La mayoría de los integrantes de la Junta de Gobierno de Banco de México mostró disposición a discutir nuevos recortes a la tasa de referencia nacional. Foto Axis negocios/Gabriel Arrache
La mayoría de los integrantes de la Junta de Gobierno de Banco de México mostró disposición a discutir nuevos recortes a la tasa de referencia nacional. Foto Axis negocios/Gabriel Arrache

23 de may. (Axis negocios) -- La mayoría de los integrantes de la Junta de Gobierno del Banco de México mostró inclinación a discutir nuevos recortes pronto a la tasa de referencia del país, con base en el progreso observado para reducir la inflación, aunque reconocieron que hay riesgos que podrían dificultar el cumplimiento de su labor, lo que probablemente augura una decisión dividida en la decisión de política monetaria de junio.

     En la decisión de dos semanas atrás los funcionarios votaron por mantener la tasa de interés objetivo sin cambios en 11%, después de un recorte de 25 puntos base en el encuentro previo.

     Dos de los cinco funcionarios que conforman la Junta, quienes no son identificados, mostraron su oposición a continuar con la relajación monetaria mientras no haya certeza de que la inflación está convergiendo de manera sostenible a la meta de 3%, de acuerdo con la minuta de la reunión.

     Es probable que esta postura más hawkish corresponda a los subgobernadores Irene Espinosa y Jonathan Heath, con base en los mensajes que han transmitido en los últimos meses. Uno de ellos incluso juzgó el recorte de marzo como prematuro y advirtió que tuvo un costo social, pues obligará a extender la restricción monetaria por más tiempo.

     “Ante el estancamiento de la inflación, un balance de riesgos deteriorado y la expectativa de una inflación por encima de la meta por más tiempo, no se puede realizar algún ajuste fino adicional a la tasa objetivo, ni ahora ni en los siguientes meses, y debe mantenerse una postura restrictiva por un tiempo prolongado”, dijo uno de los integrantes, probablemente Heath.

     La política monetaria debe mantener el nivel de restricción actual en tanto la inflación subyacente o menos volátil, y en especial el índice de servicios, no muestre una clara tendencia a la baja, agregó el funcionario, además de que esa intención debe quedar claramente expresada en la guía prospectiva del banco central. En su opinión, bajar la tasa a 10.75% en junio enviaría una señal prematura de complacencia al mercado, por lo que ese ajuste tendría que postergarse hasta la segunda mitad de 2024.

     Del lado opuesto, los otros tres integrantes que son la gobernadora Victoria Rodríguez y los subgobernadores Omar Mejía y Galia Borja --las tres últimas propuestas del presidente Andrés Manuel López Obrador para conformar la Junta--,   consideraron que hay condiciones para al menos discutir la posibilidad de adoptar una postura monetaria menos restrictiva, si es que los precios evolucionan conforme a lo previsto.

     Los argumentos que plantearon las voces con un enfoque más dovish son diversos: desde una tasa real ex ante --o aquella que descuenta las expectativas de inflación a 12 meses-- en niveles altamente restrictivos, hasta un entorno más favorable que en 2022 y 2023 y un menor riesgo de que los precios se hayan asentado en niveles elevados.

     Un miembro “argumentó que el fenómeno descrito requiere mantener una restricción monetaria adecuada ante un panorama de riesgos menos adverso que el enfrentado en 2023, por lo que no demanda mantener una postura en niveles históricamente restrictivos”, dijo Banco de México. “Considerando todo lo anterior, sostuvo que será viable valorar un ajuste a la tasa en la próxima reunión si los objetivos intermedios, como lo es el pronóstico de inflación, se cumplen”.

     Las posturas encontradas al interior de la Junta de Gobierno sugieren una decisión dividida en el próximo anuncio del banco central, programado para el 27 de junio, ya sea para aplicar un nuevo recorte de 25 puntos base o para mantener la tasa en los niveles actuales, en un momento en que la inflación ha revertido la tendencia de desaceleración observada durante gran parte de 2023.

     Si bien las presiones en el transcurso de este año han provenido sobre todo de productos cuyo precio es más volátil, el componente de servicios, dentro del índice subyacente, también sigue resistiéndose a bajar, una situación que algunos integrantes de la Junta reconocieron como preocupante. Uno de ellos incluso advirtió que dicho componente podría empezar a moderarse hasta el último trimestre de 2024.

     La inflación en la primera mitad de mayo se ubicó en 4.78% a tasa anual, con lo que aceleró por tercera quincena consecutiva y alcanzó su mayor nivel desde enero.

     Ante esta situación, incluso quienes apoyan nuevos recortes a la tasa consideran que deben ser graduales, dada la persistencia de la inflación de servicios y los retos para lograr la convergencia hacia el objetivo de 3%.

     En su último comunicado, el Instituto Central dijo que el balance de riesgos para la inflación mantiene un sesgo al alza y agregó que espera que los choques que impactaron recientemente los precios al consumidor sigan desvaneciéndose, aunque lo harán a una velocidad menor que la estimada inicialmente.

     La Junta también ajustó al alza su estimado para el desempeño de la inflación al cierre de este año, de 3.6 a 4%, ante la expectativa de una desaceleración más lenta.

 

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* César Pérez contribuyó a la elaboración de esta historia.

 

 


Fecha de publicación: 23/05/2024

Etiquetas: Mexico economia Banxico politica monetaria inflacion tasa minuta Rodriguez Borja Espinosa Heath Mejia