Los precios finales de vehículos nuevos están en camino a bajar en 2024 por primera vez en más de una década. Foto AP/Charles Krupa
Los precios finales de vehículos nuevos están en camino a bajar en 2024 por primera vez en más de una década. Foto AP/Charles Krupa

16 de jul. (Dow Jones) -- Muchos estadounidenses están llegando a su límite en cuanto a lo que están dispuestos a gastar en un auto nuevo, ya que las tasas de interés más altas reducen el monto que pueden pagar.

     El precio promedio final de un vehículo nuevo está en camino a bajar en 2024 por primera vez en más de una década, con los concesionarios reabasteciendo los lotes y los pagos mensuales aumentando debido a mayores tasas de financiamiento.

     Hasta junio, el precio promedio pagado por un auto nuevo cayó 3% en comparación con el mismo período del año anterior, a cerca de 45 mil dólares, de acuerdo con la firma de investigación J.D. Power. Y los analistas esperan que los precios sigan disminuyendo a lo largo del año, conforme las dinámicas del mercado automotriz se normalicen después de algunos años turbulentos por restricciones en el suministro.

     La mayoría de los fabricantes de automóviles reportaron sus últimas cifras de ventas hace un par de semanas, con un aumento estimado de 2% en entregas de toda la industria durante la primera mitad del año, de acuerdo con datos proporcionados por la firma Wards Intelligence.

     A pesar de la caída en los precios, muchos compradores aún están en una situación económica difícil. Los precios promedio de venta siguen siendo mucho más altos que antes de la pandemia, y los fabricantes y concesionarios no han vuelto a ofrecer las promociones desenfrenadas que los compradores esperaban en el pasado.

     Mientras tanto, las tasas de interés elevadas están llevando a los consumidores a pagar mensualidades más altas a pesar de ofertas moderadamente mejores. Los pagos mensuales alcanzaron un récord de 740 dólares en el segundo trimestre, de acuerdo con el sitio especializado Edmunds.

     “Hemos visto a clientes que compraron un vehículo premium en los últimos años volver a la realidad”, dijo John Patterson, un concesionario de Hyundai, Kia y Mazda en el sur de California.

     A principios de esta década, los compradores podían costear los precios elevados con más facilidad, en parte porque las tasas eran menores y estaban más inclinados a derrochar debido a la escasez de autos, dijo Patterson. Los desafíos de asequibilidad han mantenido a algunos consumidores lejos de los lotes en lo que va de este año, dicen concesionarios y ejecutivos automotrices.

     El encarecimiento de los automóviles ha sido un factor central para las presiones inflacionarias que afectaron a los estadounidenses durante los últimos años. Los precios al consumidor, excluyendo alimentos y energía, registraron en mayo su menor ritmo de avance desde 2021, dijo el mes pasado un informe del Departamento de Trabajo.

     La mayoría de los principales fabricantes reportaron sus últimas cifras de ventas a principios de mes. Ford Motor dijo que las ventas del segundo trimestre aumentaron alrededor de 1%, en línea con los resultados de General Motors. Las entregas globales de Tesla cayeron por segundo trimestre consecutivo, pero no tanto como se esperaba. La compañía no desglosa sus entregas en Estados Unidos.

     Las ventas de Stellantis, fabricante del Jeep, cayeron 21% en el trimestre, afectadas por un menor apetito por su marca de camionetas Ram. La compañía anunció una promoción que reembolsará a los compradores hasta dos mil dólares en efectivo al comprar diferentes modelos.

     Un ciberataque el mes pasado, que dejó a miles de concesionarios sin un software crucial para operar sus negocios, también afectó los resultados. El proveedor de software CDK Global dijo que casi todos los concesionarios estaban de nuevo en línea, pero se estima que la interrupción frenó la venta de alrededor de 50 mil vehículos, de acuerdo con Wards Intelligence.

     Durante años después de la crisis financiera de 2008 y 2009, los precios de venta promedio aumentaron, en parte, por la demanda de los consumidores, que cambiaron de sedanes más pequeños a SUV y camionetas más grandes y costosas.

     Esa tendencia al alza se disparó en la era de la pandemia, cuando la escasez de chips y otros componentes limitó la producción de las fábricas. Los compradores, que debían lidiar con lotes casi vacíos y tiempos de espera de meses para adquirir un automóvil, estaban dispuestos a pagar precios más elevados.

     Las cadenas de suministro comenzaron a normalizarse el año pasado y el inventario de los concesionarios aumentó, aunque sigue por debajo de los niveles prepandémicos. En toda la industria, había alrededor de 2.7 millones de unidades en los lotes de los concesionarios o en camino a las tiendas a finales de mayo, un aumento de 50% frente al año anterior, dijo Wards Intelligence.

     Ese aumento en el suministro ha reducido el poder de fijación de precios de la industria, lo que ha llevado a un aumento en algunos descuentos y promociones. No obstante, las tasas más altas para las compras de autos nuevos superaron 7% durante varios trimestres, dejando a los compradores de autos “al límite de sus posibilidades financieras”, dijo Edmunds.

     Aunque el precio promedio pagado ha caído, los precios probablemente deben bajar más para atraer a más compradores al mercado y aumentar las ventas de la industria, dijo Jessica Caldwell, directora de análisis de Edmunds.

     Para los fabricantes de automóviles, ese poder de fijación de precios ha engrosado los márgenes de ganancias, con muchos registrando beneficios récord en los últimos dos años.

     Los ejecutivos y analistas esperaban que el poder de fijación de precios de la industria disminuyera a medida que la escasez de vehículos se desvaneciera y los inventarios de autos se recuperaran. Pero, aunque los precios han disminuido desde el pico, las ofertas no están fluyendo tan libremente como lo hacían históricamente.

     Antes de la pandemia, los incentivos financieros del fabricante y del concesionario generalmente redujeron el precio de etiqueta en un promedio de 10%. En la primera mitad del año, la reducción promedio fue de alrededor de 5%, de acuerdo con datos de J.D. Power.

     General Motors ha logrado precios que están por encima de lo que los ejecutivos esperaban a principios de año, dijo el director financiero de GM, Paul Jacobson, en una conferencia para inversores el mes pasado. La compañía pensó que el precio promedio pagado por sus vehículos caería al menos 2% este año.

     “No hemos visto eso”, dijo Jacobson. GM citó la resiliencia de los precios como una de las razones por las que la compañía aumentó su pronóstico de ganancias para 2024 en abril.

     Para mantener el ritmo de las ventas de autos, sin embargo, los fabricantes y concesionarios han estado profundizando en sus promociones. Se están ofreciendo más paquetes de financiamiento con tasas de interés descontadas, dijeron los concesionarios.

     Aun así, la presión de las tasas más altas y el aumento de los precios en los últimos años ha sorprendido a algunos compradores que han regresado a las salas de exhibición en los últimos meses, dijo Joe Hay, presidente de una concesionaria de Ford en Bakersfield, California.

     “Ha sido una píldora muy difícil de tragar para muchos consumidores”, dijo.

 

 


Fecha de publicación: 16/07/2024

Etiquetas: ventas autos tasas EUA precios Ford GM Tesla Stellantis empresas economía