Remesas a México aceleran crecimiento en junio y renuevan récord histórico

La llegada de dinero a México por parte de trabajadores en el extranjero retomó con fuerza el camino positivo el sexto mes del año, luego de algunos meses de tambaleo y pese a la incertidumbre económica que pesa sobre Norteamérica, marcando un récord.

     Las remesas que entraron al país en junio sumaron seis mil 213.2 millones de dólares, un incremento de 11.3% respecto de lo registrado en el mismo mes de 2023, dio a conocer Banco de México a través de un comunicado.

     El avance porcentual fue apenas el segundo en cuatro meses, pero el más acelerado de los últimos 17 y el mayor monto para cualquier mes desde 1995, cuando el banco central comenzó a recopilar el dato, dejando atrás la anterior marca --noviembre de 2023 con cinco mil 818 millones de dólares.

     El comportamiento de las remesas fue “reflejo de aumentos de 8.1% en el número de envíos y de 2.9% en el valor de la remesa promedio”, escribió el regulador monetario en el comunicado.

     El desempeño del sexto mes fue impulsado por el número de envíos, que presentó su alza más acelerada en 15 meses. Por su parte, el aumento en la remesa promedio fue el tercero mejor en ocho meses.

     El monto incluso sorprendió al consenso de analistas, que anticiparon que en junio México recibiría cinco mil 525 millones de dólares en remesas, de acuerdo con Banorte Casa de Bolsa.

     “Este es un nuevo máximo histórico y la primera vez que los flujos superan seis mil millones de dólares”, escribieron los expertos en un reporte. “Es relevante notar que el periodo suele tener un sesgo estacional a la baja tras el alza del mes anterior, aunque esto se ha difuminado en los últimos años”.

     Al evaluar los ingresos del mes obtenidos por remesas en moneda local, que es como los recursos se gastan en el país, fueron captados 113 mil 204.5 millones de pesos en junio, 17.2% por encima del mismo mes de 2023, la segunda alza en 16 meses, lo que revela la fortaleza del peso hasta mayo de este año.

     A diferencia de la tendencia reciente, el peso sufrió una depreciación en junio contra su nivel de hace un año, ante la volatilidad provocada por las elecciones presidenciales, lo que jugó a favor de las remesas.

     La llegada de dinero al país ha ayudado a que el consumo privado se mantenga cerca de máximos históricos, pese a que en su más reciente lectura presentó un retroceso.

     Sin embargo, ese fuerte consumo no ha sido suficiente para evitar que la economía mexicana se desacelere, pues en el segundo trimestre decepcionó lo esperado por los analistas pese a un alto gasto gubernamental en año electoral.

     El buen dato de remesas de junio probablemente se apoyó en una economía estadounidense que presentó en el segundo trimestre del año su mejor comportamiento en tres años.

     “Luego de un comportamiento errático en los primeros cinco meses del año, las remesas mostraron una notable expansión en junio”, escribieron analistas de GBM Casa de Bolsa en un reporte. “El destacado comportamiento de las remesas podría explicarse por la depreciación del peso mexicano en junio, que pudo ser aprovechada por los mexicanos en el exterior para realizar envíos de mayor valor”.

     Durante el segundo trimestre del año la entrada de recursos al país sumó 17 mil 260 millones de dólares, un avance de 6.1% contra el mismo lapso del año pasado, el menor de los últimos cuatro años. Si se toma en cuenta los 31 mil 342.6 millones de dólares captados de enero a junio, ese crecimiento de 3.7% es el más corto en nueve años.

     Para el cierre del año GBM estima un crecimiento de las remesas de 4.4%, lo que pese a representar una desaceleración respecto del 7.6% de 2023 llevaría al noveno récord consecutivo anual.

     Entre los factores desfavorables para la segunda mitad del año en el desempeño de las remesas los especialistas ven el año electoral estadounidense, mientras que un impacto al alza podría ser una mayor depreciación del peso en los meses por venir.

     En tanto, para los expertos de Banorte las expectativas sobre la economía estadounidense serán un factor clave, en particular el empleo, la inflación, los salarios, los pronunciamientos sobre migración en campañas y el posible regreso de Donald Trump a la presidencia.