Viva Aerobus elige solución controversial ante disminución de flota por revisión a motores

16 de nov. (Axis negocios) -- Viva Aerobus, la segunda mayor aerolínea del país, eligió una medida controversial para sus tripulaciones en su búsqueda para aminorar el impacto que tendrá en sus operaciones la revisión acelerada de motores por parte del fabricante Pratt & Whitney, anunciado a mediados de año y que se prolongará por al menos un par de años.

     La aerolínea llevará a cabo arrendamientos húmedos, o wet leases, que permite la renta temporal de aeronaves y tripulaciones, soporte de mantenimiento y seguro de vuelo ofrecido por un arrendador internacional, previa autorización de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), la autoridad encargada de regular el transporte aéreo en México.

     “La decisión de realizar este tipo de arrendamiento es temporal y meramente estratégica para poder reincorporar, de manera casi inmediata, a su flota y tripulaciones”, dijo la empresa en un posicionamiento. “Si la aerolínea no tomara este tipo de decisiones extraordinarias, los principales afectados serían los pasajeros y colaboradores”.

     En específico, el arrendamiento de aeronaves bajo este esquema permitirá a la aerolínea evitar una severa reducción en la disponibilidad de asientos y el incremento en las tarifas; así como la cancelación de vuelos y rutas, con la consiguiente pérdida de empleos.

     También recordó que es un esquema utilizado anteriormente por la empresa, como en el retraso en la entrega de dos aeronaves al inicio de sus operaciones; o más recientemente en la crisis por contaminación de combustible en febrero de 2019.

     Si bien el wet lease es una práctica común en la aviación en casos de urgencia cuando una aerolínea enfrenta insuficiencia de flota o equipos en tierra por fallas mecánicas, la medida anunciada por Viva Aerobus resultó controversial debido a que, ante la falta de proveedor nacional de ese tipo de servicio, buscó un arrendador internacional, lo que implica que las tripulaciones son de origen extranjero.

     Ello no fue bien recibido por la Asociación de Pilotos Aviadores de México (ASPA), la organización sindical que agrupa a los pilotos de Grupo AeroMéxico, pero que en los últimos años ha ganado relevancia en la defensa de los derechos laborales del sector.

     Para los pilotos de ASPA, la decisión de Viva Aerobus viola el artículo 32 de la Constitución mexicana, que establece como requisito indispensable la nacionalidad mexicana para pilotos que tripulen aeronaves dedicadas al tráfico aéreo dentro del país. También apuntó que la presencia de pilotos extranjeros cubriendo rutas domésticas e internacionales de aerolíneas mexicanas es un precedente negativo en la lucha por el respeto de los derechos laborales de los empleados del sector.

     “Es necesaria la revisión del tema por parte de las autoridades aeronáuticas, quienes deben vigilar el respeto a nuestras leyes y proteger las fuentes de empleo nacionales”, apuntó el sindicato en un comunicado.

     La postura de ASPA contrastó con la del Sindicato de Trabajadores de la Industria Aeronáutica (STIA), que representa a los pilotos y sobrecargos de Viva Aerobus y que dijo confiar en que el plan definido por la empresa está enfocado en evitar afectaciones al personal.

     Viva Aerobus es una de las más de 40 aerolíneas afectadas por la revisión de motores anunciada en julio por el fabricante para los motores GTP producidos entre 2015 y 2021. La revisión afectará entre 15 y 20% de su flota total –compuesta de 78 unidades al cierre de septiembre-- y cuya inspección será realizada entre 2024 y 2026.

     La aerolínea insistió en que la medida se tomó con tres objetivos, entre ellos el de proteger la totalidad de las fuentes de empleo, además de que inició ya las gestiones y capacitaciones necesarias para que los aviones puedan ser operados por personal propio. En tanto, todos los vuelos realizados en estas aeronaves contarán con sobrecargos de la empresa para cumplir con la regulación.

     Quien también externó su rechazo a la medida fue el Colegio de Pilotos Aviadores de México, al apuntar que La Ley de Aviación Civil, si bien contempla el arrendamiento temporal de aeronaves extranjeras, no faculta a las aerolíneas contar con tripulantes extranjeros.

     “Esto es así debido a que las responsabilidades que conlleva la función de un comandante de aeronave en vuelo se equiparan a las del ministerio público, calidad que no puede ser otorgada a ningún extranjero”, explicó en un comunicado.

     Además, el arrendamiento húmedo podría crear una brecha legal en caso de un accidente, ya que si bien el Convenio de Chicago estipula que la responsabilidad cae en el proveedor del servicio, en este caso el propietario de la aeronave y los tripulantes son extranjeros.

     Al respecto, Viva Aerobus dijo en una postura compartida a Axis negocios que no existe ninguna violación a la Constitución y a las legislaciones que regulan a la industria, ya que la AFAC está facultada para otorgar este tipo de arrendamientos.

     “Adicional a esto las aeronaves arrendadas, al no tener matrícula mexicana, pueden tener tripulación extranjera de conformidad con el artículo 34 del reglamento de la Ley de Aviación Civil. Asimismo, el Artículo 215 de la Ley Federal del Trabajo solamente indica como requerimiento la nacionalidad mexicana para tripulación de aeronaves con matrícula mexicana; más no realiza la misma restricción para aeronaves con matrícula extranjera”.

     Claro que Viva Aerobus no es la única aerolínea mexicana en tomar medidas polémicas antes la revisión de motores. Semanas atrás, Volaris, la otra aerolínea afectada por el llamado de Pratt & Whitney, anunció su decisión de recortar 200 puestos de trabajo debido a que su flota, la más grande de aviones Airbus en América Latina, será más perjudicada incluso que la de su competidora de ultrabajo costo.