La amenaza de Donald Trump de imponer aranceles a las importaciones de México seguirá latente en los próximos meses, coinciden analistas. Foto de la Casa Blanca
La amenaza de Donald Trump de imponer aranceles a las importaciones de México seguirá latente en los próximos meses, coinciden analistas. Foto de la Casa Blanca

4 de feb. (Axis negocios) -- Los gobiernos de México y Estados Unidos llegaron el lunes a un acuerdo que, al menos temporalmente, disipó el riesgo de una guerra comercial y un intercambio de aranceles muy desfavorable para ambas economías, algo que los expertos consideran positivo, aunque insuficiente como para dar certidumbre sobre el futuro de la relación bilateral.

     Desde su campaña para volver a la presidencia, Donald J. Trump prometió sancionar a México con aranceles generalizados de 25% contra sus importaciones, pues cree que no ha hecho lo suficiente para contener el tráfico de fentanilo y el flujo de migrantes indocumentados a través de su frontera norte. Esa promesa se materializó el 1 de febrero con una orden ejecutiva y debía entrar en vigor a primera hora de este martes, pero se suspendió gracias a la rápida movilización del gobierno mexicano, quien consiguió negociar después de poner medidas de represalia sobre la mesa.

     La presidenta Claudia Sheinbaum conversó con Trump y logró que los aranceles se pusieran en pausa por 30 días, a cambio de desplegar a 10 mil elementos de la Guardia Nacional en la frontera de forma inmediata para evitar que el fentanilo llegue a Estados Unidos y controlar la epidemia por su consumo, lo que para las autoridades de ese país ya representa una emergencia nacional.

     Trump “estuvo de acuerdo y al final me preguntó que cuánto tiempo quería poner en pausa [los aranceles]; le dije ‘bueno, vamos a ponerlo en pausa para siempre’, y [después] le dije ‘bueno, vamos a ponerlo en pausa un mes’”, dijo Sheinbaum, en su conferencia de prensa matutina del lunes. “Estoy segura de que en este mes vamos a poder dar resultados, buenos resultados a su pueblo”.

     El despliegue de la Guardia Nacional no es lo único que ocurrirá en esta pausa de 30 días, ya que al mismo tiempo, los funcionarios de ambos países sostendrán negociaciones relacionadas con seguridad y comercio. Por su parte, Estados Unidos se comprometió a trabajar para prevenir el tráfico de armas de alto poder hacia el sur de la frontera, que era una exigencia de las autoridades mexicanas, aunque por ahora no está claro cómo lo hará exactamente.

     Varios especialistas consideran que el trato entre ambas naciones es positivo y le da tiempo a la administración de Sheinbaum para demostrarle a Estados Unidos que está dispuesta a colaborar en materia de seguridad con resultados palpables, aunque ello traerá nuevos retos para la agenda bilateral.

     “No vemos que en un mes Trump retire su amenaza de aranceles, sino una nueva postergación”, escribió Mauricio Guzmán, líder de Estrategia de Inversión de Sura Investments, en un reporte. “Así, los esfuerzos fronterizos de México contra la migración ilegal y trasiego de fentanilo estarán en revisión constante, con lo que el riesgo arancelario no se elimina. No es aventurado considerar que este será el tenor de la relación comercial durante los próximos cuatros años, independientemente de lo que se termine negociando para el T-MEC”, o el tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, cuya revisión está programada para 2026.

     Para el analista, el acuerdo anunciado esta semana no difiere en esencia del que se alcanzó en 2019, cuando en su primer mandato, Trump también amenazó con imponer tarifas de hasta 25% a las importaciones mexicanas y el entonces gobierno de Andrés Manuel López Obrador tuvo que reforzar la seguridad en la frontera con Guatemala para contener la migración, además de aceptar el programa ‘Quédate en México’ para que los migrantes permanecieran en su territorio.

     Lo que sí es distinto ahora es la naturaleza transitoria de los acuerdos y ello apunta a que México deberá mantener una colaboración efectiva con Estados Unidos en los temas que la Casa Blanca estime prioritarios, si quiere disipar la amenaza arancelaria por completo.

     “En esta ocasión es la seguridad fronteriza, en un mes puede ser la mitigación del transbordo de mercancías de China a Estados Unidos por medio de México”, agregó Guzmán.

     No obstante, incluso la promesa de redoblar la vigilancia fronteriza puede ser difícil de cumplir en esta ocasión, debido a la situación apretada de las finanzas públicas en un año en que la administración de Sheinbaum busca reducir de forma importante el déficit fiscal.

     “Esta circunstancia nos encuentra con un presupuesto bastante débil en materia de seguridad”, dijo Ana Lilia Moreno, coordinadora del programa de Regulación y Competencia Económica de la organización México Evalúa, en entrevista. “Por ejemplo, los recursos aprobados para procurar el Estado de Derecho, lo que es justicia, policías civiles y ejército, está en 315.6 mil millones de pesos y es el peor que se tiene desde 2012, o sea, sí sufrió un recorte importante para 2025. Igualmente, el presupuesto para el Instituto Nacional de Migración está en su peor nivel desde 2008, 1.6 mil millones de pesos”.

     Otros creen que, aun si llega a materializarse, la política proteccionista de Trump difícilmente será duradera por el impacto adverso que tendría para la economía estadounidense, que hasta ahora sigue creciendo a un ritmo sólido.

     Un arancel prolongado “se traduciría en un incremento importante en la inflación (sobre todo en productos agropecuarios, pues del total de importaciones que Estados Unidos realiza en este rubro, más de 40% provienen de México)”, escribieron Carlos Serrano y el equipo de economistas de BBVA México, en un reporte el 1 de febrero. “Además, EUA perdería competitividad global, dado que las importaciones mexicanas disminuyen el costo de producción de muchas exportaciones”.

     En el mismo sentido, Luis Gonzali, vicepresidente y codirector de inversiones de Franklin Templeton México, opina que las tarifas no tienen una alta probabilidad de ocurrencia y solo le servirán a Estados Unidos como mecanismo de presión para obtener concesiones del exterior.

     “Los acuerdos nunca van a ser completamente suficientes, siempre va a estar la amenaza ahí”, dijo el experto en un comentario enviado a Axis Negocios. “Seguramente vamos a ver volatilidad para finales de febrero, cuando se replantee otra vez el tema de los aranceles. . .  Se van a posponer otra vez y así vamos a estar hasta que lleguemos a un acuerdo satisfactorio, probablemente en algún punto del siguiente año cuando se tenga que reafirmar el tratado de libre comercio”.

     Algunos estiman que, en un caso extremo, el producto interno bruto de la mayor economía del mundo podría contraerse casi 30% y su inflación crecer 12% en los próximos cuatro años, ante la alta dependencia que tiene de los productos de México, quien incluso se convirtió en su mayor socio comercial en 2023 por encima de China.

     Por su parte, la economía nacional tampoco saldría bien librada de los aranceles, aun después de que se pusieron en pausa, pues mientras haya incertidumbre seguirán frenando los flujos de inversión hacia el país. Hasta ahora el consenso de analistas encuestados por Banco de México proyecta un crecimiento de 1% este año, pero si las amenazas de Trump se concretan, algunos creen que podría producirse un estancamiento.

     “Sí se estancó la inversión, se estancó la economía en los últimos meses de 2024”, dijo la experta de México Evalúa. “Ahora con esta nueva situación por parte de Donald Trump, tendremos que esperar hasta el segundo trimestre de 2025 para ver qué decisiones toman los inversionistas, incluyendo las empresas que ya están establecidas en el país”.

     Por el contrario, el impacto sobre las exportaciones sería relativamente acotado gracias a la depreciación del peso frente al dólar, que eleva el valor de los productos que el país vende en el exterior.

 

 


Fecha de publicación: 04/02/2025

Etiquetas: aranceles acuerdo Sheinbaum Trump comercio migración fentanilo TMEC economía