Donald Trump supera en las preferencias electorales a Kamala Harris, a días de la elección presidencial en Estados Unidos. Foto Flickr.com (https://flic.kr/p/2pYWKVy)
Donald Trump supera en las preferencias electorales a Kamala Harris, a días de la elección presidencial en Estados Unidos. Foto Flickr.com (https://flic.kr/p/2pYWKVy)

28 de oct. (Axis negocios) -- Donald J. Trump, el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, anotó una ligera ventaja sobre su rival demócrata Kamala Harris en las preferencias electorales presidenciales de Estados Unidos, con lo cual se fortalece la expectativa de que podría volver a la Casa Blanca en 2025.

     De acuerdo con la llamada Poll of polls (encuesta de encuestas) elaborada por el portal especializado Real Clear Politics, que recoge los datos de las encuestas de varias consultorías y casas editoriales, Trump ahora tiene una ventaja de 0.2 puntos porcentuales contra Harris, con 48.6 y 48.4%, respectivamente.

     Trump no registraba una ventaja en la preferencia de voto frente a su contrincante desde principios de agosto, cuando la rebasaba por 0.4 puntos recién empezaba la candidatura de la vicepresidenta estadounidense, quien reemplazó al actual mandatario Joseph R. Biden.

     Al mismo tiempo, el expresidente afianzó su ventaja en los momios de las casas apostadoras, donde tiene 61.3% de probabilidades de ganar la elección del 5 de noviembre, contra 37.3% de Harris.

     La vicepresidenta llegó a posicionarse como la favorita para los apostadores a inicios de agosto y posteriormente en la tercera semana de septiembre, pero ha venido a la baja consistentemente desde el 22 de septiembre.

     De obtener un triunfo en las urnas, el empresario convertido en político, de 78 años, sería el primer presidente en retornar al cargo después de perder la reelección.

     No obstante, para los expertos se trata de una contienda muy cerrada y difícil de pronosticar, que posiblemente se definirá por las preferencias de unos cuantos votantes que suelen fluctuar entre los partidos Republicano --de Trump-- y Demócrata --de Harris.

     “La situación especial en esta elección presidencial es que un puñado de votantes, se habla de unos 150 mil en unos cuantos estados, serán los que decidan esta elección”, escribió Ruth Ornelas, internacionalista y economista asociada al Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales, en un artículo publicado en la Revista IMEF. “Pero además se trata de votantes de estados columpio (swing states), cuyo voto está determinado por condiciones locales y lo mismo votan por republicanos que por demócratas”.

     En Estados Unidos la elección presidencial no se define necesariamente por el voto popular, sino por aquel candidato que asegure la victoria en los estados que tienen un mayor número de votos en el colegio electoral.

     Ornelas agregó que en esta ocasión hay siete estados columpio que inclinarían la balanza hacia uno u otro candidato: Arizona, Carolina del Norte, Georgia, Michigan, Nevada, Pennsylvania y Wisconsin. En la jerga política estadounidense se define a los estados columpio como aquellos que no tienen una fuerza política tan arraigada y que pueden cambiar de preferencia en cada votación, a diferencia de otros que tradicionalmente se inclinan por algún partido.

     Como la tendencia de voto entre los estadounidenses aún no es clara, algunos economistas consideran que la volatilidad en los mercados financieros continuará hasta el día de los comicios, mientras que una eventual victoria de Trump podría, al menos en el corto plazo, fortalecer al dólar a costa de otras divisas como el peso mexicano.

     “La posibilidad de políticas expansivas en caso de un triunfo de Trump ha añadido impulso al dólar”, escribió David A. Meier, economista de Julius Baer, en un reporte. “El dólar se fortaleció la semana pasada, particularmente frente a las monedas latinoamericanas, tras los comentarios de Trump sobre su interés en los aranceles comerciales”.

     Para el analista, hay una visión generalizada de que las políticas arancelarias de Trump y sus propuestas de recortar impuestos apoyarían el crecimiento económico de Estados Unidos y, por ende, propiciarían una mayor inflación y una reacción más restrictiva de la Reserva Federal para controlarla, lo que sería favorable para el dólar.

     Sin embargo, también hay riesgo de una mayor incertidumbre política y de un deterioro en el déficit fiscal por las propuestas expansivas del candidato republicano, que acabarían por mermar el desempeño de la divisa estadounidense en el mediano plazo, de acuerdo con Meier.

     Un análisis publicado por el Comité para un Presupuesto Federal Responsable de Estados Unidos incluso encontró que la agenda de Trump, que también incluye una expansión militar y deportaciones masivas de migrantes, llevaría a que el déficit estadounidense aumentara cerca de 7.5 billones de dólares durante la próxima década, el doble de lo que crecería con Harris, quien propone impulsar el gasto en política social, recortar impuestos para la clase media y subirlos para corporaciones y hogares de altos ingresos.

     En materia comercial, ambos candidatos adelantaron que pedirán la revisión del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica, o T-MEC, en caso de llegar al poder. Trump ha expresado en repetidas ocasiones que buscará frenar la incursión de empresas chinas en México, pues cree que quieren aprovecharse del tratado y librar el pago de aranceles al exportar a Estados Unidos.

     Además, tanto Trump como Harris buscan que más empresas estadounidenses se queden en su país en vez de instalarse en suelo mexicano --lo que les resulta más económico--, a fin de proteger los empleos en industrias estratégicas como la automotriz.

     “Los trabajadores estadounidenses merecen un líder que cumpla sus promesas y los apoye cuando sea necesario”, dijo Harris en una publicación de la red social X. “Como uno de los 10 senadores que votó en contra del T-MEC, sabía que no era suficiente para proteger a nuestro país y a sus trabajadores. Muchos de los que votaron a favor de este acuerdo condicionaron su apoyo a un proceso de revisión”.

     La renegociación del T-MEC está prevista para 2026.

     Un factor adicional que observarán los analistas en los comicios del 5 de noviembre y que pudieran resultar en episodios de volatilidad para los mercados tiene que ver con la composición de la Cámara de Representantes, que actualmente está bajo control del Partido Republicano.

      “El control del Congreso es fundamental para cualquier administración republicana que quiera aprobar recortes impositivos”, escribió el equipo de analistas del banco británico Barclays, en un reporte. “También podría ser importante para la postura arancelaria: la administración Trump parecía más cómoda imponiendo aranceles a China en 2018 porque Estados Unidos había aprobado un recorte impositivo significativo a fines de 2017”.

 

 


Fecha de publicación: 28/10/2024

Etiquetas: elecciones presidenciales EUA Trump Harris preferencias electorales economía