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22 de abr. (Axis negocios) -- La política arancelaria del presidente estadounidense Donald J. Trump representa un cambio en el sistema comercial a nivel mundial y aunque el T-MEC otorga a México un estatus privilegiado, la industria de mayor integración regional, la automotriz, no quedó exenta de las tarifas.
En medio de ello, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció recientemente una serie de medidas inscritas dentro del denominado Plan México para fortalecer el desarrollo económico del país y fortalecer el mercado interno ante los riesgos del exterior. Entre ellos está incrementar la producción de vehículos para consumo interno, para lo que incluso prevé decretos que se darán a conocer el 16 de mayo.
No obstante, la tarea no es fácil y tiene retos, consideran especialistas y representantes del sector.
Uno de ellos es que la capacidad de fabricación que actualmente existe en México está enfocada a la exportación. Tan solo en el primer trimestre de este año, de las 973 mil 485 unidades producidas, solo 20.3% se mantuvieron en el mercado local y el resto fue para exportación, de acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA). Dicho de otro modo, la oferta quedaría muy por encima de la demanda desde el entendido de que solo una de cada cinco unidades se quedó en el mercado doméstico.
Si bien un cambio de enfoque en la producción no es imposible, el primer paso sería determinar la forma en la que podrían adaptarse a las necesidades del mercado interno, en el cual --de acuerdo con la Asociación Mexicana de Distribuidores Automotores (AMDA)-- se comercializan vehículos cuyos estándares los vuelven más asequibles para los consumidores mexicanos frente a los fabricados para exportación.
Una evaluación permitiría ver “si realmente para ellos (los fabricantes) es rentable o no darle mayor importancia o priorizar el tema nacional”, consideró Alejandra Vargas, analista de Ve por Más, en conversación telefónica. “Tendría que ofrecérseles programas que sean muy rentables, y ellos ver si les conviene en sus números, márgenes, rentabilidad, crecimiento, etc.”
AMDA, por su parte, consideró posible una reconfiguración de la capacidad de producción si la exportación disminuye por los aranceles, pero debería estar acompañada de otros estímulos, como la posibilidad de que la manufactura excedente pueda comercializarse en economías similares a las de México.
Aunado al cambio de capacidad, los expertos coincidieron en la necesidad de incentivar la renovación de vehículos que poseen los consumidores, a través de financiamiento más accesible.
“Sí deberíamos ver algunos incentivos para que la demanda pueda crecer o que los consumidores sientan algún estímulo para cambiar su automóvil”, agregó Vargas.
No obstante, datos de AMDA apuntan a que en marzo se registró un retroceso de 1% en la disposición de los consumidores para adquirir vehículos nuevos o usados en los próximos dos años, respecto al mismo mes de 2024.
Otro gran reto es la dominancia de vehículos manufacturados fuera de México en el mercado interno, ya que 81% del total de ventas del primer trimestre correspondieron a unidades importadas de seis países.
De ellos, las marcas de origen chino son las que encabezan el mercado mexicano, ya que al cierre de ese periodo, 8.5% del total de ventas en el mercado interno corresponden a marcas de origen chino. No obstante, representantes de la industria advirtieron que existe una distorsión en el mercado debido a que algunas marcas chinas no reportan sus cifras de ventas al Instituto Nacional de Estadística y Geografía, por lo que el porcentaje real es mayor.
Para la especialista de Ve por Más, una medida que podría ayudar a desincentivar el consumo de marcas chinas es una mayor regulación a este tipo de vehículos, especialmente en torno a temas relacionados con seguridad y calidad de materiales.
“El hecho de que tengan precios asequibles para las personas es importante, pero sin olvidar temas de seguridad y de la forma en la que los autos están ensamblados”, apuntó.
Un estudio de noviembre de la consultora JD Power revela que las marcas de origen chino son las más rezagadas en materia de servicio en el distribuidor y satisfacción emocional. Diversos reportes indican que existen contratiempos con las refacciones y algunas aseguradoras excluyeron estos vehículos para ser cubiertos con sus pólizas.
Si bien todos estos retos requieren tiempo para superarse, hay otro factor que, a los ojos de la industria automotriz, puede abordarse de manera inmediata por las autoridades para impulsar el objetivo del Plan México: el freno al programa de regularización de los vehículos que ingresan de manera irregular al país.
Dicho programa fue implementado por el expresidente Andrés Manuel López Obrador en 2022 al considerar que el registro de este tipo de vehículos, llamados también “autos chocolate” contribuía a disminuir la comisión de delitos con ellos. El programa finalizaría el 30 de septiembre de 2024 --el último día de la administración anterior-- pero tres días antes fue prorrogado hasta el 30 de septiembre de 2026.
“Es una decisión que la presidenta tiene en sus manos y se puede implementar de inmediato”, dijo Guillermo Rosales, presidente de AMDA en la última conferencia mensual del sector. “Esto estaría generando incentivos positivos y por otro lado mandando una señal de compromiso con la industria automotriz, con la economía formal”.
Según los distribuidores de autos en el país, los autos usados importados afectan la cadena de demanda, ya que al ser por lo general productos de costo muy bajo, muchos compradores de segunda mano se inclinan por este tipo de vehículos y no por los autos usados del mercado local, lo que dificulta a muchos contar con los recursos que necesarios para a renovar sus vehículos.
El programa está vigente en los estados de Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Durango, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Tlaxcala y Zacatecas.
Hasta ahora, no queda claro el destino del programa, pero los últimos datos disponibles del registro, correspondientes a septiembre de 2024, apuntaron a la regularización de poco menos de 2.6 millones de unidades, con un costo para la industria por seis mil 358 millones de pesos.
Fecha de publicación: 22/04/2025
Etiquetas: Automotriz producción exportación México Sheinbaum aranceles