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9 de dic. (Axis negocios) -- La inflación en México desaceleró más de lo esperado por el consenso de analistas y agentes financieros del mercado en noviembre, a medida que se disiparon algunas presiones observadas en meses previos, una situación que dejó el terreno listo para que la Junta de Gobierno de Banco de México dé un paso más en su ciclo de ajustes graduales a su política monetaria antes de que concluya el año.
El país tuvo una tasa mensual de inflación de 0.44% en noviembre, el menor avance para un periodo similar en los últimos cuatro años, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
La inflación del mes pasado fue impulsada por el repunte mensual de 22.27% en la electricidad --debido al fin de la temporada de subsidios gubernamentales a los hogares en el norte de México--, seguido de 22.32% en la cebolla, de 0.25% en la vivienda propia, de 2.13% en el gas doméstico LP y de 22.53% en la papaya, entre otros.
En sentido contrario, parte de estas presiones fueron contrarrestadas por las bajas de 23.46% en el limón, de 5.52% en la papa y otros tubérculos, de 11.07% en la calabacita, de 10.93% en la zanahoria y de 7.30% en el aguacate.
El resultado mensual se explicó por los descuentos aplicados en algunos productos como ropa, mobiliario y bienes para el hogar durante la campaña conocida como El Buen Fin, aunque también ayudaron las mejoras observadas en las categorías más volátiles, principalmente los agropecuarios.
Con esto, la inflación en México avanzó 4.55% en noviembre frente al penúltimo mes de 2023, un resultado que significó el incremento más modesto en los últimos ocho meses, de acuerdo con Inegi, que es el órgano responsable de recabar la información económica y social del país.
El desempeño de la inflación quedó por debajo del aumento de 0.48% mensual y del crecimiento de 4.59% anual que esperaban los analistas encuestados por Infosel.
Para algunos economistas, la evolución favorable de los precios fortalece la expectativa de que Banco de México seguirá recortando su tasa de interés de forma gradual, ya que la propia Junta de Gobierno confía en que el proceso desinflacionario en el país continuará y su objetivo de inflación de 3% se alcanzará hacia finales de 2025.
“Creemos que diversos datos en el reporte de hoy sugieren que las condiciones inflacionarias siguen mejorando, incluso al considerar algunas distorsiones por El Buen Fin”, escribieron analistas de Grupo Financiero Banorte, encabezados por Alejandro Padilla, en un reporte. “Así, las condiciones están puestas para que la autoridad monetaria reduzca la tasa de referencia en 25 puntos base en su última reunión del año el 19 de diciembre, llevándola a 10%”.
Si bien al menos uno de los integrantes de la Junta se pronunció recientemente a favor de un recorte más agresivo, de hasta 50 puntos base, esto para Banorte luce poco probable por ahora, ya que prevalecen riesgos externos para la inflación y a la visión restrictiva o hawkish de los demás miembros de la Junta.
Otros consideran que, si bien es cierto que hay mejoras en el panorama inflacionario, también persisten riesgos que podrían generar nuevas presiones en los próximos meses, tanto en el ámbito local como en el externo.
“En principio, la desaceleración económica supondría que la inflación pudiera bajar un poco más”, dijo Alejandro Saldaña, economista en jefe de Ve por Más, en entrevista con Axis Negocios. “Pero existen una serie de retos que nos hacen suponer que esta desaceleración pudiera verse interrumpida por momentos, no ser tan clara, y que el punto terminal de la inflación no esté en 3% necesariamente”.
Saldaña detalló que entre estos riesgos destacan un mayor traspaso de la depreciación cambiaria hacia los precios al consumidor, así como presiones salariales por el aumento de 12% al salario mínimo que se anunció para 2025, un panorama internacional complejo y factores climáticos que podrían presionar nuevamente a agropecuarios y energéticos.
Además, el impacto de la política de aranceles que podría adoptar Donald Trump cuando regrese a la presidencia de Estados Unidos, junto con las medidas de represalia que planteó el gobierno mexicano, podrían ser focos de presiones al mercado cambiario que amenazan con afectar la trayectoria descendente de los precios.
El consenso de analistas cree que la inflación se ubicará en 4.38% al cierre de este año y en 3.8% hacia finales de 2025, lo que contrasta con la expectativa del banco central, de acuerdo con la encuesta quincenal de Citi Research. Esta divergencia incluso ha sido señalada por algunos miembros de la Junta como un motivo para adoptar un tono de cautela en el proceso de normalización de la política monetaria.
Además, el consenso prevé que la tasa objetivo bajará a 10% en 2024 y a 8% en 2025, lo que implicaría recortes consecutivos de 25 puntos base o bien, ajustes espaciados, pero de mayor magnitud en algún momento del siguiente año.
El economista en jefe de Ve por Más dijo que los riesgos para la inflación obligarán a la autoridad monetaria a ser cautelosa y pausar los recortes en el transcurso de 2025, sobre todo conforme se acerque a una postura neutral --que es aquella que no estimula ni frena el crecimiento económico.
“Va a ser cada vez más difícil ir recalibrando la postura monetaria, porque a fin de cuentas en este contexto de incertidumbre y volatilidad es difícil estimar dónde está el nivel neutral de la tasa de interés objetivo”, dijo el analista.
Otro factor favorable en la lectura de noviembre de la inflación fue el desempeño del componente subyacente de los precios, o la medida que excluye los cambios en productos altamente volátiles, como energéticos y agropecuarios, que subió 0.05% mes a mes y aumentó 3.58% frente a noviembre de 2023.
En este caso, el desempeño de los precios subyacentes resultó inferior a las expectativas de los analistas encuestados, quienes esperaban un aumento mensual de 0.07% y anual de 3.6%.
El avance del índice subyacente fue además el más modesto desde abril de 2020, cuando la economía mexicana resentía el impacto adverso de la pandemia de covid-19, mientras que el índice de servicios, que permaneció estancado arriba de 5% por más de dos años, ligó dos meses consecutivos debajo de ese umbral. Ambos suman argumentos para que el banco central recorte la tasa en su última decisión de 2024.
Por su parte, el ramo de mercancías tuvo un alza de 2.39%, la más modesta desde agosto de 2015, lo que también está relacionado con los descuentos del Buen Fin.
Hace un año, en noviembre de 2023, los precios al consumidor crecieron 0.64% mes a mes y aumentaron 4.32% a tasa anual.
* César Pérez contribuyó a la elaboración de esta historia.
Fecha de publicación: 09/12/2024
Etiquetas: inflación precios consumidor México subyacente energéticos agropecuarios tasa Banxico economía