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27 de ago. (Sentido Común) -- Comisión Federal de Electricidad (CFE), la empresa productiva del Estado dedicada a la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica en México, llegó a un acuerdo con tres de las cuatro empresas propietarias de gasoductos para resolver una disputa contractual que mantenía con ellas desde los primeros meses del año, una hecho que además de tener implicaciones energéticas favorables para la industria nacional, manda una señal de certidumbre para las inversiones en el país por parte de la administración del presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Bajo el acuerdo, CFE y las emrpesas aceptaron modificar los términos de cinco contratos, principalmente en las tarifas que pagaría la empresas estatal por el servicio del transporte del gas natural y que a partir de ahora serán fijas en vez de crecientes, como contemplaban los contratos originales, aunque claro con un pago inicial mayor, dijo Manuel Bartlett Díaz, director general de CFE, en la conferencia de prensa matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador y acompañado con los presidentes de los consejos deadministración de las empresas transportistas de gas natural.
Bartlett incluso calificó lo acordado como “definitivo, razonable y equilibrado”, calificativos que contrastan con el término "leonino" que usó para describir los contratos en sus términos origionales.
“Se demuestra que mediante el diálogo puede llegarse a acuerdos favorables para nuestra nación”, agregó López Obrador durante la conferencia de prensa, escenario que utilizó para dar a conocer el acuerdo. “Tenemos que agradecer el día de hoy la voluntad de los empresarios para llegar a un acuerdo mediante el diálogo, poniendo por delante el interés nacional y considerando también el interés legítimo de las empresas”.
Para las autoridades, el acuerdo implicará el pago de tarifas que en promedio serán 28% más bajas a las establecidas en los contratos originales, aunque en algunos casos serán de entre 19 y 38% menores, dependiendo del ducto, detalló Miguel Santiago Reyes, director de la filial CFE Energía, la filial de CFE que firmó los contratos con las empresas para la construcción de los gasoductos y la compra del gas que transportarían en el futuro.
Si bien el pago inicial que realizará CFE será mayor al que originalmente pactó con las empresas, al establecer tarifas fijas, ahora registrará ahorros para la compañía de cerca de cuatro mil 500 millones de dólares, o lo que es lo mismo, una cantidad de dinero 37.5% menor por rl servicio de transporte de gas a la contemplada en los acuerdos originales.
A cambio, CFE concedió ampliar entre cinco y diez años el periodo de tiempo de algunos de los contratos de transporte de gas natural, así como el volumen que la empresa comprará.
Bajo este escenario, la empresa productiva del Estado prevé además comercializar ocho mil 200 millones de pies cúbicos diarios de gas natural, de los 63% serán para sus plantas generadoras y el restante 37% para la industria nacional.
Claro que también hay puntos poco claros en el anuncio de hoy, como lo referente al pago que demandaban las compañías operadoras de los ductos al invocar casos fortuitos o de fuerza mayor por no poder concluir a tiempo la edificación de los gasoductos que originaron problemas ajenos a su responsabilidad. La exigencia de esos pagos era algo de lo que mayor controversia generó por ser vista por CFE como abusiva.
Los ductos contemplados en el acuerdo son Samalayuca-Sásabe, operado por una filial del conglomerado industrial más grande de México, Grupo Carso; Guaymas-El Oro, de la compañía de transporte y almacenamiento de energéticos Infraestructura Energética Nova (IEnova), también propietaria del ducto Sur de Texas-Tuxpan, este último en asociación con TC Energy, la compañía canadiense antes conocida TransCanada y a su vez encargada de los ductos Tula-Villa de Reyes y Tuxpan-Tula.
Este último ducto incluso modificaría su trazo a sugerencia de TC Energy, con el fin de acelerar el transporte de gas natural al centro del país, adelantó Bartlett Díaz, aunque sin dar mayores detalles.
Solo Fermaca, una compañía mexicana propietaria de los gasoductos Villa de Reyes-Aguascalientes y La Laguna-Aguascalientes, no llegó a un acuerdo aún con las autoridades.
“Fermaca continúa en pláticas con CFE para alcanzar un acuerdo en beneficio de México, lo más pronto posible”, dijo la compañía a Sentido Común en una respuesta vía correo electrónico, sin añadir mayores detalles.
Si bien es cierto que los contratos son diferentes a los que el gobierno del entonces presidente Enrique Peña Nieto acordó, los expertos consideran que el anuncio es positivo para la actual administración federal, al garantizar el suministro que requieren los industriales y reducir para CFE el acosto del trasnporte de gas.
“Los acuerdos logrados el día de ayer y publicados hoy, permiten hacer uso del gas de forma más económica, así como la posible sustitución del diésel”, escribió en un reporte para sus clientes Elisa Alejandra Vargas, analista de Casa de Bolsa Ve por Más. “De igual forma garantizan el suministro de gas para la industria eléctrica, e impulsan el desarrollo del país”.
Otro de los beneficios para ambas partes es el desistimiento de cualquier acción legal relacionada con los ductos, como los arbitrajes promovidos por CFE ante cortes internacionales en Londres y París, o los recursos de amparo promovidos por las compañías. El arbitraje internacional era el mecanismo de resolución de controversias que establecieron los contratos originales.
Aunque el acuerdo tiene una implicación positiva para todas las empresas involucradas, será IEnova la beneficiada más inmediata con el inicio de operaciones del gasoducto marino Sur de Texas-Tuxpan, cuya propiedad comparte con la compañía de energía canadiense TC Energy a través de la empresa Infraestructura Marina del Golfo, o IMG.
El gasoducto, con una capacidad para transportar dos mil 600 millones de pies cúbicos de gas natural al día y cuya construcción finalizó a mediados de junio, iniciará actividades tan pronto como la próxima semana, de acuerdo con lo dicho por el propio presidente López Obrador.
“El acuerdo fundamenta el camino para una relación comercial productiva, en beneficio mutuo y de largo plazo”, dijo en un comunicado IMG. “Evitará la necesidad de un arbitraje internacional para dirimir las disputas bajo el contrato existente al tiempo que provee certidumbre comercial en esta vital infraestructura”.
Pese a que la tarifa que pagará México a IEnova será plana, para los analistas el acuerdo es positivo al permitirle poner en funcionamiento el ducto antes de lo previsto, ya que algunas estimaciones databan el inicio de operaciones hasta los primeros meses de 2020.
“Es positivo que finalmente se haya alcanzado un acuerdo dado que las inversiones ya se habían realizado, y las operaciones se encontraban detenidas”, escribió en un reporte Marissa Garza, analista del sector energía de Banorte Casa de Bolsa. “En ese sentido, esperamos una reacción positiva en el precio de la acción de corto plazo, mientras las perspectivas en el largo siguen siendo positivas para IEnova, apoyadas sobre todo en la diversificación de negocios que ha venido trabajando en los últimos meses”.
El acuerdo, además de poner fin a una disputa de meses, que inició cuando López Obrador y Bartlett calificaron por primera vez de “leoninos” los contratos, también manda un mensaje de respaldo, por parte de los empresarios, a la administración de López Obrador, sobre la certeza jurídica para incentivar inversiones y dirimir controversias.
“Este es un día memorable, porque creo que refleja la voluntad de nuestro gobierno en darnos certeza, darnos certidumbre y sobre todo en ayudarnos a que México obtenga una ventaja competitiva básica”, dijo Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, el organismo que agrupa las principales cámaras empresariales del país, durante su intervención.
Para el representante de la iniciativa privada, el acuerdo marca la pauta para una mayor inversión en el país, algo en lo que coincidió Carlos Slim, el empresario más acaudalado de México y que, mediante su compañía Grupo Carso, controla uno de los gasoductos implicados en el acuerdo.
“Estoy convencido que vamos a crecer bien y pronto, no este año, probablemente este año no sé si crezcamos o no crezcamos, creo que es intrascendente, lo relevante es que hay un potencial y grandes posibilidades de crecimiento”, agregó el empresario.
El propio presidente reconoció que, de no alcanzarse el acuerdo, la disputa muy probablemente habría llegado a instancias legales, lo que habría creado incertidumbre en un momento en el que el país requiere inversiones para crecer.
Además de Slim y Salazar, en el anuncio participaron Carlos Ruiz Sacritán y Tania Ortiz Mena, presidente del consejo de administración y directora general de IEnova, respectivamente; Robert Jones y Carlos Borunda Zaragoza, director general y director de asuntos gubernamentales de TC Energy; así como Gerardo Kuri Kaufmann, consejero de Grupo Carso y Antonio del Valle Perochena, presidente del Consejo Mexicano de Negocios (CMN).
Fecha de publicación: 27/08/2019
Etiquetas: CFE energía electricidad IEnova Fermaca Carso gasoductos México negociaciones arbitraje