Agrofibra debuta en Biva a un precio de 40 pesos por CBFI. Foto de la empresa
Agrofibra debuta en Biva a un precio de 40 pesos por CBFI. Foto de la empresa

9 de dic. (Axis negocios) -- Después de más de tres años de trámites, Agrofibra, el primer fideicomiso inmobiliario en bolsa enfocado en el sector agroalimentario, obtuvo 976.8 millones de pesos (49 millones de dólares) en su oferta pública inicial a través de la Bolsa Institucional de Valores (Biva).

     Lo recabado, en medio de un mercado sin colocaciones y huida de emisoras por baja valuación, representó 16.2% de los más de seis mil millones de pesos (300 millones de dólares) que la nueva fibra buscaba recibir para arrancar con sus operaciones.

     “El fideicomiso ha sido constituido primordialmente para adquirir, desarrollar, poseer y obtener ingresos derivados del arrendamiento de una diversa gama de inmuebles destinados preponderantemente a la actividad agroalimentaria y de los servicios relacionados o complementarios de dicho sector”, escribió la inmobiliaria promovida por la empresa Agriprofin en el prospecto definitivo de la emisión.

     Agrofibra, que cotiza con clave de cotización AGRO22, logró vender sus certificados al precio previsto de 40 pesos cada uno y no presentó intercambios en su primer día de cotizaciones.

     El total de fibras o cbfis colocados por la empresa agroalimentaria fue 24.4 millones considerando la opción de sobreasignación, de los 150.9 millones que tenía preparados para vender entre el público inversionista.

     El achicamiento de la oferta llevó a la fibra, que operará bajo un modelo de administración interna con la denominada Administradora Agrofibra para una completa alineación de intereses, a modificar el destino de los recursos, que además de capital de trabajo servirán para la compra de la cartera inicial.

     Antes de la colocación, cuya gestación se hizo publica desde mediados de 2021, Agrofibra tenía en la mira un portafolio inicial de 15 propiedades con un área bruta rentable de 17.3 millones de metros cuadrados y que le requerirían una inversión estimada de 243.3 millones de dólares.

     Ahora la fibra contempla como activos iniciales un portafolio de seis inmuebles con un área bruta rentable de 3.1 millones de metros cuadrados a cambio de dos mil millones de pesos, los cuales no detalló cómo financiará.

     A esos activos se sumó una cartera inicial subsecuente que podría comprarse --o no-- durante el primer año de operaciones, de 14 propiedades que elevarían el área rentable total hasta los 7.9 millones de metros cuadrados.

     La fibra número 16 en el mercado mexicano se convirtió así en la primera en combinar el sector agroalimentario, inmobiliario y financiero de alta tecnificación y estará enfocado en el arrendamiento y administración de terrenos de tomates, pimiento morrón, aguacate y pepino, productos con alta demanda en Estados Unidos, y cuyos terrenos se ubican principalmente en el occidente y noroeste del país.

     En conferencia de prensa al respecto de su colocación la compañía dijo que tiene intenciones de adquirir las 14 propiedades subsecuentes y que incluso, para el futuro, tiene identificados 17 inmuebles más que encajan en su modelo de negocios y que podrían llevar el valor de sus activos a mil millones de pesos (51 millones de dólares).

     Los inmuebles iniciales “la permitirán a Agrofibra ofrecer al inversionista el acceso a bienes raíces arrendados a inquilinos cuyo negocio está ubicado en el sector agroalimentario, generando rendimientos con posteridad a la oferta pública inicial”, escribió la compañía, que planea efectuar su primera distribución a partir del siguiente trimestre.

     La fibra llegó al mercado en un momento de elevada incertidumbre y bajo apetito por riesgo ante la posibilidad de recesión de las principales economías y en un entorno de acelerado apretamiento monetario que busca combatir la mayor inflación en décadas.

     La incertidumbre sigue además a un lustro en el que las bolsas mexicanas solo han recibido una nueva acción, la energética Cox Energy América, que recabó menos de lo esperado, y un par de años en que más de una docena de empresas han decidido abandonar el mercado.

     Pero dentro de esa sequía accionaria la joven Biva ha logrado anotarse varias colocaciones de fibras, un instrumento hibrido entre deuda y capital que vio la luz hace poco más de una década.

     La bolsa que inició operaciones en 2018 recibió la oferta pública inicial de Xinfra Fibra E, un fideicomiso inmobiliario promovido por Promotora MexPac, y Fibra Orión, que en octubre de 2020 obtuvo 32 millones de dólares, así como Fibra Soma, de la compañía de arquitectura y desarrollo inmobiliario Grupo Sordo Madaleno.

     Además están en trámites para llegar al mercado a través de Biva emisiones como Fibra Eco, el primer fideicomiso hipotecario enfocado en aspectos medioambientales y Fibra Infraestructura y Energía México, un fideicomiso de inversión inmobiliario enfocado en el sector transporte.

     Otra situación que probablemente mermó la demanda de los instrumentos de la empresa fue el entorno de crecientes tasas de interés, pues las fibras, que entregan distribuciones periódicas, son regularmente comparadas con instrumentos de deuda, y actualmente países tanto desarrollados como no desarrollados están llevando sus tasas de referencia a los niveles más altos en varios años.

     En este sentido, cobra relevancia el precio de 40 pesos con la que fue lanzada la fibra, que es el segundo monto más alto de los 16 instrumentos que operan en el país.

     Al respecto, David Suárez, vicepresidente de administración y finanzas de Agrofibra explicó que si bien el precio del instrumento es solo un valor para adquirir el activo, para la base de inversionistas, que en su mayoría son extranjeros, es muy importante que dicho precio rebase el precio del dólar, para considerarlo dentro de sus portafolios, por lo que consideraron que 40 pesos sería lo más apropiado.

     El sector agroalimentario mexicano representa el 8.2% del producto interno bruto nacional, para volver a México el decimosegundo productor más importante de alimentos en el mundo. Asimismo, el sector emplea siete millones de personas en el país.

     El coordinador global de la oferta fue Casa de Bolsa Credit Suisse (México), el agente estructurador fue CCP Estructurador y el asesor financiero Fimecap. Los intermediarios colocadores líderes fueron Casa de Bolsa Credit Suisse y Casa de Bolsa Finamex, en tanto que el resto de los intermediarios colocadores fueron BTG Pactual Casa de Bolsa, Citibanamex Casa de Bolsa y Actinver Casa de Bolsa.

 

* César E. Pérez contribuyó a la elaboración de esta historia.

 


Fecha de publicación: 09/12/2022

Etiquetas: Mexico Biva Fibra OPI Agrofibra AGRO