Fitch analizar ajustar la nota crediticia de Pemex por un posible cambio del gobierno. Foto archivo
Fitch analizar ajustar la nota crediticia de Pemex por un posible cambio del gobierno. Foto archivo

8 de oct. (Axis negocios) -- La agencia crediticia Fitch Ratings dijo que está considerando tres escenarios para la empresa Petróleos Mexicanos (Pemex) como parte de una eventual revisión de su calificación, luego de que el gobierno adelantó que reclasificará a la compañía como una empresa pública en vez de una empresa productiva del Estado.

     La calificadora dijo que esa reclasificación podría ser benéfica para la mayor compañía mexicana, ya que llevaría a una mayor supervisión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público sobre sus operaciones y estrategias financieras.

     “Esta mayor supervisión podría afectar la actividad de emisión de deuda de Pemex, pero también podría facilitar que la empresa obtenga financiamiento del gobierno”, dijo Fitch, en un reporte.

     Por un lado, Fitch dijo que si México únicamente reclasifica a la compañía podría mejorar la calificación de la petrolera en dos escaños, de ‘B+’ a ‘BB’, que es el segundo escalón en grado especulativo. Para la agencia este es el escenario más probable, debido a su fácil implementación y su impacto reducido en las métricas fiscales del país.

     Así mismo, si el gobierno reclasifica a Pemex y además garantiza su deuda, entonces la nota corporativa se igualaría con la del soberano, lo que resultaría en un incremento de cuatro escaños o de ‘B+’ a ‘BBB-’.

     En este escenario, la nota de Pemex, que hoy está en una categoría altamente especulativa, incluso alcanzaría el último escaño dentro del grado de inversión, que es el nivel en el que Fitch mantiene la calificación soberana desde hace cuatro años.

     Finalmente, si el gobierno reclasifica de manera parcial la deuda, entonces la nota pasaría de ‘B+’ a ‘BB+’, que es el primer escalón en grado especulativo.

     Durante el nombramiento del académico Víctor Rodríguez Padilla como director de la petrolera estatal, la presidenta Claudia Sheinbaum dijo que buscará devolverle el estatus de empresa pública en la Constitución, porque catalogarla como empresa productiva equivale en la práctica a un proceso de privatización.

     Y aunque la intención de Sheinbaum es fortalecer el control de Pemex para continuar con el proceso de rescate al que su predecesor, Andrés Manuel López Obrador, se comprometió hace seis años, esto no implica que se vaya a cerrar la puerta a la participación de empresas privadas en el sector energético, al menos bajo esquemas que no sean desventajosos para sus contrapartes públicas, de acuerdo con la presidenta.

      “No se cierra la puerta a los privados, hay que decirlo”, dijo Sheinbaum. “Pero se fortalece la participación de las empresas públicas”.

     El gobierno de López Obrador tendió la mano a Pemex con distintos apoyos, desde transferencias directas hasta reducciones o prórrogas para el pago de impuestos, los cuales ascendieron a 2.1 billones de pesos en los seis años de su administración. Sheinbaum se ha mostrado dispuesta a seguir esta misma línea para darle alivio a la petrolera, a la par de otros mecanismos como la colaboración con empresas privadas y el desarrollo de energías limpias.

     No obstante, la situación financiera de Pemex --con una deuda que, si bien se redujo en el sexenio pasado, aún asciende a casi 100 mil millones de dólares-- y su alta dependencia de los apoyos gubernamentales plantean un riesgo para la estabilidad de las finanzas públicas, de acuerdo con analistas y las propias agencias calificadoras, quienes consideran que su situación solo mejorará si fortalece su eficiencia operativa o reduce significativamente su carga de deuda, algo que no parece cerca de ocurrir.

      “Nosotros esperamos que Pemex continuará siendo una carga para la posición fiscal de México, y no anticipamos que el gobierno vaya a dejar de apoyar a la paraestatal”, dijo Gerardo Carrillo, director regional para América Latina de Finanzas Públicas Internacionales de Fitch Ratings, en conferencia el mes pasado. “Mientras Pemex no mejore la eficiencia, ni la carga de deuda, nuestra expectativa es que va requerir de nuevo apoyo o de apoyo sostenido del gobierno federal”.

     Por su parte, los funcionarios responsables de sacar a flote a Pemex consideran que los esfuerzos para su rescate sí han dado frutos y se reflejarán en más beneficios a lo largo de este sexenio.

      “Pemex no es una empresa muerta ni está tan mal como piensan, los medios exageran mucho”, dijo Rodríguez Padilla en su nombramiento. “Hay efectivamente una situación financiera. . . y nos estamos ocupando de eso, lo hemos venido haciendo en el último sexenio, hemos sido muy responsables en los pagos, en la puntualidad, eso ha sido impecable y no lo han reconocido algunas calificadoras”.

 

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* César Pérez contribuyó a la elaboración de esta historia.

 

 


Fecha de publicación: 08/10/2024

Etiquetas: Mexico Pemex calificacion Fitch deuda