Guillermo Ortiz, exgobernador de Banco de México, cree que las políticas instrumentadas por los gobiernos de México y Latinoamérica están frenando el crecimiento económico en vez de impulsarlo. Foto archivo
Guillermo Ortiz, exgobernador de Banco de México, cree que las políticas instrumentadas por los gobiernos de México y Latinoamérica están frenando el crecimiento económico en vez de impulsarlo. Foto archivo

2 de oct. (Axis negocios) -- Las políticas públicas que han instrumentado México y otros gobiernos latinoamericanos están mermando el crecimiento económico de la región, por lo que es urgente reorientarlas para aprovechar las oportunidades de desarrollo que plantean fenómenos como el nearshoring y la transición energética, dijo el exgobernador de Banco de México, Guillermo Ortiz.

     Si bien no hay una sola causa que explique los bajos niveles de crecimiento en la región, para el doctor en Economía por Stanford University las políticas que han instrumentado el gobierno mexicano y los de otros países --como Brasil y Colombia--, lejos de promover un mayor dinamismo económico, favorecen la informalidad y plantean obstáculos para el desarrollo de las empresas, lo que a su vez se ha traducido en “baja productividad” y en las desigualdades que han afectado a la región por años.

     “Hemos tenido periodos de estabilidad que han durado décadas y hemos evitado crisis económicas, pero no hemos planteado las bases necesarias para un crecimiento rápido”, dijo Ortiz, de 75 años, en entrevista con Axis Negocios.

     Los comentarios del exbanquero parecen matizar las perspectivas de crecimiento de la economía mexicana, que en 2023 se benefició de una demanda interna sorprendentemente sólida y de la resiliencia de las manufacturas, junto con un desempeño favorable de Estados Unidos que también sorprendió a la mayoría, en un entorno de elevadas tasas de interés por presiones de precios.

     México espera que el momentum de la economía continúe en 2024, el último año del sexenio de Andrés Manuel López Obrador que termina mandato el 1 de octubre, gracias al impulso de la relocalización de empresas y al fuerte gasto que realizará el gobierno para concluir sus obras emblemáticas, lo que impulsará la demanda agregada. Aún así prevén cierta desaceleración, pues el crecimiento mayor a 3% que posiblemente se alcanzará en 2023 se reduciría hasta 2.5% en un escenario negativo el próximo año, de acuerdo con las estimaciones de la Secretaría de Hacienda.

     No obstante, al hacer un balance de los seis años en el poder de López Obrador, el crecimiento rondaría apenas 1% e incluso podría ser menor, dependiendo de cómo evolucione el producto interno bruto en 2023 y 2024.

     Al ir aún más atrás en el tiempo, la economía nacional creció 1.8% entre 2000 y 2022, lo que representa la tercera tasa de crecimiento más baja entre sus pares regionales, solo por encima de Jamaica y Venezuela, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.

     Si bien es cierto que la actual administración se enfrentó al desplome de la actividad económica durante la pandemia de covid-19, Ortiz y otros líderes latinoamericanos del Group of Thirty (G30) plantearon que el país está creciendo mucho más lento de lo que debería en un estudio publicado esta semana. De ahí la urgencia de que el sector público promueva el dinamismo en vez de limitarlo.

 

¿Por qué es importante que los gobiernos de México y Latinoamérica adopten un nuevo enfoque en sus políticas?

Si no hay crecimiento económico, difícilmente va a haber recursos para instrumentar políticas públicas que signifiquen una mejora importante en los niveles de educación, salud, oportunidades, desigualdad, etcétera. Por eso es importante enfocarnos en el crecimiento; nuestro récord en este rubro es muy malo si nos comparamos con otros países emergentes de Asia y Europa Central, salimos muy mal en general en América Latina.

     Parte de la razón por la cual no se han instrumentado políticas públicas orientadas al crecimiento tiene que ver con razones políticas, falta de acuerdos a nivel del Congreso, a nivel de partidos, y no tener una visión clara de hacia dónde vamos.

     En México tenemos dos décadas y media de estabilidad económica, hemos abierto la economía, hemos desarrollado una industria manufacturera exitosa, y esto está siendo reforzado por el tema del nearshoring, entonces, hay una oportunidad para el país. El problema es que también hay una serie de elementos que nos están jalando para atrás.

 

¿Cuáles son estos factores que limitan el desarrollo del país?

Algo muy importante es el tema de seguridad y del crimen organizado. Venimos trabajando en esto hace mucho tiempo; ya está todos los días en primera plana. Lo que está ocurriendo con el crimen organizado es increíble, entonces, desde mi punto de vista esto es lo más urgente, tener un buen diagnóstico.

     Hace unos días salió un estudio que dice que el crimen organizado es el quinto empleador en México. Yo no suscribo ese informe porque no lo conozco bien, pero ciertamente sí apunta a una situación que desalienta la inversión, la actividad empresarial y la iniciativa de la gente, porque si un negocio tiene que pagar derecho de piso, obviamente la persona lo piensa mucho para montarlo.

 

¿Cuál es su expectativa hacia 2024, sobre todo con el tema del nearshoring, que para muchos detonará el crecimiento económico?

Yo creo que es una oportunidad, sin duda. Lo que estamos viendo es un incremento importante de la inversión y también una diversificación de la inversión extranjera, porque están llegando muchos recursos de Asia e incluso de China.

     Para poder cristalizar esta oportunidad hay dos elementos fundamentales, uno es energía y otro es logística. Ha habido una contradicción en el tema energético, en las políticas energéticas en este país, como lo sabemos todos. Para que esta oportunidad se dé y se cristalice, hacia adelante habrá que poner un gran énfasis en energías limpias, en la parte de sustentabilidad, y también invertir en infraestructura y logística, tratando de extender los beneficios de este nearshoring al sur del país, porque ahí no está llegando la inversión.

 

¿Le preocupa que los procesos electorales del próximo año vayan a generar incertidumbre y nerviosismo en los mercados?

Coincidentemente, en 2024 habrá elecciones en Estados Unidos y en México. En el caso del sistema político americano, se encuentra en un momento muy complicado, porque los patrones que caracterizaban la dirección de los partidos políticos ya no funcionan igual. Es muy difícil lograr acuerdos en Estados Unidos, incluso para poder fondear al gobierno y que no se pare. Entonces, yo creo que sí hay potencial de tener una situación de mayor incertidumbre.

     En México va a depender mucho del tono de las campañas y de las propuestas que hagan los candidatos. [Se requieren] propuestas de acción de política económica que lleven a resultados; en la medida en que esta percepción permee entre los inversores, el grado de incertidumbre se reducirá y puede que haya un entorno más favorable.

 

¿Cree que la postura restrictiva que adoptaron los bancos centrales este año pesará en el crecimiento de 2024?

La gran pregunta a nivel de la economía mundial es esa. Hasta ahora la economía ha mostrado bastante resiliencia, sobre todo en Estados Unidos, donde creció por arriba de la tendencia incluso en la primera parte de este año.

     Europa sí está estancada, se ve sobre todo en Alemania, que es el motor industrial de Europa. Hay un tema de estancamiento económico, pero en Estados Unidos sigue fuerte, el mercado laboral está muy apretado, entonces hay mucha incertidumbre sobre qué tanto las tasas de interés van a reducir la demanda agregada, debilitar el mercado laboral y provocar una reducción importante de la actividad económica o incluso una recesión. Esa es la gran pregunta y yo creo que nadie tiene la respuesta.

 

 


Fecha de publicación: 02/10/2023

Etiquetas: crecimiento México Brasil Latam economía productividad empresas desarrollo nearshoring Ortiz