Famsa, en segundo intento, busca aval de acionistas para liquidación

5 de sep. (Axis negocios) -- Grupo Famsa, la que fuera una de las cadenas minoristas con más establecimientos en México, buscará de nueva cuenta el respaldo de sus accionistas para su disolución y liquidación, luego de más de un año de no operar tras el cierre de su última tienda en marzo de 2023.

     La compañía citó de nueva cuenta a una asamblea especial el 17 de septiembre en el Hotel Fiesta Americana Monterrey, de la capital del estado de Nuevo León, luego de no lograr celebrar la asamblea prevista para el 2 de septiembre.

     La nueva convocatoria responde “derivado de no haberse celebrado la primera convocatoria. . . debido a la falta de quórum legal a que se refiere el artículo 190 de la Ley General de Sociedades Mercantiles”, explicó Famsa en su nueva convocatoria.

     Los problemas de Famsa se desataron en 2016 cuando un error contable llevó a una subida abrupta de su cartera de difícil cobrabilidad, para lo que incluso Humberto Garza González, fundador de la empresa --fallecido a finales de 2020--, estableció un plan de monetización de activos basado en garantías otorgadas por activos de su propiedad no relacionados con la empresa.

     En 2019, Banco Famsa incurrió, de acuerdo con una inspección especial que inició México, en operaciones y créditos otorgados a personas relacionadas con el Grupo por encima de los límites regulatorios, falta de deducción de pagos anticipados en el capital regulatorio, registros indebidos en cartera de crédito e insuficientes reservas crediticias.

     Los dueños del banco aportaron capital y liquidaron las operaciones con personas relacionadas, no obstante, esas acciones fueron insuficientes para atender debidamente las observaciones señaladas. A raíz de ello el regulador financiero revocó su licencia y finalmente procedió a liquidarlo.

     Tras la pérdida de la licencia bancaria, llegaron los incumplimientos de bonos de corto plazo locales. Ante la necesidad de una reestructura mayor, la empresa entró en concurso mercantil en agosto de 2020, del que salió dos años después solo para entrar en incumplimiento de nueva cuenta, lo que dio pie a la renuncia de directivos y consejeros, y al cierre progresivo de sucursales.