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21 de feb. (Axis negocios) -- La economía de México desaceleró en 2024 más de lo estimado en un inicio, algo que podría ser aún más preocupante en un entorno que sigue siendo retador y que seguramente provocará un freno más pronunciado durante 2025.
El producto interno bruto nacional creció 1.2% a lo largo de 2024, una cifra que se ubicó 0.1 puntos porcentuales por debajo de lo reportado de manera preliminar y que confirma la tasa de expansión más modesta en cuatro años, de acuerdo con la estimación final del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
La desaceleración económica se debió en gran medida al desempeño del último trimestre del año, ya que en este periodo se observó una baja de 0.6% frente a los tres meses previos, en cifras desestacionalizadas, que fue la primera caída después de 12 trimestres en expansión. Este descenso no tuvo cambios frente a lo reportado de manera preliminar e igualó las estimaciones de los analistas encuestados por Infosel.
La actividad también se debilitó en la primera parte del año y tuvo un ligero repunte en el tercer trimestre, algo que al final no alcanzó para apuntalar el crecimiento.
Si el comportamiento del producto interno bruto nacional en el trimestre se midiera en una base anualizada, como lo hace por ejemplo Estados Unidos, entonces el descenso habría sido de 2.5%, de acuerdo con estimaciones propias y que se ubican por debajo de lo reportado de manera preliminar.
Buena parte del mal dato del último trimestre se explicó por el desempeño del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) en diciembre, que registró una contracción de 1% mes a mes, la más pronunciada en casi un año, y un descenso de 0.4% anual, muy por debajo de lo que anticipó el indicador oportuno.
Así, los analistas consideran que la debilidad se extenderá a lo largo del primer semestre y podría incluso ir más allá si es que se confirman algunas políticas proteccionistas por parte de Estados Unidos, principal socio comercial del país.
“Al cierre de 2024, las cifras del IGAE y del PIB plasman una notoria desaceleración en la economía mexicana”, escribieron Janneth Quiroz y Rosa Rubio, analistas de Monex Grupo Financiero, en un reporte. Ante “la desaceleración estructural del componente de las actividades secundarias y un menor impulso de la inversión y consumo privado, el crecimiento de la economía se mantuvo severamente acotado”.
Por sectores, las actividades primarias confirmaron el desempeño más débil con una caída de 8.5% trimestral desestacionalizada, seguidas del sector secundario o industrial con una baja de 1.5% --antes -1.2%--, mientras que el sector terciario o de los servicios se mantuvo como el de mejor comportamiento con un avance trimestral de 0.2%.
La Secretaría de Hacienda explicó previamente que el sector agrícola tuvo su peor resultado trimestral en 25 años por una sequía sufrida en varias zonas del país, mientras que choques externos afectaron el desempeño de la industria.
No obstante, el gobierno confía en que esos factores se resolverán en el transcurso de este año, lo que, de acuerdo con sus estimaciones, permitirá un crecimiento económico de entre 2 y 3%.
El estimado de las autoridades contrasta con el del consenso de analistas del sector privado, que espera una expansión del PIB de 0.9%, y también con el de Banco de México, que en su informe trimestral publicado esta semana fijó su pronóstico en 0.6%, con un intervalo de variación que no descarta una caída del PIB en el año.
Los economistas creen que el sector servicios perderá impulso por la desaceleración del consumo, a medida que el mercado laboral se enfríe y que la inflación continúe algo elevada. A ello se suman los aranceles al acero, el aluminio, los autos y otros bienes que planteó el presidente estadounidense Donald Trump, los cuales podrían tener un impacto muy adverso para la industria mexicana y frenar el arribo de nuevas inversiones al país por un sentimiento de cautela. En un escenario extremo, algunos no descartan que lleven a la economía a una recesión.
Trump incluso amenazó con tarifas generalizadas a México y Canadá, sus dos socios comerciales en Norteamérica, pero las suspendió hasta principios de marzo porque ambos países acordaron cooperar para combatir el tráfico de drogas.
“Los aumentos arancelarios podrían socavar la confianza interna con un impacto no lineal. La depreciación de la moneda protegería parcialmente a los exportadores de los aranceles, pero también aumentaría sus costos de insumos”, escribieron analistas de Fitch Ratings, en un reporte este mes. “En una recesión inducida por aranceles, la capacidad de implementar una política monetaria contracíclica puede ser limitada si se produce una depreciación de la moneda y una inestabilidad en los mercados financieros”.
Otro factor de riesgo es la situación apretada de las finanzas públicas, ya que la administración de Claudia Sheinbaum busca restarle dos puntos al déficit fiscal como porcentaje del PIB, después de que en 2024 alcanzó su mayor nivel en al menos 15 años.
“Creemos que el gasto público podría estancarse debido a los esfuerzos de consolidación fiscal y la finalización de varios proyectos prioritarios” del gobierno anterior, dijeron Miriam Acuña y el equipo de Grupo Bursátil Mexicano o GBM. A su vez, “se espera que la construcción se desacelere aún más debido a la reducción de la inversión en infraestructura y la conclusión de obras prioritarias”.
Finalmente, en su comparación anual, la economía del país creció 0.5% con cifras originales en el cuarto trimestre del año frente al mismo periodo de 2023, un recorte de 0.1 puntos porcentuales frente a lo reportado de manera preliminar por Inegi.
En este caso, la economía ligó 15 trimestres de expansión e incumplió con la expectativa de los analistas, que era un crecimiento de 0.6%.
* César Pérez contribuyó a la elaboración de esta historia.
Fecha de publicación: 21/02/2025
Etiquetas: PIB México economía industria servicios agricultura incertidumbre aranceles Trump recesión