Banco de México tiene espacio para aplicar un recorte de 50 puntos base a su tasa de referencia este jueves, consideran especialistas y operadores del mercado. Foto Axis Negocios/Gabriel Arrache
Banco de México tiene espacio para aplicar un recorte de 50 puntos base a su tasa de referencia este jueves, consideran especialistas y operadores del mercado. Foto Axis Negocios/Gabriel Arrache

23 de sept. (Axis negocios) -- La expectativa de que Banco de México aplique un recorte de 50 puntos base a la tasa objetivo en su reunión del 26 de septiembre cobró fuerza en los últimos días, gracias a que la inflación ahora es más benigna, la economía no ha crecido como se esperaba y la Reserva Federal estadounidense sorprendió con una postura más laxa de lo previsto.

     El panorama para los próximos meses es altamente incierto, sin embargo, algunos especialistas consideran que la ventana para un recorte más agresivo de lo anticipado está abierta ahora y es incierto si se mantendrá así después. El Instituto Central podría no encontrar el mismo espacio en sus próximas decisiones, pese a que el consenso de bancos y casas de bolsa que encuestó Citibanamex sigue apostando por una reducción de solo un cuarto de punto porcentual.

     “Consideramos que los riesgos de actividad e inflación de México actualmente están sesgados hacia un menor crecimiento”, escribieron estrategas de BBVA liderados por Ociel Hernández, en un reporte. “Podríamos concluir que Banxico evitaría que la economía cayera por un precipicio acelerando el ciclo de flexibilización y que el espacio para un recorte de 50 puntos base está completamente abierto”.

     La autoridad monetaria aplicó el primer recorte a su tasa de referencia en marzo, después de dejarla en un máximo sin precedentes de 11.25% durante un año. En mayo y junio se mantuvo en pausa por su enfoque de ajustes graduales y en respuesta a la elevada volatilidad que se desató en los activos financieros tras la elección presidencial.

     Luego, en agosto, entregó un nuevo recorte de 25 puntos base que sorprendió a los analistas, quienes esperaban que la tasa siguiera igual por los choques inflacionarios y la marcada depreciación que registró el peso frente al dólar en ese momento.

     Desde esa decisión, la inflación ha tenido un desempeño más favorable y en agosto cayó a 4.99%, luego de cinco meses al alza, ya que el componente más volátil empezó a moderarse. Si bien sigue lejos de la meta puntual de 3% que persigue el banco --y que espera alcanzar hacia finales de 2025--, el dato fue bien recibido después de que el índice de precios aceleró en julio a su mayor nivel en 14 meses. El reporte de la primera quincena de septiembre, que se publicará este martes, podría inclinar la balanza hacia un ajuste de 25 o 50 puntos.

     “La inflación no subyacente [o más volátil] aumentó recientemente debido a interrupciones en la oferta vinculadas a eventos relacionados con el clima, pero esperamos que estas presiones disminuyan rápidamente, contribuyendo a la desaceleración de la inflación general”, dijeron Miriam Acuña y el equipo de análisis de Grupo Bursátil Mexicano o GBM, en un reporte el viernes.

     Por su parte, el peso sigue con una tendencia de depreciación que podría no ser transitoria, debido al ruido que generan la elección de noviembre en Estados Unidos, la agenda política local y la desaceleración que se espera en ambos países.

     De acuerdo con BBVA, la divisa mexicana podría llegar hasta 20.5 unidades por dólar en el corto plazo y cerrar el año en torno a 19.8 unidades, además de que se produciría otra racha de debilidad con la reducción de 50 puntos. Sin embargo, esto no debería ser un impedimento para que el Instituto Central aplique un ajuste de tal magnitud por el desempeño que han tenido otras variables.

     Junto con una inflación más benévola, el crecimiento económico se estancó desde finales de 2023 y, para muchos, es un factor adicional que influyó en las últimas decisiones del banco, pese a que su mandato único es el control de precios.

     El consenso encuestado por Citibanamex ahora espera que el producto interno bruto cierre el año con una expansión de 1.5% --menos de la mitad de la tasa reportada en 2023-- y que caiga a 1.3% en 2025, en buena medida por el impacto que la reforma al Poder Judicial y otros cambios legislativos tendrían sobre el crecimiento al afectar la llegada de nuevas inversiones al país.

     Claro que, hasta ahora, el escenario base de la mayoría sigue siendo que el banco central opte por una baja de 25 puntos base, una postura que justifican por los riesgos para la inflación, la paridad cambiaria y la formación de expectativas, pese a la oportunidad que brindan el movimiento de la Fed y los datos económicos más recientes.

     “Banco de México necesita actuar con mayor cautela ahora porque la piel de los participantes de los mercados es más delgada y pueden reaccionar de manera más abrupta”, escribió Gabriel Casillas, economista en jefe para Latinoamérica de Barclays, en un comentario enviado a Axis Negocios. “Si bien el traspaso del tipo de cambio a la inflación parece no ser considerable y su cotización se encuentra cercana a los niveles observados en la reunión de inicios de agosto, cada vez queda más claro que será difícil regresar a los niveles cercanos a los 16 pesos por dólar de apenas hace unos meses”.

     Además, los argumentos a favor de una baja de tasas le brindan a la gobernadora, Victoria Rodríguez, una oportunidad de lograr una decisión unánime o por mayoría de 4-1 con el recorte de 25 puntos, en lugar del voto dividido 3-2 de agosto, agregó Casillas. Un ajuste de esa dimensión también sería congruente con la comunicación de la Junta de Gobierno, cuyos integrantes han utilizado la palabra “gradual” en distintas ocasiones para referirse a que los recortes serán de 25 basis.

     En el mismo sentido, Carlos Capistrán, economista en jefe para México y Canadá de Bofa, considera que una inflación general cerca de 5% y expectativas por encima de 3%, junto con un mercado laboral ajustado y un peso débil, dificultan que el Instituto Central sea más agresivo en esta ocasión. Eso sí, espera que comparta una guía más dovish y que siga recortando de forma sostenida por lo que resta de este año y principios del próximo.

     Si bien entre los analistas hay división sobre el grado de relajación monetaria que se aplicará en el próximo anuncio, los inversores parecen haberse adelantado y ya descuentan un movimiento más decidido del banco central.

     “Si te fijas en las tasas de los cetes y en lo que llaman las tasas equivalentes a un día, en general tienen descontados más [recortes] de lo que el propio mercado espera”, dijo Joel Martínez, director general de la consultoría especializada Visor Financiero, quien también anticipa una baja de medio punto. “Yo diría que los operadores de las mesas de dinero sí esperan 50 basis; creo que hay que ser así, un poco más anticipados”.

     Si la reducción de 50 puntos acaba por concretarse, generaría aún más ganancias sobre todo en los plazos de uno a tres años, ya que la parte central y larga de la curva de rendimiento aún tiene que descontar una prima de riesgo más alta, de acuerdo con BBVA.

 

Te puede interesar:

Economía de México inicia 2S con una de las mayores alzas para un julio en 8 años

Inflación México frena a 4.99% anual en agosto y suma argumentos para bajar tasa

Heath visualiza los recortes sistemáticos a tasa Banxico “muy cerca”, pero pide prudencia

 

 


Fecha de publicación: 23/09/2024

Etiquetas: Banxico recorte tasas inflación peso dólar Fed economía