Sofomes preparan propuesta regulatoria ambiciosa para cambios sectoriales pendientes

21 de sep. (Axis negocios) -- Las sociedades financieras de objeto múltiple (sofomes), los prestamistas no bancarios más grandes del país, tienen entre sus principales pendientes cambios en sus reglas de operación, en medio de un panorama de oportunidades para el país y retos para el sector.

     Después de años de buscar cambios específicos, como mayor apoyo de la banca de desarrollo o modificar su denominación legal, ahora preparan, desde la Asociación de Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (Asofom), una propuesta regulatoria que impactará varias reglamentaciones y que atiende la mayoría de sus preocupaciones.

     “El sector está en su mejor y más crítico momento de la historia, por un lado continúa creciendo colocando crédito a pequeñas y medianas empresas y a personas que no tienen acceso a la banca tradicional”, dijo en conferencia Enrique Presburguer, presidente de Asofom. “Han sido años retadores para el sector y sin embrago, la buena noticia es que seguimos creciendo gracias que en Asofom estamos buscando alternativas de fondeo para todo el sector”.

     Las modificaciones a las reglas se dan en un contexto en el que las autoridades y las empresas financieras relacionadas con el negocio de los mercados públicos están a la espera que el Congreso de la Unión termine el trámite legislativo de las reformas al sector con las que buscan revivir un mercado que, del lado de la colocación de capitales, enfrenta una sequía duradera.

     El planteamiento de las sociedades financieras de objeto múltiple requerirá también de trámite legislativo en el caso de buscar cambios a nivel legal y no solo reglamentario.

     La propuesta, que será presentada ante las autoridades financieras en los próximos meses, llega luego de otros esfuerzos de las sofomes, que tienen una cartera conjunta de más de un billón de pesos (alrededor de 50 mil millones de dólares), para mejorar su cabildeo.

     Entre ellos estuvo la formación de la Confederación de Asociaciones de Instituciones Financieras Especializadas (CAIFE) en abril, en la que Asofom unió fuerzas con el Consejo Mexicano de Uniones de Crédito (Conunión) la Asociación Mexicanas de Empresas de Nómina (Amden), la de Sociedades Financieras Populares (Amsofipo), y la de Factoraje Financiero (Amefac), entre otras.

     Además, llega en un momento en que los prestamistas no bancarios, aunque dicen contar con finanzas sólidas, han enfrentado retos de liquidez a partir de la menor confianza de inversionistas, principalmente internacionales, a partir de los problemas financieros presentados por gigantes del sector como Unifin y Crédito Real.

      Crédito Real entró en liquidación y ha alcanzado diversos acuerdos con acreedores y venta de activos previo a su disolución; en tanto, Unifin ya presentó una propuesta de convenio concursal con diferentes esquemas de pago, lo que incluye poner en manos de sus principales acreedores tres cuartas partes de su capital.

     Asimismo, las sofomes buscan ser partícipes de las oportunidades de crecimiento que se presentan al país, como la relocalización de cadenas de suministro, o nearshoring, que no solo traerá inversiones de gigantes como la automotriz Tesla o la cervecera Anheuser-Busch InBev, sino que dinamizará toda la economía, en especial a las pequeñas y medianas empresas, o pymes.

     Las sofomes hacen especial énfasis en las pymes ya que representan cerca de 80% del empleo formal del país y la mitad de la economía. Más de la mitad de estas obtiene su primer crédito de una entidad financiera de este tipo y 62% de la cartera de crédito del sector, que cuenta con más de dos mil entidades, está dedicada negocios de ese calibre.

     Los cambios que buscan y que no están detallados al no estar lista la propuesta, se enfocan en la necesidad de reglas claras para el sector, en temas como contabilidad, reportes de información y actividades específicas que pueden o no pueden realizar las entidades.

     Además, busca modificar puntos que el sector considera discriminatorios, como la forma en que pueden deducir cartera vencida o tratar los castigos, así como dejar de lado el nombre de entidad no regulada por el de entidad no vinculada, y proponer mecanismos para que fluya el financiamiento desde la banca de desarrollo a las sofomes.

     “Las sofomes entendemos que debemos tener una mejor política pública, necesitamos equilibrar la regulación versus los beneficios, hoy en día tenemos más sanciones y castigos y necesitamos más transparencia, así como homologar ciertos criterios con reglas más claras para compartir información financiera”, señaló Presburguer.

     Las autoridades financieras mexicanas, en el marco de la inauguración de la 17 convención de Asofom, respaldaron, a diferencia de ocasiones anteriores, el mensaje de relevancia del sector para la economía y la necesidad de atender sus retos.

     “Es de reconocer la ardua labor y compromiso de asociaciones como la asofom con la sociedad mexicana”, dijo en su discurso Jesús de la Fuente Rodríguez, presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). “Asofom ha sido pieza clave para fomentar la inclusión financiera de nuestro país, ya que por medio del fortalecimiento del sector ha ayudado a contrarrestar los principales problemas que la dificultan”.

     El funcionario resaltó que las sofomes fueron catalogadas como un sector de riesgo medio-bajo en la última evaluación nacional de riesgos de la autoridad bancaria y bursátil del país, a partir de sus esfuerzos para mantener mitigados los riesgos adecuadamente.

     Por su parte, Ángel Cabrera, coordinador de Banca y Valores de la Unidad de Banca, Valores y Ahorro de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público dijo que coincide con Asofom en la necesidad de impulsar un crecimiento económico sostenible y que beneficie a la sociedad.

     Cabrera incluso hizo referencia a los recientes retos del sector, que ha enfrentado retos de liquidez a partir de la desconfianza generada por casos de default, al señalar que “estamos convencidos que su fortaleza es mucho más amplia y que son resilientes”.

    El objetivo final de la propuesta, señaló Presburguer, es generar confianza en el sector y detonar su potencial de crecimiento.