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28 de feb. (Axis negocios) -- Las distorsiones en el mercado del petróleo generadas por un desajuste en la oferta que se recrudeció cuando Rusia inició la guerra contra Ucrania en febrero del año pasado trajeron consigo un año extraordinario para las empresas productoras de petróleo, entre ellas Petróleos Mexicanos, (Pemex). Sin embargo, a diferencia de sus pares privadas su carga financiera es pesada.
Los precios del crudo llegaron a subir entre 30 y 60% en cuestión de semanas en el periodo marzo-julio y si bien es cierto que moderaron esa alza en la segunda mitad de 2022, el incremento alcanzó para que petroleras como la británica Shell y las estadounidenses Chevron y Exxon reportaran las mayores ganancias de su historia en 2022.
Esa bonanza también permeó en Pemex, la petrolera estatal de uno de los 21 países con mayores reservas de petróleo del mundo, que aumentó 60% sus ingresos totales hacia un récord histórico y 50% su flujo de operación a su mejor nivel de los últimos nueve años.
Los números son resultado “de nuestros esfuerzos de disciplina y excelencia operativa, que combinados con un entorno favorable de precios del petróleo, se siguen reflejando resultados financieros positivos”, dijo en la llamada sobre los resultados del cuarto trimestre Octavio Romero Oropeza, director general de la compañía energética.
La mezcla mexicana de exportación presentó un precio promedio anual de 89.35 dólares por barril que fue 36.8% superior al registrado en 2021 e incluso 62% por encima del precio presupuestado por las autoridades financieras mexicanas (antes del inicio de la guerra) para el año.
Ello ayudó a Pemex a reportar ganancias en 2022 por 23 mil 49 millones de pesos, las primeras en una década y las segundas más grandes de su historia, solo detrás de las generadas en 2006.
Aunque la petrolera reconoció en su informe el entorno de precios del petróleo, no perdió oportunidad para reconocerse por sus “prácticas de eficiencia soportadas por una política financiera ordenada y disciplinada”, algo en lo que los expertos no están de acuerdo.
“Sin lugar a dudas fue un muy buen año”, dijo en entrevista Diego Díaz, investigador del área económica del Instituto Mexicano para la Competitividad, o IMCO. “El desempeño de Pemex se debe a los precios internacionales y al apoyo del Gobierno Federal, no a que haya hecho algo bien”.
Para el experto entre las principales causas de la atribulada situación financiera de la petrolera estatal está su participación en el negocio de refinería, que año con año genera pérdidas e incluso el 2022 significó un lastre para las ganancias registradas por el negocio de exploración y producción, así como el costo financiero de su deuda.
Pemex podría mejorar su rentabilidad a medida que aumenta el uso de la nueva refinería de Dos Bocas, estima Anne Milne, analista del banco de inversión estadounidense Bank of America, aunque también reconoció que ello puede llevar varios años.
La petrolera mexicana es una empresa de grandes dimensiones cuyos ingresos en 2022 superaron los de la firma de telecomunicaciones América Móvil, la operadora de autoservicios Walmart de México y el conglomerado de consumo Fomento Económico Mexicano (Femsa) juntos, todos gigantes en sus respectivas industrias a nivel mundial.
Pemex cerró 2022 con una deuda total de más de 110 mil millones de dólares, que, aunque bajó por segundo año seguido, la mantienen como la petrolera más endeudada del planeta y una de las 10 compañías de cualquier giro con las mayores deudas en el mundo, de acuerdo con información recabada por Statista.
Mientras que la deuda de Pemex es más de 2.8 veces del tamaño de su flujo de operación, esa métrica se mantiene debajo de 1.0 vez para el caso de Shell, Chevron y Exxon, tres de las comercializadoras privadas de crudo más importantes del mundo, así como para Petrobras, la energética estatal de Brasil.
Pero más que el tamaño de los pasivos, lo más preocupante es que cumplir con sus obligaciones termina por reducir “los recursos de los cuales puede disponer Pemex para invertir, idealmente en el negocio de exploración y producción”, recordó Díaz.
Una métrica que lo detalla, explicó el especialista, es el capital de trabajo, una medida que compara los activos de corto plazo contra los pasivos de corto plazo para evaluar la capacidad de una compañía de enfrentar sus obligaciones más inmediatas, usando todos sus recursos disponibles.
En las firmas como Shell y Exxon el capital de trabajo supera los 25 mil millones de dólares de dólares que representan al menos la mitad de su flujo operativo, mientras que para el caso de la estatal brasileña Petróleo Brasileiro (Petrobras) es menos holgada, pero positiva, por más de cuatro mil millones de dólares. En el caso de Pemex el capital de trabajo terminó en negativo por 392 mil millones de pesos en 2022, lo que curre por noveno año consecutivo.
“Eso lo que nos está diciendo es que Pemex no tiene dinero para pagar en el corto plazo sus obligaciones menores a un año”, subrayó el experto del IMCO.
Estos problemas de liquidez a corto plazo han llevado al gobierno a tener en la petrolera una de sus prioridades, por lo que, de acuerdo con cálculos de Bank of America, durante la administración se le ha apoyado con más de 45 mil millones de dólares, algo que probablemente continuará.
“Si bien las ganancias recientes significaron una menor dependencia del soberano, el cuarto trimestre de 2022 mostró que se podrían realizar capitalizaciones del gobierno si fuera necesario, una declaración reafirmada por el emisor durante la teleconferencia de ganancias”, resaltaron expertos del banco de inversión enfocado en instrumentos de mercados emergentes BCP Securities.
La empresa ha concretado enormes refinanciamientos de deuda, pero no para mejorar las condiciones, si no para reducir sus obligaciones de corto plazo, lo que en un entorno de altas tasas de interés combinado con su situación financiera, la ha llevado a que se encarezca su deuda.
Eso “se va a traducir en mayor costo financiero, que se va a reflejar en menores recursos disponibles para Pemex para gastarlos en su operación diaria y especialmente en inversión”, advirtió el experto del IMCO. “Pemex terminará pagando todavía mayores intereses por las tasas a las que está refinanciando”.
No es casualidad que la petrolera mexicana fundada en 1938 tenga una calificación crediticia de ‘B1’ (Moody’s), el cuarto escalón en grado especulativo, mientras que Shell y Chevron ostentan ‘Aa2’ (Moody’s), tercer puesto en grado de inversión, mientras que la de Petrobras es de ‘BB-’ (Fitch), tercer escalón en grado especulativo.
Incluso en algunos aspectos, Pemex no ha logrado ser mejor de lo que llegó a ser en el pasado.
El valor de las exportaciones de petróleo crudo de Pemex quedó debajo de lo registrado en 2008, además de los años 2011 a 2013, mientras que su producción de hidrocarburos líquidos (que no ha cumplido las expectativas gubernamentales) aunque acabó en su mejor nivel cuatro años, sigue cerca de mínimos de cuatro décadas.
Ante ese panorama y atendiendo que las ganancias no serán algo que permanecerá, mientras que las obligaciones financieras (más de 16 mil millones de dólares solo en 2023 y 2024) seguirán representando un reto, el especialista del IMCO clama por reformas estructurales.
Entre ellas están reformar el gobierno corporativo para aumentar la independencia del manejo de la empresa, emprender un verdadero programa de austeridad, reanudar asociaciones estratégicas con el sector privado y comenzar a invertir en energías renovables de cara a convertirse en una energética y no solo petrolera.
Sin embargo, no deposita sus esperanzas en esos cambios.
“No creo que existan las condiciones políticas ni el interés del gobierno”, agregó Diaz. Las pérdidas la mantendrán como “Un lastre no solo para la propia Pemex si no para las finanzas públicas del país”.
Pero eso no significa que la empresa no tenga atractivo para invertir en ella, de acuerdo con Bank of America.
“Dado el apoyo soberano continuo y los precios más altos del petróleo, mantenemos nuestras recomendaciones Overweight y Marketweight sobre los bonos de Pemex, que ahora cotizan entre 250 y480 puntos base sobre los diferenciales soberanos de México”, agregaron los expertos del banco de inversión.
Fecha de publicación: 28/02/2023
Etiquetas: Pemex resultados finanzas deuda viabilidad energía petróleo