El incremento en el capital básico sería aplicado a las instituciones de importancia sistémica global, lo que incluye a JP Morgan, Bank of America, Citigroup, Goldman Sachs, Bank of New York Mellon, Morgan Stanley y Wells Fargo. Foto archivo
El incremento en el capital básico sería aplicado a las instituciones de importancia sistémica global, lo que incluye a JP Morgan, Bank of America, Citigroup, Goldman Sachs, Bank of New York Mellon, Morgan Stanley y Wells Fargo. Foto archivo

Los más grandes bancos de Estados Unidos podrán enfrentar un aumento del requerimiento de capital básico de 9%, considerablemente menor al 19% previsto previamente, lo que parece acercar posturas para que se materialice una regulación más estricta a la actual, pero con un porcentaje menor que probablemente vean más viable los prestamistas.

     El incremento en el capital básico, una reserva que los bancos tienen que crear por ley para enfrentar de forma rápida pérdidas no esperadas, sería aplicado a las instituciones de importancia sistémica global, lo que incluye a los estadounidenses JP Morgan, Bank of America, Citigroup, Goldman Sachs, Bank of New York Mellon, Morgan Stanley y Wells Fargo.

     “Las normas sobre capital bancario ayudan a garantizar que los bancos mantengan un capital acorde con los riesgos de sus actividades y los riesgos que plantean al sistema financiero estadounidense”, dijo Michael S. Barr, vicepresidente de supervisión de la Reserva Federal, en un discurso en Washington, D.C. “Pero el capital también tiene costos. . . unos requisitos de capital más elevados pueden aumentar el coste de la financiación para un banco, y el banco puede trasladar los costes más elevados a los hogares, las empresas y los clientes que participan en una variedad de actividades financieras”.

     El coeficiente de capital básico, conocido en inglés como Tier 1 equity capital, compara el capital social de los bancos con sus activos ponderados por riesgo, y está vinculado a los acuerdos de Basilea III, una reunión internacional que, tras la crisis financiera que estalló en 2008, buscó mejorar la regulación bancaria internacional para prevenir eventos similares.

     Los reguladores estadounidenses, liderados por la Reserva Federal, tienen más de un año estudiando la propuesta, que para algunos se aceleró luego que en 2023 varios bancos regionales quebraran a partir de problemas de liquidez, en algunos casos vinculado al entorno de elevadas tasas de interés de referencia.

     Lo delineado por el instituto central no es definitivo, advirtió Barr.

     “Si bien estos cambios propuestos afectan a algunos de los aspectos más importantes de las propuestas, las agencias no han tomado decisiones finales sobre ningún aspecto de las nuevas propuestas, incluidas aquellas que no se abordan explícitamente en la nueva propuesta”, dijo el funcionario. “El público no debe considerar ninguna omisión de un posible cambio en estas nuevas propuestas como una indicación de que las agencias finalizarán una disposición tal como se propone”.

     La nueva propuesta del regulador monetario estadounidense, que este mes podría emprender su primer recorte de tasas de interés en más de cuatro años, también excluye del cumplimiento de la mayoría de los cambios a bancos con activos de entre 100 y 250 mil millones de dólares, salvo del reconocimiento de ganancias y pérdidas no realizadas.

     Parte de los problemas que los reguladores no anticiparon en las quiebras del año pasado, como la de Silicon Valley Bank y First Republic Bank, estaba vinculado a grandes pérdidas no realizadas, que en algunos casos se convirtieron en realidad cuando los clientes acudieron a reclamar sus depósitos.

      Los apuntes de Barr también incluyen cambios en aspectos como la ponderación de riesgo para préstamos garantizados por bienes raíces residenciales, el riesgo relacionado con corporativos que no cotizan en bolsa y los bancos juzgan como de grado de inversión y el tratamiento de capital asociado con los pisos de descuento mínimos para las transacciones de financiación de valores.

     “Como parte de la nueva propuesta para los bancos de importancia sistémica global (G-SIB), tengo la intención de recomendar que mejoremos el cálculo de los recargos de capital para las G-SIB reflejando los cambios en el sistema bancario mundial desde que el directorio adoptó el recargo para las G-SIB en 2015”, señaló en funcionario, que incluso planteó la posibilidad de incluir en esos cálculos los efectos de la inflación y el crecimiento económico.

     El anuncio podría tomarse como benéfico para un sistema bancario que, de acuerdo con la agencia Bloomberg, emprendió un esfuerzo de cabildeo enorme contra los mayores requerimientos de capital, al argumentar que dañarían la economía y la competitividad internacional de los bancos estadounidenses.

     Otros prestamistas de importancia global que no son de Estados Unidos incluye a los británicos HSBC y Barclays, los asiáticos Bank of China y Mitsubishi UFJ FG, además del alemán Deutsche Bank, el francés BNP Paribas y el español Santander.

     Sin embargo, tras el anuncio las acciones financieras estaban entre los tres sectores con mayores pérdidas dentro de las emisoras del S&P 500, junto con energía y consumo básico, en la sesión del martes.

     Wells Fargo y Bank of America presentan pérdidas moderadas, Citigroup pierde 2.6%, mientras que Goldman Sachs y JP Morgan caen más de 4%. En el caso de Golman Sachs la baja está motivada por una previsión de menores ingresos por trading para el tercer trimestre.

     El sector también se ve presionado por comentarios del banco de consumo de menor tamaño Ally Financial, que advirtió presiones en su calidad crediticia a medida que los consumidores enfrentan la elevada inflación.

      El sector financiero es uno de los tres de mejor desempeño en lo que va del 2024, dentro de un mercado en el que todos los sectores y los principales índices reportan ganancias.

 

* César Pérez colaboró con esta historia

 


Fecha de publicación: 10/09/2024

Etiquetas: banca bancos Fed requerimiento de capital