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28 de nov. (Axis negocios) -- La mayoría de los integrantes de la Junta de Gobierno de Banco de México considera que existen elementos para continuar con un ciclo gradual de flexibilización monetaria en el país, principalmente por el descenso esperado de la inflación y porque los choques que le afectaron este año deberían disiparse en los próximos meses.
En su reunión del 14 de noviembre, los funcionarios responsables de determinar la política monetaria votaron de manera unánime por reducir en un cuarto de punto porcentual la tasa de interés objetivo, de 10.5 a 10.25%, en línea con lo esperado por analistas y por los mercados.
La minuta de ese encuentro mostró que la Junta cree que hay argumentos para aplicar movimientos similares en los próximos meses, entre ellos la trayectoria a la baja de la inflación subyacente y un comportamiento más favorable del índice de servicios, que pasó más de dos años estancado arriba de 5%, así como un grado de restricción monetaria que algunos ya consideran demasiado elevado.
La víspera, el banco central incluso se dijo dispuesto a seguir ajustando la tasa pese al posible impacto de una política comercial más proteccionista por parte de Donald Trump, el presidente electo de Estados Unidos.
“Existe incertidumbre sobre las políticas que se van a implementar en Estados Unidos; sería prematuro hablar sobre las posibles implicaciones, dado que no contamos con suficiente información”, dijo la gobernadora Victoria Rodríguez, durante la presentación del informe trimestral de inflación del banco. “Conforme tengamos más información, evaluaremos el impacto que pudiera surgir en el corto y mediano plazo sobre la inflación y las perspectivas económicas, por tanto, no debemos adelantar conclusiones”.
Si bien la visión común de los funcionarios parece ser que la tasa de referencia debe seguir transitando hacia terreno neutral --o aquel que no estimula ni frena el crecimiento económico--, hay algunas diferencias sobre el ritmo en que este proceso debe llevarse a cabo, de acuerdo con la minuta.
Por ejemplo, dos de los participantes, quienes no son identificados en el documento, dijeron que es posible apostar por una reducción mayor de la tasa en la última decisión del año, programada para el 19 de diciembre, en vista de la continuidad del proceso de desinflación en México y del nivel de restricción actual de la política monetaria.
Es probable que estos miembros sean los subgobernadores Omar Mejía y Galia Borja, quienes anteriormente se han pronunciado a favor de una postura más dovish o acomodaticia, de acuerdo con un reporte de Grupo Bursátil Mexicano o GBM.
“En la próxima reunión, tomando en cuenta los niveles en los que ya se encuentra la inflación subyacente y dada la perspectiva de que siga descendiendo, podría considerarse ajustar la tasa en una mayor magnitud”, dijo uno de los funcionarios en la minuta. “Enfatizó que la postura monetaria se mantendría todavía en terreno restrictivo, como aún se requiere”.
En un tono más moderado, otro participante de la Junta dijo que se debe proceder con cautela y evitar una reducción acelerada de la tasa para evitar incurrir en un caso como el de Brasil, que tuvo que dar marcha atrás a sus planes de tener una postura monetaria más laxa.
“Consideró que no queda clara la premura de un relajamiento monetario acelerado, debido a que las expectativas de inflación de los analistas no anticipan una disminución significativa de la inflación en los próximos meses, lo cual discrepa del pronóstico de inflación institucional, y a que el proceso de desaceleración económica pudiera ser más gradual de lo esperado”, se lee en la minuta. “Advirtió que las condiciones monetarias externas podrían limitar la magnitud de un potencial relajamiento”.
Este integrante agregó que, en el contexto poselectoral de Estados Unidos, es necesario mantener un diferencial de tasas holgado con la Reserva Federal (Fed) para amortiguar los choques de volatilidad en el tipo de cambio y en los mercados financieros.
Sus preocupaciones fueron compartidas por otro funcionario de la Junta, quien mencionó que las políticas que adopte la administración Trump podrían afectar la actividad económica, la inversión y la dinámica de precios en México, lo que obligará a recalibrar constantemente la postura monetaria hacia adelante.
Los comentarios de estos miembros reflejan que, si bien parece pronto para estimar el impacto que tendrían las medidas de Trump --y la respuesta del gobierno de Claudia Sheinbaum-- sobre la inflación y otras variables económicas, eventualmente sí pueden afectar las perspectivas de nuevos recortes de tasas a lo largo de 2025.
Aun así, por ahora la expectativa de los analistas del sector privado es que en la reunión de diciembre se materialice un recorte de 25 puntos base, seguido de nuevas reducciones a lo largo del siguiente año.
“Respecto a la trayectoria de la tasa para 2025, estimamos que esta cerrará el año en 8%, aunque un factor determinante será el ritmo de la Fed, ya que si realiza pausas a su ciclo de recortes (riesgos por las políticas de Trump), Banxico se vería limitado a no alterar el diferencial de tasas con Estados Unidos”, escribieron Janneth Quiroz y Kevin Louis Castro, analistas de Monex Grupo Financiero, en un reporte.
La Junta de Gobierno dijo que el balance de la inflación local mantiene un sesgo al alza, aunque aún cree que regresará a su meta de 3% para finales de 2025.
* César Pérez contribuyó a la elaboración de esta historia.
Fecha de publicación: 28/11/2024
Etiquetas: Mexico economia Banxico politica monetaria tasa interes inflacion minuta