El mandatario dijo que, tras enterarse de su contagio, regresó de Yucatán a Ciudad de México para permanecer unos días en aislamiento antes de retomar sus actividades, aunque sus síntomas no son graves. Foto Presidencia de México
El mandatario dijo que, tras enterarse de su contagio, regresó de Yucatán a Ciudad de México para permanecer unos días en aislamiento antes de retomar sus actividades, aunque sus síntomas no son graves. Foto Presidencia de México

24 de abr. (Axis negocios) -- La salud del presidente Andrés Manuel López Obrador se puso de nuevo bajo escrutinio público tras anunciarse que contrajo covid-19, en medio de cuestionamientos generados a partir de lo que podría ser una pobre y limitada estrategia de comunicación.

     En las primeras horas del domingo, versiones sobre un presunto desvanecimiento del mandatario --e incluso de un infarto--, durante su gira de trabajo en Mérida, Yucatán, comenzaron a circular en redes sociales y reportadas por algunos medios locales, como el Diario de Yucatán.

     Dichos reportes sostenían que el presidente López Obrador tenía programada una reunión con el gobernador de la entidad, Mauricio Vila, pero fue cancelada para viajar de inmediato de regreso a Ciudad de México. No obstante, minutos después el vocero de la Presidencia de México, Jesús Ramírez Cuevas, descartó la información --que calificó como falsos rumores-- y sostuvo que la gira de trabajo continuaba tal como estaba previsto.

     Sin embargo, horas despues fue el mismo presidente quien informara, vía Twitter, que se encontraba contagiado de covid-19 por tercera ocasión desde el inicio de la pandemia. Además, también confirmó su regreso a la capital del país.

     “Ni modo, amigas y amigos: salí positivo a covid-19. No es grave. Mi corazón está al 100 y como tuve que suspender la gira, estoy en la Ciudad de México y de lejitos festejo los 16 años de Jesús Ernesto. Me guardaré unos días. Adán Augusto López Hernández encabezará las mañaneras. Nos vemos pronto”, indicó el mensaje en la red social.

     Posteriormente, el gobierno de México publicó un comunicado que solo repitió la información del tuit del presidente, sin abordar los rumores que ya circulabana a plenitud en redes sociales y en algunos medios, como el hecho de su supuesto retorno de emergencia, su supuesta hospitalización en una unidad de terapia intensiva en un hospital militar y el supuesto desmayo. Nada. El escueto comunicado no abordó lo que ya se desbordaba y generaba inquietud.

     Así, la tardanza en la confirmación del contagio del presidente y la falta de evidencia sobre su estado de salud --como pudo ser un breve video con el presidente platicando o una fotografía suya sentado en el avión de regreso, como de hecho ocurrió en ocasiones anteriores de rumores similares-- dieron pie a las grandes dudas en muchos grupos poblacionales sobre si la salud del político tabasqueño, de 69 años y que en 2013 sufrió un infarto agudo al miocardio, además de tener otros padecimientos, como presión arterial alta, era la que su gobierno y él decían que era.

      Los rumores se expandieron además porque el reportero Joaquín Orlando Chan Caamal, de el Diario de Yucatán, reportó, con alto nivel de riesgo y falta de profesionalismo, que tenía “versiones de presunto desvanecimiento” del presidente López Obrador. Un medio y un periodista no deben, en principio, reportar información que no ha podido por sí mismo corroborar o que provenga de fuentes confiables.

     Frente al vació de información que hubo por muchas horas y frente a las dudas que ha generado la comunicación gubernamental, algunas organizaciones, como la denominada Sociedad Civil MX --que agrupa a figuras identificadas como opositoras al gobierno del presidente López Obrador--hicieron un llamado para exigir información detallada sobre la salud del presidente.

     “Como ciudadanos, tenemos el derecho a conocer la verdad y a tener acceso a la información confiable sobre los asuntos que afectan a nuestra nación”, escribió la asociación en una misiva publicada en redes sociales. “En este caso en particular, la salud del presidente es un tema de suma importancia para el país y la estabilidad del gobierno”.

     Hoy, Adán Augusto López Hernández, el secretario de Gobernación, quien tomó el lugar del mandatario en su habitual reunión matutina con medios de comunicación desde Palacio Nacional, la mayoría de esos medios afines, destacó que el presidente goza de un excelente estado de salud y que prueba de ello es que el primer mandatario tiene una agenda llena de eventos. El funcionario agregó que el presidente se encuentra en comunicación con integrantes del gabinete federal, pero de igual manera no ofreció la más mínima evidencia de que sus palabras estuviesen respaldadas por pruebas. 

     Aun cuando es muy poco probable que el secretario de Gobernación haya mentido, por las consecuencias que eso tendría para su futuro político --él es considerado uno de los contendientes para ser el próximo candidato presidencial del partido en el poder Movimiento Regeneración Nacional (Morena)--, la manera como el actual gobierno y el mismo presidente manejan la información, con verdades a medias o manipulando la realidad para que se adapte a su forma de pensar, hacen hasta cierto punto comprensible que la palabra de las autoridades tenga, en algunos círculos, principalmente los de sus críticos, poca credibilidad.

     "No hubo traslado de emergencia, ni desvanecimiento", dijo López Hernández, en la reunión matutina con medios, en la que añadió que espera que el presidente regresaría a sus actividades normales en los próximos dos o tres días. "Las especulaciones son producto de la malquerencia de algunos. . . Eso quisieran, pero goza de cabal salud".

     El secretario de Gobernación, sin reflexionar que las especulaciones pudieron también deberse a un mal manejo de la comunicación gubernamental, agregó que mañana se dará un nuevo parte médico sobre la salud del presidente y que estarán actualizando constantemente la situación.

     "Tengan la seguridad de que estaremos informándoles permanentemente, incluso mañana en la mañana estaremos presentándoles un reporte actualizado", dijo el funcionario.

     Esta no es la primera ocasión en que el manejo de la información sobre la salud del presidente es poco clara. En enero de 2022, el propio mandatario informó que fue sometido a un cateterismo como parte de las revisiones médicas rutinarias de las que es sujeto a raíz del infarto. Dicho procedimiento fue realizado días después de que el mandatario se recuperara de su segundo contagio de covid-19.

     En aquella ocasión, la intervención médica al presidente causó cierta inquietud por la forma en que fue comunicada, ya que nunca hubo un aviso previo de que sería realizado el cateterismo ni que el procedimiento lo habían recomendado los médicos tiempo atrás.

     Los rumores sobre el traslado del presidente a un hospital no se hicieron esperar. Ante ello, y para contener las especulaciones sobre ese traslado, Jesús Ramírez, emitió un tuit indicando que López Obrador había ingresado “al Hospital Militar de la Secretaría de la Defensa Nacional para llevar a cabo una revisión médica de rutina programada”.

     El presidente López Obrador cuenta actualmente ya con tres vacunas contra la covid-19 luego que hace poco más de un mes, el 7 de diciembre, recibió una vacuna de refuerzo de AstraZeneca tras las recibidas, de la misma farmacéutica, en abril y junio.

 


Fecha de publicación: 24/04/2023

Etiquetas: López Obrador covid enfermedad