las acciones de AeroMéxico con un precio individual de un centavo de peso, interés que también sufrió la dilución.

     Así, las acciones de la compañía en bolsa, que comenzaron a cotizar en abril de 2011, marcaron su último precio de cierre el 16 de marzo en 0.43 centavos, el último de una serie de mínimos históricos que registró ante el avance de la reestructura y la inminente dilución.

     AeroMéxico y sus nuevos accionistas no se han expresado sobre la posibilidad de que la compañía regrese a cotizar al mercado con sus nuevas acciones o si existen planes para eliminar su pertenencia al Registro Nacional de Valores.

     Lo cierto es que el final del proceso por el cual la línea aérea más longeva de México retomó el orden financiero y operativo también tiene consecuencias para las bolsas de valores locales.

     Hace un lustro que el mercado bursátil local solo ha visto una nueva emisora de acciones, la firma fotovoltaica Cox Energy América, y en cambio diversas compañías están decidiendo abandonar la vida pública.

     Entre ellas están la operadora de gasoductos y parques eólicos Infraestructura Energética Nova (hoy Sempra Infraestructura), el prestador de servicios de internet y telefonía Maxcom Telecomunicaciones, la productora de papel y derivados Bio Pappel, y la productora de lácteos líder del país Grupo Lala.

     Incluso otras firmas han frenado sus listados en el país, como la minorista especializada Grupo Coppel, la financiera Banca Mifel, o la que pretendía ser una compañía de adquisición con propósito especial (spac, por sus siglas en inglés) enfocada en el sector inmobiliario Bricks Acquisition Company.

 

* Patricia Guerrero colaboró con esta historia.

 


Fecha de publicación: 17/03/2022

Etiquetas: AeroMéxico aerolíneas México dilución acciones emisión plan de reestructura