La próxima presidenta de México podría continar con la política actual de dar mayor poder al estado sobre el sector energético. Foto AP/Marco Ugarte
La próxima presidenta de México podría continar con la política actual de dar mayor poder al estado sobre el sector energético. Foto AP/Marco Ugarte

25 de jun. (Bloomberg) -- La barrida de Claudia Sheinbaum en las elecciones de México está dando nueva vida a la tentativa del presidente saliente Andrés Manuel López Obrador de ejercer un mayor control político sobre el sector energético del país.

     AMLO, como se le conoce al actual líder, propuso desmantelar las agencias reguladoras independientes de energía de México como parte de una serie de enmiendas constitucionales que reformarían el sistema judicial, el sistema electoral y el sistema de jubilación, entre otros.

     A principios de este año, la Suprema Corte de México declaró inconstitucional el intento de AMLO de fortalecer el papel del gobierno en el sector eléctrico. Pero cuando el nuevo legislativo del país asuma el 1 de septiembre, el partido de AMLO y Sheinbaum tendrá casi una supermayoría, lo que probablemente les dará suficientes escaños para anular la decisión de la corte.

     Aunque la energía no será uno de los primeros temas a discutir en septiembre, Sheinbaum ha apoyado en gran medida las reformas de AMLO. Los críticos dicen que los planes son un intento desesperado de continuar revirtiendo un conjunto de leyes de 2013 que abrieron el mercado energético de México a la inversión privada. Deshacer esas medidas ayudaría a reforzar el control estatal del sector y fortalecer las empresas estatales Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la productora de petróleo Petróleos Mexicanos (Pemex) antes de que entregue la presidencia el 1 de octubre.

     “Si hay un cambio dramático, esos reguladores no tendrán el poder de ser neutrales en su toma de decisiones, en la transparencia de datos o en los permisos que se otorguen”, dijo Norberto Catalán, comerciante de gas natural. “Si desaparecen, el riesgo es que todo favorezca a las empresas estatales Pemex y CFE”.

     Las reformas propuestas desmantelarían comités como la Comisión Reguladora de Energía (CRE), la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), así como el regulador antimonopolio y el regulador de telecomunicaciones, oficinas independientes que AMLO calificó de “superfluas” y de “entidades onerosas que no sirven para nada”.

     En su lugar, la supervisión de asuntos como la solicitud y aprobación de permisos sería manejada por la Secretaría de Energía de México, dirigida por un designado de Sheinbaum, lo que generó temores de que la mayoría de las empresas privadas que operan en México se vean obligadas a asociarse con Pemex y CFE.

      “La reforma, si se aprueba, podría afectar la inversión extranjera y las operaciones de las empresas porque modificará el proceso de permisos establecido”, dijo Jorge Aguilar, asesor sénior de políticas para Holland & Knight en Ciudad de México. “Las empresas deben monitorear los cambios legislativos para adaptarse a la regulación e identificar quién será el encargado de revisar esos permisos. De lo contrario, podrían enfrentarse a incertidumbres legales, lo que podría hacer que las empresas abandonen el país”.

     Los portavoces de la Secretaría de Energía de México y de Sheinbaum no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios.

     Los mercados de México estuvieron en declive después de que Sheinbaum dijera que las reformas, en particular un plan controvertido para el sistema judicial, serían discutidas en el Congreso, asustando a los inversionistas que temen que erosionen los controles sobre el partido gobernante. Funcionarios del partido Morena de Sheinbaum, que tiene una mayoría de dos tercios en la Cámara Baja y casi lo mismo en el Senado, dijeron que podrían comenzar a discutir las reformas constitucionales en agosto y presentarlas a los legisladores a principios de septiembre.

     La inversión extranjera directa en el sector energético de México disminuyó bajo el gobierno de AMLO, promediando alrededor de 2.8 mil millones de dólares por año durante su mandato, la mitad de su pico en 2017 antes de que asumiera el cargo, de acuerdo con el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria. En cambio, AMLO favoreció apoyar a Pemex con inyecciones de capital y exenciones fiscales, que en gran medida no han logrado aumentar la producción y reducir la carga de deuda de 100 mil millones de dólares de la compañía.

     Sheinbaum ha dicho que continuaría la política de AMLO de apoyo estatal para Pemex y CFE. La científica del clima y exalcaldesa de Ciudad de México, cuyas ambiciones incluyen acelerar la transición de México hacia una mayor energía renovable, también dijo que la inversión privada tiene un papel en la transición energética de México y señaló las asociaciones público-privadas y los mecanismos de cofinanciamiento como formas de atraer capital privado.

      “El camino a seguir dependerá de si continúa con las políticas de la administración anterior o adopta un enfoque más pragmático para abordar los desafíos que enfrenta Pemex y la industria energética en general”, escribió Pablo Medina, analista de energía de Welligence, en una nota. La casi supermayoría de Sheinbaum en el legislativo le permitirá “cambiar la Constitución, lo que potencialmente dificultaría el marco regulatorio anterior”.

    

 


Fecha de publicación: 25/06/2024