Vesta ve en iniciativa Sheinbaum 'avance prometedor' para negocio

Corporación Inmobiliaria Vesta, una de las mayores empresas de bienes raíces industriales en el país, consideró que los planes de la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, para desarrollar parques industriales y aprovechar el fenómeno del nearshoring, podrían representar una oportunidad para su negocio.

     Si bien la transición de gobierno en el país, junto con las elecciones presidenciales de Estados Unidos el 5 de noviembre, perfilan meses de desconcierto e incertidumbre, la empresa confía en la fortaleza de la región y en las economías de ambos países.

     “Y si bien la elección de México de Claudia Sheinbaum como nuestra próxima presidenta causó incertidumbre en algunos sectores, su compromiso con la inversión extranjera y su plan de apoyar la construcción de ‘100 parques industriales para organizar y distribuir la inversión nacional y extranjera’ es un avance prometedor para Vesta”, dijo Lorenzo D. Berho, director general de la compañía, en una carta dirigida a sus accionistas.

     Sheinbaum Pardo, de 62 años, dijo en campaña que impulsaría la construcción de un centenar de parques industriales para aprovechar la relocalización de empresas en el país, pero ligados a objetivos de bienestar y sustentabilidad.

     La postura de Vesta sobre los planes de la próxima administración fue dada a conocer en el reporte del segundo trimestre del año, el cual fue impulsado por el arrendamiento de espacios anteriormente desocupados y un efecto favorecedor de la depreciación del peso frente al dólar, moneda en la que se encuentra la mayoría de sus contratos.

     Durante el periodo, el flujo operativo subió 17.9% respecto al mismo lapso de 2023, que estuvo en línea (-1.9%) con la estimación del consenso recolectado por Infosel, al igual que los ingresos (+2.2%), que fueron 22.4% mejores que hace un año.

     Entre los factores que impactaron en el trimestre, Vesta destacó los contratos para nuevos espacios que estaban desocupados un año antes; los incrementos en la renta de espacios acorde a la inflación; el reembolso de gastos pagados por la empresa a cuenta de sus clientes, y la conversión a dólares de contratos denominados en pesos, con el 80% de sus ingresos denominados en la moneda estadounidense.