Simpatizantes de la candidata presidencial del partido gobernante, Claudia Sheinbaum, llenan el Zócalo durante su mitin de campaña inaugural en la Ciudad de México, el 1 de marzo de 2024. Foto AP/Aurea Del Rosario
Simpatizantes de la candidata presidencial del partido gobernante, Claudia Sheinbaum, llenan el Zócalo durante su mitin de campaña inaugural en la Ciudad de México, el 1 de marzo de 2024. Foto AP/Aurea Del Rosario

22 de may. (Axis negocios) -- Habitualmente, los periodos electorales en México resultan ser fases de mucha volatilidad en los mercados locales, principalmente en el tipo de cambio, que es uno de los más líquidos entre las naciones emergentes y que, por su diseño, suele reflejar de manera muy rápida el nerviosismo de los inversionistas. Ahora, sin embargo, esto no ocurrió y la divisa sorprende más bien por su fortaleza frente al dólar.

     El próximo 2 de junio los votantes en México elegirán un nuevo presidente, así como a los integrantes del Congreso de la Unión y a nueve gobernadores en estados, en la que será la mayor elección organizada por el país desde que tiene democracia.

     No obstante, para algunos analistas, este evento político no generará tanta volatilidad como ocurrió con otros comicios, donde había nerviosismo por la llegada de un nuevo gobierno, especialmente si había alternancia del poder.

     La contienda parece estar entre la candidata afín al gobierno Claudia Sheinbaum y la opositora Xóchitl Gálvez, quienes lideran en las encuestas de intención de voto y se enfilan a convertirse en la primera presidenta del país. La mayoría de las encuestas de intención de voto indican que Sheinbaum será la sucesora de Andrés Manuel López Obrador, lo que sugiere una continuidad de las políticas actuales.

     Aunque sus planes de gobierno tienen diferencias importantes, ambas han prometido disciplina fiscal, un gasto constante en materia de apoyos sociales y un conjunto de políticas que impulsen la llegada de mayores inversiones foráneas. Las diferencias principales radican en el papel que juega el estado en la economía y sobre todo en el rumbo de la endeudada petrolera estatal Pemex.

     De ahí que los analistas consideren que la volatilidad implícita en este evento político está más ligada a preocupaciones específicas.

     Por ejemplo, desde el año 2000 las elecciones locales en México han tenido como resultado cierta depreciación del tipo de cambio, que generalmente comienza alrededor de dos meses antes de la llegada a las urnas.

     En promedio, el peso mexicano se depreció 11.6% desde el punto más bajo de abril hasta el pico del tipo de cambio cada año electoral y las pérdidas alcanzaron su punto máximo, en promedio, 10 días hábiles antes del evento, de acuerdo con datos del banco estadounidense JP Morgan.

     Sin embargo, para las elecciones de este año este impacto no se dio y el peso mexicano más bien acumulaba un avance de 1.8% frente al dólar en lo que va del año, un resultado que sigue impresionando a algunos.

     “En nuestra opinión, la incertidumbre en torno al resultado de las elecciones presidenciales en México probablemente esté en su nivel más bajo en los últimos 25 años”, escribió el grupo de analistas liderados por Saad Siddiqui, investigador de mercados emergentes de JP Morgan, en un reporte. “Somos de la opinión de que los mercados tienen razón al no valorar mucho riesgo para las elecciones en sí”.

     JP Morgan, al igual que otras instituciones, considera que la menor debilidad del peso se debe a que el país atraviesa un cambio estructural favorable, con buenas perspectivas económicas por el nearshoring --que es como se conoce al proceso de relocalización de cadenas de suministro globales--, una llegada constante de remesas y un mayor flujo comercial de México con Estados Unidos por el nuevo tratado de libre comercio de Norteamérica.

     Así mismo, un alto carry del peso mexicano y el contexto macroeconómico positivo ayudaron a que en esta ocasión no hubiera un gran aumento en la volatilidad en el mercado cambiario, por lo que los picos en la cotización del peso frente al dólar “son mejores oportunidades de entrada en lugar de un cambio duradero en la tendencia”, de acuerdo con el banco con sede en Nueva York.

     Para los analistas de BBVA Research, la volatilidad en los mercados accionarios durante las elecciones responde más al ruido político en el corto plazo, que en este caso parece acotado. A mediano y largo plazo, la atención de los inversionistas debería centrarse en propuestas específicas y, más importante aún, en los riesgos potenciales de no haber puntos de acuerdo en las políticas públicas.

     “El ruido político local será temporal. Sin embargo, el estado de la economía mexicana sí importa y creemos que los fundamentos macroeconómicos de México se han deteriorado”, escribieron analistas liderados por Ociel Hernández, jefe de investigación y estrategia de México de BBVA, en un reporte. “El alcance de la consolidación fiscal, los riesgos relacionados con la Corte Suprema, el Congreso y las posibles reformas constitucionales y el futuro de la reforma energética, entre otros temas, estarán bajo el escrutinio de los inversionistas”.

     Los analistas de la filial en México del banco español consideran que más allá de las elecciones locales, un punto importante de inflexión para el mercado podría ser la relación del país en temas de políticas migratorias, seguridad, las fronteras y el comercio con Estados Unidos tras el resultado de los comicios presidenciales en ambas naciones.

     “No se puede descartar un enfoque más proteccionista, que ciertamente aumentaría la volatilidad de los activos locales”, agregó el equipo de analistas de BBVA. “Con todo, mantenemos nuestra visión bajista del peso mexicano y recomendamos comprar volatilidad en los niveles actuales”.

     Los expertos de JP Morgan, por su parte, ven a la evolución fiscal como una fuente de preocupación a medida que un nuevo gobierno en México se asiente. Por ejemplo, un riesgo a mediano plazo para la visión alcista del peso sería un rápido deterioro del equilibrio fiscal.

     “Estaremos atentos a los planes fiscales de la nueva administración. Por ahora, el mercado parece estar dando el beneficio de la duda, probablemente ayudado por los altos rendimientos que ya ofrecen los bonos mexicanos”, dijo por su parte el equipo de analistas de JP Morgan.

     Los analistas y algunos participantes del mercado parecen coincidir en que el futuro de las políticas monetarias en Estados Unidos podría ser el factor que más volatilidad imprima al mercado, no solo al cambiario sino también a otros activos de inversión.

     “Los activos locales también se vieron afectados por la política monetaria de la Reserva Federal. Casi la mitad del ruido del mercado en los meses previos a las elecciones estuvo relacionada con la Reserva Federal, particularmente en 2018”, escribió BBVA México. “Como resultado, no debemos ignorar el impacto potencial de tasas más bajas en Estados Unidos al evaluar las perspectivas de los mercados globales y locales”.

 

 


Fecha de publicación: 22/05/2024

Etiquetas: peso elecciones comicios EUA México Morena Shenbaum Galvez Migración