Jonathan Heath considera que Banco de México tendrá espacio para seguir relajando su postura monetaria en el transcurso del año, si la inflación desacelera como se espera. Foto Axis Negocios/Gabriel Arrache
Jonathan Heath considera que Banco de México tendrá espacio para seguir relajando su postura monetaria en el transcurso del año, si la inflación desacelera como se espera. Foto Axis Negocios/Gabriel Arrache

16 de ago. (Axis negocios) -- Para Jonathan Heath, el subgobernador de Banco de México, la autoridad monetaria está ganando la lucha contra la inflación alta en el país. Dice que aún queda trabajo por hacer para garantizar que los precios regresen al objetivo de 3% que persigue dicho Instituto, no obstante considera que es muy probable que los avances logrados hasta ahora le permitan seguir relajando su postura restrictiva en el transcurso del año.

     Hacia adelante, el funcionario considera que hay espacio para aplicar uno o dos recortes a la tasa de interés de referencia, en un primer momento, e incluso ve muy cerca la posibilidad de comenzar con una relajación monetaria más firme, siempre y cuando las presiones inflacionarias sigan mitigándose.

     “En la medida en que veamos eso [una inflación a la baja], habrá la posibilidad de hacer ajuste una o dos veces más, en una primera instancia, pero también creo que está a la vuelta de la esquina el momento en que podremos ir bajando más sistemáticamente las tasas”, dijo en una conferencia organizada por el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).

     Si bien el banco central parece cerca de transitar hacia un ciclo de recortes consecutivos, luego de mantener la tasa en un máximo histórico de 11.25% durante un año y aplicar dos reducciones escalonadas de 25 puntos base en marzo y agosto, el subgobernador hizo un llamado a “ser prudentes”, pues los precios continúan en niveles elevados y hay algunos riesgos que podrían complicar el control de los mismos.

     La inflación en el país aceleró a una tasa anual de 5.57% en julio, con lo que registró su quinto repunte consecutivo y alcanzó su mayor nivel en 14 meses. Ello no impidió que el banco central aplicara un recorte sorpresivo de 25 puntos base a la tasa el 8 de agosto para llevarla a 10.75%, por una decisión mayoritaria de tres a dos en la que la gobernadora Victoria Rodríguez y los subgobernadores Omar Mejía y Galia Borja apoyaron el ajuste, con el voto disidente de Heath y la subgobernadora Irene Espinosa.

     Heath incluso mencionó que la autoridad monetaria actuó de forma “prematura” al bajar la tasa, ante el repunte constante de la inflación, y que al hacerlo ponía en riesgo el retorno a la meta de 3% del banco, una postura que contrasta con la visión que compartió este viernes.

     En su comunicado, la Junta de Gobierno no cerró la puerta a nuevas reducciones, a pesar de que elevó su pronóstico de inflación para el cierre del año de 4 a 4.4%. Su expectativa es que el índice de precios regrese al objetivo puntual de 3% hacia finales de 2025.

     Por su parte, los analistas del sector privado tienen una visión más pesimista, pues prevén que el índice se ubicará en 4.58% a finales de este año y en 3.83% el próximo, en ambos casos fuera de la meta del Instituto Central. Heath reconoció que los analistas “no creen” en las proyecciones del banco, lo que plantea un reto para la formación de expectativas.

     Algunos expertos argumentaron que la tasa no debía bajar este mes, precisamente porque corría el riesgo de desanclar aún más las expectativas de inflación.

     Otros, por el contrario, creen que hay espacio para seguir reduciendo el grado de restricción por el nivel en que se ubica la tasa real ex-ante, o aquella que descuenta las expectativas inflacionarias a 12 meses.

     “Incluso incorporando dos recortes adicionales este año, la tasa real se mantendrá arriba de 6%, muy por encima del rango neutral determinado por Banxico”, escribió Gabriel Lozano, economista de JP Morgan, en un reporte. “La forma en que han evolucionado las expectativas a largo plazo y los continuos avances en la desinflación --particularmente la consolidación de la inflación subyacente cerca del límite superior de 4%-- otorgan a la Junta espacio para reactivar el ciclo de flexibilización y deberían permitir nuevos recortes este año y el próximo”.

     La razón detrás del optimismo que parecen mostrar la mayoría de los funcionarios de la Junta es que gran parte de las presiones observadas provienen del índice no subyacente y en especial de los agropecuarios, cuyo precio es altamente volátil. Heath considera que, con base en su tendencia histórica, ese indicador bajará tarde o temprano; la única pregunta es cuándo y en qué medida lo hará.

     En tanto, el índice subyacente --o el más susceptible a los efectos de la política monetaria-- no ha interrumpido su trayectoria a la baja e incluso cayó a 4.05% en julio, su menor registro en 41 meses, pese a que el componente de servicios ha mostrado cierta resistencia que, para Heath, también se disipará pronto.

     “El único reto que yo veo ahí es que los precios de las mercancías ya bajaron bastante e incluso están por debajo de su promedio histórico, entonces, es muy probable que ya no bajen mucho más”, dijo el subgobernador. “Para poder seguir jalando la subyacente a la baja, necesitamos romper con la persistencia de los servicios”.

     El banco central anunciará su próxima decisión el 26 de septiembre y un número creciente de analistas considera que bajará de nueva cuenta la tasa objetivo en 25 puntos base, en línea con el movimiento que, de cumplirse los pronósticos, haría la Reserva Federal estadounidense una semana antes.

 

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Fecha de publicación: 16/08/2024

Etiquetas: Banxico tasa recorte Heath inflación precios economía