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La reducción del déficit fiscal en México, frente a los niveles cercanos a 6% del producto interno bruto (PIB) que se esperan para este año, debe ser creíble y lograrse en un plazo no mayor a dos años, pues de lo contrario comprometería la calidad crediticia del país, dijo el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas.
La presidenta Claudia Sheinbaum mencionó recientemente que su gobierno intentará reducir el déficit a 3.5% del PIB el siguiente año, o al menos acercarlo a ese porcentaje, a través de la eficiencia recaudatoria y otros mecanismos.
IMEF considera que el déficit puede ubicarse en niveles cercanos a 4% a finales de 2025, pero aún está por verse qué rubros del gasto se recortarán, pues algunos, como obras y programas sociales, seguirán presionando las finanzas públicas y serán difíciles de ajustar sin que haya un impacto para la economía o un costo político.
“La idea sería que se regresara a un déficit entre 3 y 3.5% del PIB en un espacio no mayor a dos años, pero tiene que ser un plan creíble”, dijo Víctor Manuel Herrera, presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos de IMEF, en conferencia. “Si es un plan coherente, sí se podría lograr mantener la estabilidad de nuestras variables crediticias”.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público tiene programado entregar el Paquete Económico para 2025 a más tardar el 15 de noviembre de este año.
Reunión con empresarios es positiva, pero seguirá incertidumbre por reformas
IMEF destacó la importancia del encuentro de alto nivel que los empresarios nacionales y estadounidenses sostuvieron este martes con el gobierno mexicano, conocido como CEO Dialogue, aunque advirtió que los flujos de inversión hacia el país seguirán detenidos mientras no se disipe la incertidumbre generada por la reforma judicial y la que busca extinguir a los órganos autónomos.
“Es importante tener fuentes de comunicación entre empresarios, gobierno y sociedad. Desde ese punto de vista, creo que es una reunión muy importante”, dijo José Domingo Figueroa, presidente nacional de IMEF, en conferencia. “Sin embargo, en cuanto al tema de probables inversiones, una cosa es anunciar o estimar cuál va a ser el monto de inversión para los próximos años, y otra es que se materialicen, y esto tiene que ver con la seguridad que puedan tener los inversionistas”.
La opinión del instituto coincide con la de otros analistas, quienes consideran que los flujos de nuevo capital privado hacia el país se detuvieron este año por la incertidumbre que generaron las reformas, lo que a su vez obstaculizó el proceso de relocalización de empresas o nearshoring.
IMEF agregó que sus perspectivas de crecimiento económico, que de por sí ya anticipan una expansión del PIB de apenas 1% en 2025, podrían deteriorarse aún más en función del impacto de las reformas, el Paquete Económico del próximo año, el resultado de las elecciones de Estados Unidos en noviembre y otros factores.
Fecha de publicación: 15/10/2024
Etiquetas: déficit fiscal presupuesto finanzas públicas 2025 inversión reformas IMEF economía