La refinería Dos Bocas que construye Pemex ha resultado mucho más cara de lo que el gobierno anticipó, lo que ha drenado recursos que Pemex pudo haber utilizado para mejorar su capacidad de extracción y producción de crudo, una actividad mucho más rentable que la refinación, en la que la petrolera pierde millones de pesos año con año. Foto Secretaría de Energía
La refinería Dos Bocas que construye Pemex ha resultado mucho más cara de lo que el gobierno anticipó, lo que ha drenado recursos que Pemex pudo haber utilizado para mejorar su capacidad de extracción y producción de crudo, una actividad mucho más rentable que la refinación, en la que la petrolera pierde millones de pesos año con año. Foto Secretaría de Energía

11 de sep. (Axis negocios) -- Petróleos Mexicanos muy probablemente vio con gran simpatía y con gran angustia a la vez, el presupuesto que presentó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público al Congreso el viernes pasado.

     Por un lado, la compañía petrolera estatal podrá recibir una inyección de 145 mil millones de pesos (ocho mil 253 millones de dólares), un monto nada despreciable, para poder enfrentar casi la totalidad --75%-- de los 10 mil 900 millones dólares en vencimientos de deuda en moneda extranjera que enfrentará el próximo año.

     Además, como parte del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para el próximo año y que debe ser ratificado por la Cámara de Diputados en las próximas semanas, la petrolera estatal entregará un menor porcentaje al gobierno federal de sus utilidades. Esto gracias a que Hacienda también propuso recortar una vez más el llamado Derecho de Utilidad Compartida (DUC), o el principal impuesto que paga Pemex al Estado mexicano, de 40 a 35%.

     Esta menor entrega de recursos al gobierno, los podrá usar también Pemex para pagar el resto de los adeudos en moneda extranjera que vencen en 2024.

     Así, muy probablemente ambas medidas --la inyección de fondos y la reducción de la tasa impositiva DUC--, resultarán benéficas para la empresa y sus altos ejecutivos, ya que gracias a ellas la compañía podrá eliminar las preocupaciones que año con año se ciernen sobre Pemex en cuanto a si podrá o no cumplir con los pagos a los tenedores de sus bonos globales.

     Como efecto secundario, las medidas también podrán quizás apaciguar a las agencias calificadores, que a lo largo de los últimos años han venido degradando la calificación y la perspectiva crediticia de Pemex ante su pobre desempeño financiero y operativo. Este último aspecto, el operativo, que quizás sea el más relevante para esas empresas calificadoras, no habrá aparentemente cambiado mucho, aun cuando la empresa tenga recursos en el corto plazo para pagar sus adeudos.

     “En el corto plazo, esto que está haciendo el gobierno es algo normal, porque Pemex no puede fracasar, en el sentido financiero de la palabra. El apoyo financiero para pagar deudas estará porque de no estar sería peor”, dijo Jesús Carrillo, director de Economía Sostenible con el centro de investigación Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en una llamada telefónica, advirtiendo que si Pemex no mejora su productividad y eficiencia las acciones paliativas que pretende el gobierno en su presupuesto el próximo año no servirán para corregir los problemas de fondo de Pemex. “Ver tantos recursos del Estado que van y van, pero no vemos los cambios de tendencia en la producción, no vemos que se reduzcan las pérdidas de refinación” es grave.

     Por otro lado, la mala noticia para Pemex provino del monto de recursos que el gobierno planea permitir que ejerza la empresa el próximo año. En total, Pemex podrá gastar, si se aprueba el presupuesto presentado en sus términos, 456 mil 21 millones de pesos (26 mil 360 millones de dólares), o el monto más pequeño en lo que va del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador.

     Los recursos asignados serán, de hecho, casi una tercera parte inferiores --32.8%-- de lo aprobado para este año. En 2023, Pemex tiene autorización gubernamental para ejercer un gasto de 678 mil 406 millones de pesos, el segundo monto más alto de al menos la última década.

     El menor presupuesto de Pemex es, de acuerdo, a los expertos, una mala noticia para contratistas y proveedores, que han sufrido retrasos por parte de Pemex a lo largo de los últimos años y que son motivo de preocupación entre los inversionistas internacionales.

     Si bien, esos inversionistas no sufrirán muy probablemente un incumplimiento por los recursos adicionales que le permitirá tener el gobierno, el hecho que la empresa no esté al corriente con sus proveedores y contratistas genera inquietud, tanto en México como en el extranjero. La falta de pagos deja entrever la debilidad financiera de la compañía para mejorar su capacidad productiva, principalmente en el área de exploración y producción de crudo, que es la más rentable y que es en la que la empresa no pierde dinero, como sí ocurre en el caso de la refinación.

     “Los adeudos a proveedores son los que hacen mucho ruido en Nueva York”, dijo Luis Miguel Labardini, consultor en materia energética para la firma Marcos y Asociados, en un mensaje de texto.

     Muchos así dudan que Pemex podrá aumentar el nivel de inversión de este año de cerca de 17 mil millones de dólares, al tiempo que tampoco podrá cubrir los cerca de 14 mil millones de adeudos a proveedores y contratistas.

     Frente a estas limitaciones, los analistas aseguran que el gobierno de López Obrador no podrá cumplir con la promesa que hizo al inicio de su gobernó de elevar la producción petrolera de la empresa a 2.4 millones de barriles diarios. En lo que va del año, Pemex ha producido 1.8 millones de barriles de petróleo crudo más condensados en promedio, una cantidad 5.6% superior a la del año pasado de 1.76 millones, pero aún 25% inferior a la meta para el cierre del sexenio.

     Un elemento que en teoría podría ayudar a Pemex a mejorar su situación operativa es que el precio del crudo estimado por el gobierno para el próximo año resulte inferior al que obtenga la compañía en los mercados internacionales. Para el año que entra, las autoridades hacendarias estiman que Pemex venderá su petróleo en 56.7 dólares el barril, un monto que algunos ven bajo. En lo que va de 2023, Pemex ha logrado colocar su crudo de exportación a un precio promedio de 68.67 dólares, de acuerdo a datos del sistema informativo Hub de Infosel, empresa controladora de este portal financiero.

     Si el precio del crudo se mantiene en niveles superiores a 60 dólares el barril, la empresa petrolera podría contar con más recursos, aunque solo podría usar el exceso de fondos para pagar sus adeudos, a menos que las autoridades hacendarias le permitieran usarlos con otros propósitos.  Algo que los especialistas no saben si ocurrirá.

 


Fecha de publicación: 11/09/2023

Etiquetas: México economía Pemex crudo petróleo gobierno Hacienda presupuesto