Designación de Ebrard es positiva para nearshoring y renegociación T-MEC: IMEF

El nombramiento de Marcelo Ebrard como secretario de Economía en la siguiente administración será positivo para captar los beneficios de la relocalización de empresas en el país y para la renegociación del tratado comercial de Norteamérica (T-MEC) en 2026, consideraron economistas del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas.

     Para los expertos de esa institución, el futuro gobierno de Claudia Sheinbaum enfrentará cuatro grandes desafíos en materia económica, los cuales incluyen, además del aprovechamiento del nearshoring y la revisión del T-MEC, reducir el déficit fiscal y mejorar la situación financiera de Petróleos Mexicanos o Pemex.

     “Consideramos que [la de Ebrard] es una buena designación, porque él conoce muy bien cómo negociar con Estados Unidos”, dijo José Domingo Figueroa, presidente nacional de IMEF, en conferencia de prensa. “Dos de los temas importantes, que son la revisión del T-MEC y aprovechar la oportunidad de la relocalización, van a estar en cancha de él”.

     No obstante, los analistas de IMEF vislumbran una desaceleración adicional de la actividad económica en el segundo semestre de 2024, que probablemente se extenderá hasta 2025, luego de que la economía registró un lento avance en los primeros meses del año pese a la política fiscal expansiva que adoptó el gobierno de Andrés Manuel López Obrador al cierre del sexenio.

     Las perspectivas menos optimistas se reflejaron en los pronósticos más recientes del instituto, que apuntan a un crecimiento económico de 2.1% este año y de 1.7% en 2025, frente a las estimaciones previas de 2.2 y 1.8%, de acuerdo con su encuesta de expectativas de junio.

     Además, los analistas consideran que, con base en las comunicaciones de la Secretaría de Hacienda y el equipo de transición de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, la reducción del déficit fiscal de 5.9% del producto interno bruto este año a niveles cercanos a 3% será mucho más gradual de lo que se pensaba y no se logrará en 2025, lo que podría traer nuevos retos para la perspectiva crediticia del país.