Los analistas del sector privado coinciden en que el peso podría enfrentar nuevos periodos de volatilidad frente al dólar en los próximos meses, ante la incertidumbre política en México y Estados Unidos. Foto archivo
Los analistas del sector privado coinciden en que el peso podría enfrentar nuevos periodos de volatilidad frente al dólar en los próximos meses, ante la incertidumbre política en México y Estados Unidos. Foto archivo

21 de jun. (Axis negocios) -- La volatilidad que experimentaron los mercados financieros durante las últimas dos semanas, a raíz de los resultados de la jornada electoral del 2 de junio, llevó al peso mexicano a niveles cercanos a las 19 unidades por dólar, con una depreciación de 10.3% en su punto más álgido el 12 de junio.

     Si bien desde entonces el tipo de cambio pareció estabilizarse, algunos analistas y agentes financieros no descartan nuevos episodios de inestabilidad ante un entorno político incierto.

     La caída acelerada de la moneda nacional tras meses de fortaleza incluso llevó a Banco de México a poner sobre la mesa la posibilidad de intervenir el mercado a través de su programa de coberturas cambiarias liquidables en pesos por hasta 30 mil millones de dólares --ello en un día en que la divisa registró una depreciación de 10.3% frente al dólar. Para algunos, este simple anuncio le ayudó a la moneda a mejorar su desempeño a partir de entonces.

     “Es normal que los mercados financieros presenten ajustes al incorporar escenarios que no se habían anticipado”, dijo Victoria Rodríguez, la gobernadora del Instituto Central, en una conferencia de prensa el 12 de junio. “El Banco de México estará muy atento al desarrollo de nuestros mercados y, ante la posibilidad de que estos muestren un comportamiento atípico o de extrema volatilidad, y ante alguna eventualidad que lo amerite, podría tomar las medidas necesarias para reestablecer el comportamiento ordenado de los mismos”.

     El banco central no persigue un nivel específico para el tipo de cambio, pues en el país hay un régimen de libre flotación que se determina por la oferta y la demanda. No obstante, las autoridades sí buscan un mercado cambiario ordenado, ya que un peso volátil como el de las últimas semanas puede generar presiones inflacionarias adicionales en un entorno que de por sí ya es incierto para los precios.

     Es por eso que el Instituto Central ha intervenido en otras ocasiones a través de las coberturas cambiarias, que son contratos que firma la autoridad con diversos agentes para pactar un tipo de cambio en un plazo determinado. Si el agente teme que la divisa mexicana podría debilitarse estaría inclinado a pactar una cobertura para protegerse de una pérdida mayor.

     La primera subasta de este tipo de coberturas que realizó Banco de México fue en marzo de 2017, unos meses después de que Donald Trump ganó las elecciones presidenciales de Estados Unidos, un evento que llevó al peso a niveles de hasta 22 unidades por dólar ante el nerviosismo que generó el discurso del exmandatario contra México.

     El programa de coberturas se reforzó durante la pandemia de covid-19 en 2020, cuando el peso se depreció aún más y superó las 25 unidades por problemas de liquidez ante la baja disponibilidad de dólares. Después vino un periodo de fortaleza con el llamado ‘súper peso’, por lo que, en agosto del año pasado, las autoridades anunciaron que reducirían gradualmente el monto de las coberturas.

     Como en 2017, el episodio actual parece estar relacionado con factores políticos, luego de que el partido Movimiento Regeneración Nacional o Morena obtuvo una victoria aplastante en la elección presidencial y consiguió la mayoría calificada en la Cámara de Diputados y estuvo cerca de tenerla en el Senado, lo que le abriría la puerta a promover reformas constitucionales que el mercado considera negativas.

      Sin embargo, al no ser un problema de liquidez, es probable que el mecanismo de coberturas pierda efectividad si la depreciación del peso se prolonga por la percepción de un escenario adverso para las inversiones.

     “En un día de mucha volatilidad, que el banco central salga e intervenga generalmente sí calma a los mercados”, dijo Luis Gonzali, vicepresidente y codirector de Inversiones de Franklin Templeton México, en entrevista con Axis Negocios. “Pero al final del día es un mecanismo de corto plazo; si hay una tendencia de depreciarse de mediano o largo plazo, el banco no puede hacer mucho”.

     Además, el monto del programa de coberturas por 30 mil millones de dólares representa “solo una fracción de la liquidez diaria que tiene el peso mexicano en los mercados financieros internacionales”, coincidió Esteban Polidura, director de Estrategia de Inversión para las Américas de Julius Baer. “Por lo tanto, su efecto podría ser limitado en eventos de volatilidad y debilidad alta o duradera”.

     Para el analista de Franklin Templeton, la incertidumbre actual hace difícil elaborar un pronóstico para el tipo de cambio, pero considera que el comportamiento volátil continuará al menos por lo que resta del año debido a una serie de anuncios políticos, desde la eventual aprobación de algunas reformas propuestas por Andrés Manuel López Obrador hasta las elecciones presidenciales de Estados Unidos en noviembre, con la posibilidad de que Trump regrese a la Casa Blanca.

     Con base en esa hipótesis, una intervención del Banco de México tendría poco efecto y no impediría olas de nerviosismo adicionales.

     Otros destacan que, al menos por ahora, el evento de volatilidad quedó relativamente contenido, pues se debió al movimiento en los flujos de inversionistas locales, lo que suele tener menos profundidad y duración que en el caso del capital extranjero.

     “Por los datos que hay ahora, es una ola especulativa que tiene su origen en capitales internos”, dijo Joel Martínez, director de la consultoría Visor Financiero. “Esta burbuja la van a diluir muy fácil, porque los capitales locales regularmente no tienen un volumen tan grande para poder desafiar al banco central”.

     Martínez reconoció el riesgo de que el proceso electoral estadounidense desate un ambiente de volatilidad más generalizado, que involucraría a los inversores extranjeros y podría debilitar más al peso.

     Si la moneda se deprecia repentinamente y rebasa las 19 unidades, es probable que la Comisión de Cambios --el órgano responsable de establecer la política cambiaria del país que preside la Secretaría de Hacienda, con la participación del banco central-- intervenga a través de las coberturas, coincidieron los especialistas de Visor Financiero y Franklin Templeton.

     El peso cerró la jornada del viernes en 18.12 unidades por dólar. El consenso de analistas del sector privado proyecta que terminará el año en 18.7 unidades, de acuerdo con la encuesta quincenal de expectativas de Citibanamex, lo que representa un alza de 70 centavos frente a su estimación anterior.

 

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Fecha de publicación: 21/06/2024

Etiquetas: peso dólar tipo cambio coberturas divisas Banxico volatilidad