Gran reestructura de deuda en Pemex está lejos de ser inminente, dice Hacienda

31 de may. (Bloomberg) -- El secretario de Hacienda de México, Rogelio Ramírez de la O, minimizó la idea de una reestructuración importante de la deuda de la empresa estatal Petróleos Mexicanos en el futuro cercano, diciendo que actualmente no hay “grandes operaciones” planificadas.

     El gobierno esperará para planificar cualquier medida para Pemex hasta después de las elecciones presidenciales del 2 de junio, en coordinación con el equipo de la administración entrante, dijo Ramírez de la O a Bloomberg News. Incluso entonces, implementar una nueva estrategia podría tardar meses o años, señaló.

      “No podemos especular cómo se haría ni en qué cantidad”, agregó. “El plan de negocios debe determinarse con un alto nivel de apoyo político por parte de quien sea responsable del próximo gobierno. Podemos discutir los aspectos financieros, pero solo cuando se determinen las perspectivas de una solución”.

     Los comentarios son un golpe de realidad para los inversionistas que anticipaban que el nuevo presidente de México podría heredar una versión más eficiente y menos apalancada de Pemex.

     Los bonos del productor de petróleo subieron a principios de este mes, después de que Bloomberg informara sobre una reunión de inversionistas en Nueva York con un alto funcionario de la Secretaría de Hacienda, que discutió las opciones del gobierno para absorber hasta 40 mil millones de dólares en deuda de Pemex.

     Los bonos en dólares de Pemex con vencimiento en febrero de 2032 subieron 2.5 centavos a 84.86 centavos de dólar desde el 8 de mayo. Los precios de los bonos deberían “normalizarse” a medida que los inversores comprendan que no hay una gran operación inminente, dijo Ramírez de la O.

     La candidata oficialista, Claudia Sheinbaum, ha dicho que le gustaría que él permaneciera en el cargo inicialmente si gana las elecciones, y él dijo anteriormente que sería “un honor” servir en cualquier circunstancia.

      “No daría por sentado en absoluto que el próximo equipo resolverá esto en la primera mitad del año, en la segunda mitad del año”, dijo. “No me atrevo a decir si abordar estos montos es viable en seis años o cuántos se requerirán. Es una cantidad gigantesca”.

     El próximo presidente necesitará ayudar a determinar la mejor estrategia para la deuda de Pemex, dijo Ramírez de la O. Eso podría incluir una recompra de bonos, entre muchos otros mecanismos potenciales.

     Cualquier banco que esté discutiendo grandes operaciones de deuda de Pemex con clientes lo está haciendo “bajo su propio riesgo y sin nuestra aprobación”, agregó. Si la Secretaría siguiera adelante con una estrategia que implique la recompra de bonos, elegiría instituciones con grandes balances.

     La dependencia recibió consultas de agencias de calificación crediticia tras el informe de Bloomberg sobre la reunión de inversionistas en Nueva York, dijo.

      “Normalmente, las calificadoras hacen preguntas cuando es el momento adecuado”, dijo. “Ahora las preguntas están llegando antes de tiempo. Necesitamos ser muy responsables”.

     La estrategia financiera de Pemex debe ir de la mano con una estrategia comercial, dijo. La Secretaría es muy consciente del caso de la empresa de servicios públicos sudafricana Eskom, cuya estrategia financiera de respaldo con una garantía soberana no fue seguida por una estrategia comercial a largo plazo.

     El presidente Andrés Manuel López Obrador, quien dejará el cargo a finales de septiembre, se ha enfocado en invertir en refinerías para aumentar los ingresos de Pemex. La refinería Dos Bocas, uno de sus proyectos de infraestructura emblemáticos, sigue en construcción después de recibir un desembolso final en 2023, dijo Ramírez de la O.