La decisión del jueves muy probablemente será dividida y es posible que el voto de la subgobernadora Galia Borja incline la balanza hacia uno u otro extremo, de acuerdo con los expertos. Foto archivo
La decisión del jueves muy probablemente será dividida y es posible que el voto de la subgobernadora Galia Borja incline la balanza hacia uno u otro extremo, de acuerdo con los expertos. Foto archivo

6 de ago. (Axis negocios) -- El Banco de México anunciará su decisión de política monetaria el jueves y la mayoría de los analistas ya no espera que aplique un recorte de 25 puntos base a la tasa de referencia del país, pues el entorno local parece lejos de haber mejorado con una inflación al alza y un peso es más débil, no obstante, otros indicadores clave podrían animar a la autoridad monetaria para reducir un poco los niveles actuales de restricción.

     Uno de los argumentos que esgrimen los economistas para considerar que el interés de referencia podría bajar un cuarto de punto esta semana es que las expectativas sobre las decisiones futuras de la Reserva Federal en Estados Unidos se ajustaron significativamente, luego de que Jerome Powell, el banquero central del país, dijo que un recorte a las tasas podría estar sobre la mesa en su reunión de septiembre, si la inflación y el mercado laboral siguen comportándose acorde con las expectativas.

     El mensaje de Powell, junto con una tasa de desempleo en Estados Unidos que alcanzó su mayor nivel en casi tres años y otros datos que apuntan a una economía más débil al comienzo del tercer trimestre, hacen pensar a los inversionistas de futuros de bonos que la Fed está lista para aplicar un primer recorte de 50 puntos base a las tasas en su decisión del próximo mes, de acuerdo con datos del mercado electrónico Chicago Mercantile Exchange.

     Algunas mesas de análisis, como las de los bancos estadounidenses Citigroup y JP Morgan, también ven un recorte de la Fed de esta magnitud en septiembre, seguido de otro igual en noviembre y uno más de 25 puntos base a fin de año, pese a que Powell mencionó en conferencia de prensa que este no es un escenario que él y sus colegas estén contemplando por ahora.

     Banco de México ha insistido en que las decisiones que se toman en Estados Unidos conforman uno solo de los factores que influyen en la construcción de sus políticas, además de que hay un diferencial amplio de 550 puntos base entre las tasas de ambos países. No obstante, el giro hacia una postura más dovish por parte de la Fed sí podría hacer que la autoridad monetaria de México responda con un ajuste en la misma dirección, pese a los retos que aún enfrenta para el control de las presiones inflacionarias locales.

     “Si bien Banco de México no sigue a la Fed, la Junta de Gobierno ha tomado en cuenta la postura monetaria relativa [con Estados Unidos] en el pasado, y su guía futura en el último comunicado incluyó los factores globales”, escribieron Ociel Hernández y otros estrategas del banco BBVA México, en un reporte.

     La encuesta de expectativas de Citibanamex de mediados de julio mostró que el consenso de analistas del sector privado en el país creía que el recorte de 25 puntos base se materializaría en la próxima reunión, con 22 de 32 grupos apostando por dicho ajuste, no obstante, en la encuesta publicada este martes ahora son diez de 33 analistas quienes ven aún el recorte en agosto, 18 ya lo ven en septiembre y cinco más, después.  

     La mesa de análisis de GBM está del lado de aquellos que aún ven el recorte en agosto. En su reporte Banxico Watcher espera que la decisión sea dividida, pero en favor del recorte de 25 puntos base, con la gobernadora Victoria Rodríguez Ceja y los subgobernadores Galia Borja y Omar Mejía manteniendo su postura de las últimas minutas sobre una inflación subyacente que desacelera al igual que la economía, así como una inflación general que responde a componentes meramente no subyacentes.

     Para GBM, independientemente de la bajada esperada de 25 puntos base, “el tono del banco central seguirá siendo cauteloso, lo que sugiere una pausa adicional después de esta decisión” y un cierre de año con una tasa en 10.25% que “dejaría la tasa de política real ex ante en un nivel restrictivo (arriba de 6%), muy por encima de su límite superior de neutralidad (3.4%)”.

     BBVA México tiene el mismo escenario --al igual que otras como Actinver, Banorte, Barclays o JP MOrgan--, que es una disminución de 25 puntos base para el jueves, con una decisión dividida de tres contra dos en la que una mayoría de miembros reconoce un debilitamiento de la economía y una mayor confianza sobre las perspectivas de inflación.

     Otros expertos incluso consideran que la reducción de tasas en México debe ser más pronunciada, a fin de anticiparse a un posible cambio de postura por parte de la Fed.

     “Banxico debe recortar 50 puntos base la semana que entra”, dijo Joel Martínez, director de la consultoría Visor Financiero, en un comentario enviado a Axis negocios. “Debe ser preventivo. Mantendría restricción monetaria con esa tasa”.

     Además de una Fed más dovish, los expertos de BBVA México y de Visor Financiero coinciden en que la debilidad de la economía mexicana durante el primer semestre del año es otro factor que justifica llevar las tasas locales a un territorio menos restrictivo, pues aunque la labor del banco central es promover la estabilidad de los precios y no el crecimiento económico, esta variable sí influye en sus decisiones.

     En el segundo trimestre, el producto interno bruto nacional se expandió a una tasa de 0.2%, con lo que reafirmó la debilidad observada desde finales de 2023. Esta atonía incluso llevó a varios analistas a recortar sus pronósticos de crecimiento para el año, que ahora se ubican debajo de 2%.

     Un tercer factor que apoya la idea de una política menos astringente es que la tasa real --o aquella que descuenta las expectativas de inflación a 12 meses-- está por encima de 7%, de acuerdo con cálculos de Valores Mexicanos o Valmex, un nivel altamente restrictivo que corre el riesgo de impactar la economía y la actividad financiera más de lo deseado.

     Si bien algunos anticipan un recorte a la tasa objetivo este mes, otras instituciones como Banco Base y el propio Valmex creen que ocurrirá hasta el 26 de septiembre, una semana después del anuncio de la Fed, mientras que Bank of America Securities (Bofa) considera que habrá espacio para tal movimiento hasta la última decisión del año, programada para el 19 de diciembre.

     En opinión de estos grupos, el Instituto Central tendrá que mantenerse en pausa porque los precios al consumidor en el país aceleraron más de lo esperado en la primera mitad del año y podrían seguir al alza en los próximos meses. Esto, a su vez, provocó un repunte en las expectativas de los analistas, quienes esperan que la inflación continúe fuera del objetivo de 3% del banco central por lo que resta del año y durante todo 2025.

     En este mismo tono la mesa de análisis de CIBanco resalta que la expectativa de una inflación de 4.6% al finalizar 2024 es considerablemente más alta tomando en cuenta que viene de una expectativa de 4.2%, al tiempo que la inflación subyacente si bien ha estado bajando, lo ha hecho a un ritmo menor y en un nivel muy por encima del objetivo del banco central.

     “Dado lo anterior, parece ser que el banco central mexicano tiene pocos argumentos para recortar la tasa de interés en este encuentro, incluso consideramos que a diferencia de anteriores reuniones donde había ventanas de oportunidad de hacerlo, en esta ocasión permanecen cerradas”, escribieron los analistas de CIBanco en un reporte. “Si Banxico se enfoca en buscar la convergencia de la inflación a la meta del 3%, el resultado de la reunión es muy claro, no recortaría la tasa.”.

     En la primera quincena de julio, la inflación en el país alcanzó una tasa anual de 5.61%, su nivel más alto en los últimos 14 meses, presionada por el incremento del componente no subyacente o más volátil, mientras que el subyacente continuó con su tendencia a la baja.

     “Con una inflación superior a 5%, un recorte pronto correría el riesgo de desanclar aún más las expectativas de inflación”, escribieron Carlos Capistrán y Christian González, expertos de Bofa, en un reporte a mediados de julio. “La razón por la que mantenemos un recorte en diciembre es que, para entonces, la Fed probablemente habrá recortado una o dos veces y en ese momento la debilidad de la economía mexicana debería ser evidente”.

     A las presiones por el lado de los precios se suma la debilidad del peso mexicano, que cerró el viernes en 19.16 unidades por dólar, su peor registro en 19 meses. Banco de México no persigue un nivel específico para el tipo de cambio, pero se mantuvo en pausa precisamente por la volatilidad observada en esta variable tras las elecciones del 2 de junio e incluso dejó abierta la posibilidad de intervenir el mercado, a través de su programa de coberturas cambiarias.

     La división que impera entre los analistas también es evidente al interior de la Junta de Gobierno del banco central, pues al menos dos integrantes --los subgobernadores Jonathan Heath e Irene Espinosa-- se han pronunciado a favor de mantener los niveles actuales de restricción por el complejo entorno inflacionario, mientras que la gobernadora Victoria Rodríguez y el subgobernador Omar Mejía han mostrado apertura a por lo menos discutir nuevos recortes.

     Ante este panorama, es posible que el voto de la subgobernadora Galia Borja incline la balanza hacia uno u otro extremo, de acuerdo con los expertos.

 

 


Fecha de publicación: 06/08/2024

Etiquetas: Banxico recorte tasas economía México