Asofom ha tratado de mejorar la percepción del sector ante los inversionistas, algo para lo que las calificadoras crediticias consideran que la gobernanza es clave. Foto Axis
Asofom ha tratado de mejorar la percepción del sector ante los inversionistas, algo para lo que las calificadoras crediticias consideran que la gobernanza es clave. Foto Axis

25 de sep. (Axis negocios) -- Para las sociedades financieras de objeto múltiple (sofomes) la liquidez se convirtió en un tema prioritario los últimos años, desde que los inversionistas cerraron sus carteras tras perder su confianza en un sector que ha visto caer a algunas de las financieras no bancarias más grandes del país.

     Para resolver ese contratiempo, el sector debe emprender diversas acciones, entre ellas mejorar su gobernanza, de acuerdo con las principales calificadoras crediticias, con el propósito de generar transparencia y con ello confianza en los dueños del dinero.

     “Venimos de tres quiebras importantes”, dijo durante un panel de la 17 Convención de la Asociación de Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (Asofom) Carlos Díaz, director general de Moody’s Local de México. “Con ese antecedente obviamente se restringe el mercado”.

     Las sofomes, creadas hace menos de dos décadas para cubrir las necesidades de financiamiento de grandes segmentos de empresas y familias no atendidos por los bancos tradicionales, dependen en gran medida del financiamiento de actores como fondos de inversión o la banca de desarrollo debido a que no tienen la capacidad de captar recursos del público. Los depósitos significan la principal fuente de fondeo de instituciones como los bancos.

     El especialista de Moody’s hizo referencia a los casos de AlphaCredit, Crédito Real y Unifin, gigantes del sector de intermediarios financieros no bancarios que entraron en reestructura y se vieron obligados a suspender pagos, lo que las llevó a procesos de concurso mercantil e incluso disolución.

     Los problemas de esas compañías, líderes en sus subsectores como arrendamiento o crédito vía nómina y que habían colocado deuda internacional, llevaron a una pérdida de confianza por parte de sus fondeadores, principalmente los extranjeros.

     Las diferentes agencias crediticias coincidieron en que los problemas de esas firmas no fueron reflejo de una crisis sectorial ni desataron un efecto dominó, pero definitivamente afectó la situación de las sofomes.

     “Ahorita no lo estamos viendo [una crisis financiera como la de 2008 donde eran claros deterioros como capitalización]”, dijo por su parte Pedro Latapí, director general de HR Ratings. “Claramente hay una crisis de confianza en términos de fondeo”.

     Para Latapí, ante la situación, las empresas tienen que atender tres aspectos básicos, la diversificación de fondeo, el balance entre el activo y el pasivo y la gobernanza, puesto que algunos casos la quiebra de compañía destapó datos poco fiables.

     Entre las quiebras recientes, los casos de Tangerine Pomelo Group, o Tangelo y de AlphaCredit involucraron errores contables, aunque en otros, como Unifin, fue el cierre de la llave de financiamiento lo que la llevó a incumplimiento de deuda.

     Tangelo reconoció errores que la llevaron a dar de baja activos por aproximadamente 35 millones de dólares, mientras que en el caso de AlphaCredit los llamados ‘desaciertos’ impactaron más de 200 millones de sus apartados de otros activos y otras cuentas por cobrar.

     “En un sector tan grande, que tiene tantos años de haberse desarrollado en México, todavía los analistas que estamos acá, batallamos para entender cuál es la morosidad y de qué tamaño son las carteras”, dijo en el mismo sentido Marcela Galicia, directora senior del área analítica de instituciones financieras no bancarias de Fitch Ratings. “Todos los analistas del sector necesitan información clara, consistente y oportuna”.

     La especialista llamó a las sofomes, en particular a las no reguladas --aquellas que no están afiliadas a un grupo financiero, pero sí supervisa la Comisión Nacional Bancaria y de Valores-- a que emprendan prácticas de autoregulación como la revelación de información, mejora de procesos de auditoria y transparencia.

     Asofom, que agrupa a 200 de las más de dos mil entidades que operan en el país, está preparando una propuesta legislativa que, dependiendo de su versión final, podría incluir que el sector comience a realizar reportes de información periódicos a las autoridades, como ya hacen otras entidades como los bancos o casas de bolsa.

     La propuesta, que busca justamente mejorar la confianza de inversionistas, reguladores y clientes en las sofomes, también pretende atender temas como el apoyo de la banca de desarrollo, la denominación legal de las entidades y leyes que consideran discriminatorias.

     El organismo que vela por los intereses de esos prestamistas lleva años tratando de mejorar la percepción del sector ante autoridades, fondos de inversión y el público en general, una estrategia de la que forma parte la reforma que propondrá.

     “Deben reforzar, sumar, en la manera de lo posible, en gobierno corporativo, mejores prácticas, reservas más holgadas y fortalecer el capital”, señaló por su parte Daniel Martínez, director de análisis de PCR Verum Calificadora.

     En general, las agencias crediticias señalaron que la morosidad del sector es manejable y que la rentabilidad, aunque se ha deteriorado, todavía no es un tema de preocupación.

     El tema de desconfianza de los inversionistas, destacó Fitch Ratings, incluso es internacional, pues también ha afectado a las financieras no bancarias brasileñas, por lo que las sofomes deben trabajar en mostrar su fortaleza real.

     En total, las calificadoras crediticias evalúan a 100 sofomes, de acuerdo con HR Ratings, y dentro de ese universo se han registrado 12 incumplimientos los últimos años.

 


Fecha de publicación: 25/09/2023

Etiquetas: Sofomes calificadoras liquidez gobernanza contabilidad transparencia confianza Asofom México