Banco de México reiteró su disposición para aplicar nuevos recortes a la tasa objetivo, aunque ello no implica que el combate contra la inflación haya terminado. Foto archivo
Banco de México reiteró su disposición para aplicar nuevos recortes a la tasa objetivo, aunque ello no implica que el combate contra la inflación haya terminado. Foto archivo

29 de may. (Axis negocios) -- Los integrantes de la Junta de Gobierno de Banco de México reiteraron su disposición a aplicar nuevos recortes a la tasa de interés de referencia nacional en las siguientes reuniones, a pesar de que el panorama inflacionario en el país sigue siendo complejo y mantiene riesgos al alza.

     Durante la presentación de su reporte correspondiente al primer trimestre del año, los funcionarios responsables de determinar la política monetaria dijeron que no han claudicado en su misión de devolver la inflación a la meta de 3%.

     Al interior del Instituto Central, algunos funcionarios consideran que el proceso de control de precios en el país avanzó de forma significativa durante el último año, lo que pudiera abrir la puerta a una reducción a la tasa objetivo que actualmente está en 11%.

     Los funcionarios dijeron que, si bien están dispuestos a estudiar la probabilidad de un nuevo recorte tan pronto como en la reunión del 27 de junio, ello solo podría ocurrir con un enfoque de gradualidad y valorando el panorama inflacionario en su conjunto.

     “Desde mi perspectiva, en las próximas reuniones estaremos discutiendo la posibilidad de tener recortes en la tasa de referencia, que iremos decidiendo según el panorama inflacionario en su conjunto”, dijo Victoria Rodríguez, la gobernadora del Banco de México, en conferencia de prensa. “Vale la pena aclarar que el hacer ajustes en nuestra tasa, desde el nivel en que esta se encuentra, no significa que se haya detenido nuestra batalla contra la inflación”.

     Como parte del informe trimestral correspondiente al periodo entre enero y marzo, el Instituto Central dijo que aún hay riesgos que podrían dificultar su tarea, entre ellos la persistencia de una inflación alta en los servicios por un periodo más prolongado, pues sus precios siguen expuestos a choques provenientes de la pandemia de covid-19, junto con posibles afectaciones climáticas --que podrían presionar los precios de energéticos y agropecuarios-- y episodios de depreciación del peso frente al dólar.

     Así mismo, el banco central confió en que la desinflación seguirá avanzando en el país en el transcurso de 2024, pero lo hará a un ritmo más lento de lo que se anticipaba, por lo que caería a 4% al cierre del año y regresaría a la meta de 3% hasta finales de 2025.

     La disyuntiva entre evitar un apretamiento excesivo de la política monetaria y relajarla antes de tiempo, con el riesgo de que la inflación repunte nuevamente, ha generado división entre los integrantes de la Junta, pues tres de ellos consideran que hay condiciones para que la tasa siga bajando, mientras que otros dos no lo ven viable ahora ni en los siguientes meses, de acuerdo con la minuta de su última reunión, donde los funcionarios acordaron de manera unánime mantener la tasa sin cambios.

     Uno de ellos incluso juzgó el recorte de marzo como prematuro, de acuerdo con la minuta, y otro dijo que no ve espacio adicional en el futuro inmediato para volver a recortar la tasa.

     En la presentación del informe de este miércoles, la subgobernadora Galia Borja dijo que el proceso desinflacionario “se ha vuelto más complejo”, aunque como la postura monetaria es notoriamente restrictiva puede calibrarse en función de las presiones actuales y del comportamiento esperado de la inflación.

     El subgobernador Omar Mejía coincidió con esta perspectiva al afirmar que la postura actual puede ajustarse ante un balance de riesgos menos adverso para los precios al consumidor. A su vez, ello ayudaría a mitigar el apretamiento pasivo que se ha dado en los últimos meses a través de la tasa real ex-ante, que descuenta las expectativas de inflación a 12 meses.

     Es probable entonces que la postura más hawkish o halcón corresponda a los subgobernadores Jonathan Heath e Irene Espinosa, con base en los mensajes que han transmitido en los últimos meses y en la conferencia de este miércoles. Ambos coincidieron en que la economía de México, si bien crecerá a un menor ritmo que en 2023, no resentirá un impacto significativo por el alto nivel de las tasas ni entrará en una recesión.

     Espinosa incluso mencionó que la economía podría expandirse más de lo esperado en 2025, pues la consolidación fiscal que plantea el gobierno para reducir el déficit de este año plantea un “reto enorme” y es posible que no se alcance al 100%, lo que abriría la puerta a un crecimiento mayor.

     Pese a ello, el banco central recortó su pronóstico sobre el avance del producto interno bruto este año, de 2.8 a 2.4%, y lo mantuvo en 1.5% para el siguiente. Ambas estimaciones contemplan una desaceleración de la actividad en el segundo semestre de 2024, como suele ocurrir en años electorales, así como la consolidación fiscal prevista para 2025, de acuerdo con los funcionarios de la Junta.

     Los analistas del sector privado reafirmaron su pronóstico de que la tasa bajará nuevamente en junio, aunque seguirá imperando un enfoque de gradualidad y cautela entre los responsables de la política monetaria nacional.

     “Dadas las opiniones encontradas entre los miembros de la Junta, no se descartan más pausas para lo que resta del año”, escribieron economistas de Grupo Bursátil Mexicano o GBM, en un reporte.

 

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Fecha de publicación: 29/05/2024

Etiquetas: Banxico recorte tasa política monetaria inflación informe trimestral economía