Industria automotriz ve poco impacto por stand by a planta de Tesla

29 de jul. (Axis negocios) -- Para la industria automotriz la posible cancelación de la construcción de una planta del fabricante de vehículos eléctricos Tesla en el norte de México, tendría un impacto mínimo en el sector en México, aunque existen otros riesgos que podrían presentarse en el corto plazo en caso de que el candidato presidencial del Partido Republicano, Donald J. Trump, triunfe en las elecciones en Estados Unidos en noviembre.

     La cancelación de la planta, de concretarse, representaría un impacto en inversiones futuras, creación de empleos y desarrollo de proveeduría, pero no cambia el avance que la industria automotriz tiene en el país, consideró Guillermo Rosales, presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores Automotores (AMDA).

     “No tiene ninguna afectación, desde nuestro punto de vista en lo que es el desarrollo integral de la industria automotriz en México, tanto en lo que toca a transición hacia la producción de vehículos eléctricos. . . lo mismo ocurre para la cadena de producción de autopartes”, dijo el directivo en conferencia de prensa.

     La industria automotriz, de acuerdo con datos oficiales, registro un aumento de 5.2% en la producción de vehículos en el primer semestre del año, mientras que la exportación de unidades aumentó 10.7% en el mismo lapso. En este último rubro, 79.8% del total de autos para exportación fueron para el mercado de Estados Unidos, con lo que México se posicionó como el principal país de origen de los vehículos que se comercializan en dicho país, con 17.2% de ese mercado en junio.

     La semana pasada Elon Musk, fundador y directivo de Tesla, dijo que esperarán hasta después de la elección presidencial de Estados Unidos, prevista para el 5 de noviembre, para evaluar si continuarán con los planes de construir una gigafactory en Santa Catarina, en el estado de Nuevo León, como lo anunció a principios del año pasado. Ello ante las declaraciones hechas por Trump sobre la imposición de aranceles a los vehículos armados en México.

    Estas declaraciones se supone que deberían sacudir a las industrias que se benefician de manufacturar para el mercado estadounidense como sucedió ocho años atrás en la campaña que llevó a Trump a la Casa Blanca por vez primera.

     Para Rosales, sin embargo, los motivos por los que Tesla pondría cancelar la construcción de la planta en México responden no solo a lo político, sino a la situación que la empresa enfrenta en el mercado de vehículos eléctricos en Estados Unidos, con una expectativa de demanda menor a la esperada, y una disminución en la participación de mercado de la empresa en dicho país y en China ante un entorno de mayor competencia, con fabricantes como la china BYD ganando espacios de manera acelerada. Ello, de acuerdo con el directivo, “harían tal vez menos necesaria la ampliación de infraestructura dentro de Norteamérica”.

     A estas mismas conclusiones han llegado muchos de los fabricantes de autopartes.

     Nemak, especializada en autopartes de aluminio, se ha pasado el último lustro adaptando su producción de blocks de motor para vehículos de combustión interna a carcazas para baterías de autos eléctricos y así mantenerse vigente, no obstante está consciente de los cambios en la industria.

     En su última conferencia con analistas e inversionistas reconoció que su expectativa es que el segmento de autos eléctricos no crezca significativamente en 2024. Por ende, está revaluando los ingresos esperados de los contratos que tiene en dicho sector.

     Agregó que, ante una adopción más lenta de los automóviles eléctricos, su negocio de componentes ICE tradicionales (vehículos de combustión interna) tendrá aún más relevancia, resaltando la mayor demanda por autos híbridos en Norteamérica y Europa, una tendencia que espera continúe.

     Corporación Inmobiliaria Vesta, que es una de las empresas de bienes raíces que proporcionan espacios industriales para los manufacturadores, dijo a su vez que si bien la pausa de Tesla no es positiva, tampoco creen que tenga un impacto significativo para su industria, que no es la automotriz, pero que sí tiene varios clientes que dependen de ello.

     De hecho, sin Tesla México es uno de los cinco grandes manufacturadores de autos a nivel global.

     "El de Tesla es un proyecto importante, pero muchos de los clientes que tenemos no necesariamente están relacionados con Tesla en México", dijo Lorenzo Berho, director general de Vesta, en la conferencia telefónica trimestral con analistas e inversores del 26 de julio. "La mayoría de nuestros clientes están bien diversificados entre diferentes jugadores de la industria, tanto en el segmento eléctrico como de combustión interna. . . Por tanto, no debería tener una implicación importante para otras industrias e incluso para la automotriz".

     El candidato republicano, de 78 años, dijo a principios de año que en caso de ganar las elecciones impondrá un arancel de 100% a los vehículos fabricados en México y de origen chino.

     Rosales recordó que hasta ahora no existe en el país ninguna inversión de automotrices chinas para manufacturar vehículos en el país con el objetivo de exportarlos al mercado de Estados Unidos; no obstante, apuntó que la postura del candidato republicano abre la posibilidad a otros riesgos, como la revisión del acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, conocido aquí como T-MEC, y cuya primera revisión está prevista en 2026.

     “Lo que sí tenemos que estar conscientes y preparados es que hay fuerzas en Estados Unidos vinculadas a posiciones conservadoras que promueven un proteccionismo a ultranza que estarán presionando tanto en esta elección como en el proceso de revisión de 2026 para hacer aún más estricta la regla de origen de los vehículos”, explicó.

     El acuerdo comercial establece reglas de origen para determinar si un vehículo puede ser considerado originario de la región del tratado y, por ende, acreedor a aranceles preferenciales. Entre dichos criterios que al menos 75%de los componentes de un vehículo de pasajeros o camión ligero deben originarse en Norteamérica, y el porcentaje se reduce a 70% para los camiones pesados.

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