22 de nov. (Sentido Común) -- Los interminables problemas financieros de Corporación Geo, la que llegó a ser en su momento la principal desarrolladora de vivienda en el país, finalmente llevaron a la empresa a cesar sus esfuerzos por volver a salir a flote.

     Los dueños de la compañía aprobaron liquidarla y disolverla al no encontrar solución a la insuficiencia de efectivo que la había obligado a suspender el pago de sus obligaciones financieras.

     “La asamblea tomó nota respecto del estado que guarda la sociedad, y con la finalidad de lograr una liquidación ordenada para beneficio de los acreedores y accionistas de la sociedad. . . se ordena la disolución y liquidación de la misma”, escribió la compañía, enfocada en el segmento de interés social, en un comunicado.

     La falta de liquidez derivó en la imposibilidad de Geo para generar nuevos negocios, en su caso la construcción y comercialización de bienes inmuebles, dijo la desarrolladora de más de 650 mil viviendas en el comunicado.

     Los tenedores de sus acciones designaron en la reunión a Daniel Tapia Izquierdo como liquidador de la sociedad, quien dentro de sus facultades podrá solicitar o alinear a la empresa a un proceso de concurso mercantil en estado de quiebra.

     Geo incluso podría adherirse al proceso de concurso mercantil al que fueron regresadas sus subsidiarias --Geo Veracruz y Geo Hogares de Ideales-- como consecuencia de procesos iniciados por acreedores inconformes.

     Una vez que Tapia quede inscrito en el Registro Público del Comercio como liquidador, los directivos de Geo y miembros de su consejo quedarán liberados de sus funciones.

     “La asamblea agradeció a los miembros del consejo de administración, a los miembros del comité de auditoría y prácticas societarias, al director general y a los demás directivos relevantes de la sociedad por los servicios prestados a la misma”, escribió la constructora en el documento de los acuerdos de la asamblea, a la vez que aclaró que no se reservó derecho o acción alguna en contra de los funcionarios.

     Votaron a favor de la liquidación los representantes de 70.6% del capital de la firma, mientras que 16.6% se abstuvo de votar y otro 0.25% se pronunció en contra. El resto de los dueños de la empresa no asistió a la asamblea.

     Generalmente el proceso de liquidación de una compañía, beneficia --o alcanza a retribuir-- primero a los trabajadores, luego a los acreedores --incluidos tenedores de bonos o bancos-- y al último a los socios, o poseedores del capital.

     Geo fue la primera empresa viviendera de las tres gigantes --junto con Desarrolladora Homex y Urbi Desarrollos Urbanos-- que recibió un duro golpe en 2013 ante cambios en la política de vivienda que dictó la administración del presidente Enrique Peña Nieto para beneficiar el desarrollo vertical y limitar los complejos lejanos a los centros urbanos.

     Claro que también manejos financieros irresponsables, como endeudamientos excesivos, y poco transparentes, no contribuyeron a ayudar a las compañías. De las tres, Geo es la primera en liquidarse.

     Hoy Homex y Urbi, que tampoco figuran ya entre los principales desarrolladoras de viviendas en el país, libran sus propias batallas, con la primera en búsqueda de una nueva inyección de capital y enfrentando acusaciones de haber falseado cierta información de sus reportes financieros, como haber pretendido construir y vender desarrollos que no hizo.

     Urbi, en cambio, logró ya recabar capital y ha obtenido préstamos en años recientes que la mantienen operando sin contratiempos evidentes.

     El repliegue de esas grandes compañías tal vez benefició a otras que también participaban en el segmento que cubría Geo.

     Hoy, así, la vivienda de interés social es dominada por empresas como Javer, Sadasi y Ruba, pero las 10 desarrolladoras de ese tipo de viviendas, cuya venta depende principalmente de los crédito que otorga a los trabajadores el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), solo concentran menos de un tercio del mercado.

     A Geo, que en 2012 construyó 56% de las viviendas financiadas por el Infonavit, no le ayudó que en los últimos cuatro años ese instituto, el principal financiador de vivienda para personas de bajos recursos, no otorgara ni la mitad de los créditos que llegó a dar anualmente en su mejor momento, entre 2006 y 2008.

     Además, las proyecciones de hipotecas para la vivienda de Infonavit, junto con las de otros organismos financieros gubernamentales, como el Fondo de la Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Fovissste), no anticipan incrementos en el periodo 2019-2024.  

     Junto con ese panorama, la lista de adversidades para la empresa continuó al alza.    

     En mayo, Sólida Administradora de Portafolios, la división inmobiliaria de Grupo Financiero Banorte y principal socio de Geo, inició una demanda en contra de la compañía por el supuesto incumplimiento con los acuerdos que entablaron al formar un fideicomiso, cuyo principal objetivo era adquirir terrenos para desarrollar unidades habitacionales y posteriormente venderlas.

     Esa demanda no solo significaba el retiro del apoyo de la firma con la que había desarrollado proyectos desde 2006 y que la salvó de quebrar en 2015 participando en su capital, sino que comprometía activos por casi 150 millones de dólares.

     Actualmente Geo arrastra con más de medio año de incumplir con sus obligaciones financieras, pese a que recibió un par de prórrogas de pago y presentado un plan de negocios a sus acreedores.

     En ese plan, que presentó en marzo de este año, la compañía advirtió la necesitada de una inyección de capital (157 millones de dólares) y nueva deuda (112 millones) para poder cumplir con sus obligaciones financieras.

     La empresa, con sede en la Ciudad de México, incluso moderó sus expectativas financieras y de construcción en aquel documento ante el retraso en la entrega de créditos puente, un reinicio de operaciones más lento de lo esperado y contingencias operativas legales. Las contingencias incluían los procesos legales que generó la firma Fians Capital para ser incluida como acreedora de la empresa.

     La desarrolladora de vivienda ponía entonces sus esperanzas en el incremento del precio promedio de sus inmuebles y la entrada a nuevos mercados, como Cancún, un bastión turístico del país. Con eso, Geo proyectó generar ganancias en 2020.

     Parte de la estrategia de Geo también contempló dejar de depender únicamente de desarrollar viviendas de interés social, algo arraigado por carecer de la experiencia necesaria para participar en otro tipo de construcciones, más cuando había sido principalmente constructor de viviendas desde que en las décadas de 1970 y 1980 fue contratista del Infonavit.

     Pero la empresa no tuvo tiempo para poder implementar esa estrategia, que incluía participar en otros subsectores como el medio residencial y residencial. Además, Geo, desde que salió de su problemas hace dos años nunca pudo volver a figurar entre las principales desarrolladoras de viviendas de interés social en el país.




Fecha de publicación: 22/11/2018

Etiquetas: GEO vivienda construcción México liquidación disolución quiebra