Sordo Madaleno abre 2021 con primera colocación de fibra en Biva

23 de feb. (Sentido Común) -- Grupo Sordo Madaleno, una firma de arquitectura y desarrollo inmobiliario en México, dio el paso para convertirse en la primera colocación de capital en el mercado de valores mexicano en lo que va de este año, al enlistar el primer fideicomiso de inversión en bienes raíces, o fibra, en la Bolsa Institucional de Valores (Biva).

     El grupo, conocido también como Soma, recabó seis mil 768.5 millones de pesos (327 millones de dólares) con la venta de 135.4 millones de certificados que puso a disposición de los inversionistas a un precio individual de 50 pesos, el punto medio del rango preliminar establecido que dio a conocer en el aviso de colocación.

     “Nuestro fideicomiso será administrado de manera internalizada y cuenta con un equipo local de administración con experiencia significativa en el sector inmobiliario en México”, escribió la empresa en el aviso.

     El portafolio inicial de Fibra Soma, como fue denominada la emisora, es de 13 propiedades comerciales y de usos mixtos que suman 684 mil metros cuadrados de área bruta rentable que en la actualidad están arrendados al 93%.

     De los inmuebles, repartidos en Ciudad de México, Puebla, Querétaro y Veracruz, 10 --nueve de ellos centros comerciales y uno más de usos mixtos-- están actualmente en operación, dos en desarrollo y uno en planeación.

     La cartera no cuenta con ningún arrendatario individual que ocupe más de 5% del área total y ningún cliente representa más de 4% del total de sus ingresos. Los 13 complejos registraron ingresos por mil 146 millones de pesos (56 millones de dólares) en los primeros nueve meses de 2020, con un ingreso operativo neto de 768 millones de pesos (37 millones de dólares).

     El público inversionista quedó con una participación en la fibra de 19% respecto del total de títulos en circulación tras la oferta, pues 578.9 millones de certificados fueron entregados a las entidades aportantes de los activos iniciales.

     Entre esos aportantes estuvo Grupo Gigante, una compañía inmobiliaria y restaurantera, con dos centros comerciales ubicados en Boca del Río, Veracruz, a cambio de 47.3 millones de fibras, de acuerdo con el prospecto de colocación.

     Con su fibra, que es la primera de este tipo en Biva desde el inicio de operaciones en 2018, Sordo Madaleno se posicionó como la primera colocación en lo que va del año, en medio de un panorama complicado para los mercados por el impacto de la pandemia de covid-19 en la economía.

     De hecho Biva tuvo la única nueva acción de 2020, con la energética Cox Energy América, hasta ahora su única acción desde que comenzó a operar en 2018; además que en octubre tuvo la colocación de Fibra Orión, la Fibra E que recabó en octubre 650 millones de pesos en su debut. Por su parte, BMV no ha listado una nueva empresa desde el special purpose acquisition company (spac) de Promecap, en marzo de 2018, que terminó por adquirir y convertirse en la inmobiliaria Acosta Verde.

     Sordo Madaleno se especializa en desarrollo de centros comerciales, oficinas y usos mixtos, a través de los cuales ha desarrollado más de 889 mil metros cuadrados de inmuebles. Actualmente su cartera en desarrollo suma 375 mil metros cuadrados.

     La compañía, que cuenta con 86 mil millones de pesos (cuatro mil 181 millones de dólares) en activos bajo administración, ha logrado incrementar su ingreso operativo neto a un ritmo 3.5 veces mayor que su área bruta rentable en los últimos 14 años.

     Los últimos años, no obstante, ha estado envuelto en algunas polémicas relacionadas con su complejo mixto Artz Pedregal, ubicado al sur de Ciudad de México y que abrió las puertas de su centro comercial 2018.

     El inmueble sufrió el colapso parcial de una de sus entradas localizadas en lateral de Anillo Periférico, una de las principales vías de la capital del país, a mediados de julio de ese año, y tras algunas semanas de indagatorias, concluyó que el incidente derivó de un error de cálculo estructural en el volado colapsado, tarea que estuvo a cargo de la empresa especializada en diseño estructural Vargas de la Rosa.

     Un año después, la plaza también fue escenario de hechos delictivos, como el asesinato de dos hombres de nacionalidad israelí --posteriormente ligados por las autoridades al crimen organizado-- en uno de sus restaurantes.

     Casa de Bolsa Santander fue el coordinador líder de la colocación, y además fue intermediario colocador junto con Casa de Bolsa Banorte y Casa de Bolsa BBVA Bancomer. Esta última también fue agente estructurador.